Mauricio Pérez supone la tercera generación en la gerencia y administración de la empresa familiar, dedicada a los pulverizadores agrícolas desde que fuera creada por su abuelo, ingeniero de la época, y que basa en el servicio al cliente y la calidad del producto su estrategia.
Compartir el negocio con su esposa, Lorena Ballesteros, como responsable de administración "es fácil y difícil a la vez" aunque coinciden en que viven de lo que les gusta y aprecian el trato con sus clientes.
"Actualmente el 80% de nuestra facturación es externa desde América del Sur y Europa Central. Hemos introducido además la electrónica y la tecnología más avanzada porque en el sector agrícola sigue habiendo futuro", concluye Pérez.
