El lago rosa que parece una enorme pompa de chicle al que pocos pueden acceder

Parece un filtro, pero no lo es. Podría ser la pompa de un chicle Bubbaloo o el escenario perfecto para construir la casita de verano de Barbie, pero tampoco. Por increíble que parezca este lugar existe en la vida real y se encuentra en Australia. Este país es alberga paisajes sorprendentes y una naturaleza que parece no haber en ningún otro punto del globo terráqueo. En la Isla Middle, la más grande del archipiélago de La Recherche se encuentra el Lago Hillier, conocido por sus tonalidad rosada.

Fue cartografiado en el año 1802 por el explorador Matthew Flinders, quien durante su viaje por Australia descubrió este lago de características muy peculiares. Se encuentra en medio de una zona selvática deshabitada, algo que le aporta un toque extra de misterio. Porque sí, lo que todo el mundo se pregunta es: ¿a qué se debe su color rosado?

¿De dónde viene su color rosa chicle?

Ya se lo preguntó Flinders cuando se cruzó con este lago y decidió tomar una muestra de su curiosa agua para analizarla concluyó que estaba muy saturada de sal. Tras él se sumaron científicos y otros expertos, pero lo cierto es que, a día de hoy, no hay una explicación unánime.

La mayoría apuntan que la tonalidad de su agua se debe a la presencia de bacterias que se encuentran en la costra de sal. Y es que, aunque no muchas especies pueden sobrevivir a una tan alta concentración, hay algunas como la dunaliella salina que necesitan estas condiciones para poder desarrollarse.

La presencia de halobacterias también tienen su parte de responsabilidad en este color de agua, ya que utilizan bacterioruberina, una proteína que absorbe la luz solar y cuyo pigmento es de color rojo. Eso sí, pese a ello, es totalmente seguro poder bañarse en este lago, ya que no presenta efectos adversos.

Por los aires o cruzando el mar

Llegar hasta aquí no es tarea fácil, pero merece la pena conocer el Lago Hillier. Eso sí, al encontrarse en la Isla Middle, un territorio deshabitado y protegido por organizaciones ambientales, primero será necesario tramitar un permiso especial en el Departament of Parks and Wildfire.

Una vez se haya conseguido, se presentan dos opciones: ir en helicóptero y disfrutar de un vuelo panorámico, o realizar un crucero acompañado de un guía para conocer la isla. Ambas tienen un precio elevado, unos 350 AUD de media, pero se trata de una experiencia única si se quiere conocer más allá de los lugares típicos de Australia.