El nombre de esta 'guerrera' cerveza (que seguro que has probado) rememora la historia de Málaga: superación desde el año 1928

No hay Málaga sin cerveza, ni cerveza sin Málaga. Eso es un hecho. La estrecha relación que hay entre ambas confirma que la cerveza Victoria sea una de las más deseadas en Andalucía. Exquisita y malagueña, así la definen con orgullo. La verdad es que es la acompañante perfecta para cualquier plan que implique irse de tapas, muestra de ello es que se haya convertido en una de las primeras opciones en el sur para realizar algo tan nuestro.

Vivir en Málaga es un privilegio. El calorcito típico del sur, el buen ambiente de sus calles, la sonrisa de sus malagueños y una infinidad de motivos más. Pero sí hay algo que destaca es poder entrar en sus bares y conocer al alemán más malagueño que decora los grifos de cerveza en las barras. Que ahora podamos disfrutarla es todo un regalo, pero la historia que hay tras ella, y que pocos conocen, merece ser contada para valorarla aún más.

Patrona y símbolo de superación

La historia de la Cerveza Victoria es una de resiliencia y superación. Comenzó el día 8 de septiembre, momento que en el que la familia Franquelo inaugura la primera fábrica en el barrio de El Perchel. Día también de la Virgen de la Victoria, patrona de Málaga. motivo por el cual esta cerveza lleva su nombre.

Aunque también podría decirse que su nombre hace honor a las 'pequeñas victorias' que debió lugar durante su larga trayectoria. Es importante recordar que nace en un contexto en el que las guerras el pan de cada día. Aunque la Guerra Civil duró apenas siete meses en Málaga, esta también sufrió las consecuencias de la contienda y tuvo que cerrar las puertas de su fábrica.

Años más tarde, tras su resugir durante los años 60, momento en el que el personaje alemán comenzaba a liderar su imagen, surgieron más retos que afrontar. Entre 1967 y 1968 el Plan de Prolongación de la Alameda obliga a trasladar su fábrica al polígono de Intelhorce. Son años difíciles para la cerveza, ya que además la ley de por aquel entonces le exigía una producción muy alta y la renovación de su maquinaria.

Pese a todas las adversidades, 97 años después de su creación, esta cerveza malagueña es todo un símbolo de la ciudad y de la historia de esta bebida en nuestro país. Sin duda, esta cerveza bien fresquita es el sabor de la victoria.