
La inteligencia artificial, el 5g y el Internet of Things son las tres tecnologías que ya están marcando el rumbo de las compañías para dar paso a la industria 4.0, que hace referencia a una nueva forma de trabajar con técnicas más avanzadas.
Si hay una palabra que se ha repetido en numerosas ocasiones durante los últimos meses esa es "crisis". Social, económica, sanitaria o educativa. El mundo avanza a pasos agigantados mientras que la sociedad trata de adaptarse lo más rápido posible a todas las necesidades que van surgiendo. Con nuevos factores socioeconómicos, una imparable innovación tecnológica y un entorno cada vez más conectado y sostenible, está tomando fuerza el concepto de Fábrica del Futuro (FoF), es decir, una visión de cómo la industria debería mejorar la producción haciendo mejoras en tres dimensiones: estructura de la planta, digitalización y procesos. Desde Alemania lo llaman Industria 4.0, en Estados Unidos, fabricación inteligente y en Francia se conoce como industria del futuro. Sin importar demasiado el término, la idea en todas ellas es la misma: la industria se adentra en una nueva revolución, que hace referencia a una nueva forma de trabajar con técnicas más avanzadas.
La sensación de que todo cambia no es lejana para el sector industrial. El nuevo contexto digital y tecnológico también está presionando este campo que trata, a contrarreloj, de adaptarse a este nuevo entorno. Es en este punto en dónde las FoF adquieren un protagonismo innegociable. "Las fábricas del futuro son aquellas que están incorporando distintas tecnologías para incrementar la automatización de sus procesos y la mejora de la productividad", explica Pascual Parada, director Académico y de innovación de IEBS. En otras palabras, este concepto responde a todo lo relacionado con las tecnologías de robotización y sensorización, el Machine Learning o la Inteligencia Artificial. Conceptos que ya dominan el presente de algunas empresas. Juan Vera, CEO de Edosoft, define estos nuevos espacios como "aquellos altamente sensorizados, con un fuerte componente tecnológico, en los que conviven las personas con máquinas, robots, herramientas autónomas, etc".
Sin embargo, estos cambios no son del todo actuales, sino que se iniciaron hace tiempo. Vera indica que "como todo proceso de modernización y transformación, se alarga en el tiempo y requiere de superar diferentes fases para su total integración". En este sentido, la Industria 4.0 va seguida de transformación de productos, cambios y mejoras en las operaciones o incluso en los hábitos de consumo, pero sus beneficios son inmensos. Con ella, será posible aumentar la productividad hasta en un 25% en localizaciones individuales.
La Industria 4.0 se caracteriza por la transformación de productos
El objetivo de poner en marcha todo este proceso es, ni más ni menos, que fraguar un modelo de fábrica más inteligente en su forma de producir y fabricar, que tendrá como base la sostenibilidad. "Sin sostenibilidad no hay futuro", avisa Vera. Por su parte, Alberto Rodríguez de Lama, CEO de Mioti, explica que: "La liberalización del sector energético crea fábricas autosostenibles y las nuevas técnicas de fabricación y nuevos materiales favorecen la no generación de residuos y coste 0 para el medio ambiente". No obstante, si se cambia esta metodología, también arrastra el cambio en la definición tradicional de mercado, que lo obliga a situarse en esta misma línea, y también de las formas de organización. "La innovación en nuevas formas de producción es una acción vital para las fábricas del futuro", apunta Parada.
Dentro de la sostenibilidad, hay tres áreas a las que las empresas les tienen que dar toda la atención necesaria: medioambiental, económica y social. "Estos campos son los elementos más importantes dentro de la transformación del sector industrial", manifiesta Vera. Al final, todas las compañías intentan cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenibles, que son el punto de partida con el que comienzan algunas compañías a modificar su metodología. Para Andreas Koening, CEO de ProGlove, "la sostenibilidad será sin duda fundamental, y con razón. Los legisladores de todo el mundo presentarán nuevas leyes y reglamentos que las empresas tendrán que aceptar y cumplir".
Son tres las tecnologías que ya están marcando el presente de las compañías y obligan a llevar a cabo todos estos cambios: Inteligencia Artificial, 5G y el Internet of Things. Los ejemplos que ya se están viendo en algunas empresas son múltiples: uso de robots colaborativos que se dedican al proceso de producción de una fábrica, la inteligencia artificial para agilizar procesos y corregir errores o la tecnología para reducir la cantidad de residuos y contribuir al medioambiente. Lo que sí está claro es que ninguna de estas tecnologías está actuando de forma aislada, sino que unidas son capaces de provocar la disrupción en la mayoría de las empresas. Parada añade que: "El crecimiento vendrá por el control del dato, por la adquisición de nuevas ventajas competitivas centradas en él, es decir, por la adquisición y desarrollo de nuevas ventajas analíticas".
La sostenibilidad será la base de este nuevo modelo de fábrica más inteligente
Desde el IEBS ponen especial énfasis en la parte más sostenible, ya que "el valor de la sostenibilidad se convertirá en algo común" hasta tal punto de que "o se apuesta por la sostenibilidad o el mercado te hará perder", avisa Parada.
En esta misma línea, es necesario insistir en que estos cambios no son optativos, sino que deben llevarse a cabo en todas las empresas que quieran avanzar hacia el futuro. De tal forma que aquellas fábricas que no se actualizan a las nuevas tecnologías para ser más competitivas, cerrarán dejando huecos para nuevas fábricas más evolucionadas. Parada denomina este proceso como "destrucción creativa" y no está de acuerdo con aquellos gobiernos que ayudan a empresas que ya no aportan el valor que se requiere, ya que no dejan fluir dicho proceso.
Competencias más reclamadas
Si existe un cambio en la base de las empresas y su funcionamiento, inevitablemente estamos expuestos a una nueva demanda de competencias que poco tiene que ver con las actuales. Para ello, es condición sine qua non mejorar las instituciones formativas. Así, las compañías comenzarán a demandar en los próximos años perfiles con desarrolladas soft skills, como el trabajo en equipo, la colaboración, la resolución de problemas o la creatividad y destrezas tecnológicas.
Además de estas, Vera pone el foco en las llamadas habilidades STEM como las más importantes del futuro más próximo. "Son muchos los expertos que coinciden en que las habilidades científicas, tecnológicas, de ingeniería y matemáticas son el eje de esta revolución industrial", manifiesta el CEO de Edosoft. Para Iker Arce, CEO de The Bridge, las más importantes son "Inteligencia computacional, habilidades de programación básica, gestión de ciberseguridad, gestión de sistemas de eficiencia energética y gestión de talento".
Los expertos ponen el foco en las habilidades STEM como las más importantes del futuro
Andreas Koening considera que "la automatización y la inteligencia artificial son muy prometedoras, pero no me cabe duda de que el trabajador humano será indispensable".
Con el objetivo de que la formación nunca sea un problema, sin importar el periodo vital de cada persona, IEBS ha lanzado el concepto "Non Stop Learning", con el que pretenden divulgar la idea de que la formación permanecerá a lo largo de la vida. La máxima de esta escuela es "formar con pasión y de forma práctica" y así "analizar las fortalezas y debilidades de cada uno para personalizar la formación y darles un propósito", apunta Parada.
Sin embargo, son muchos los proyectos que hay a nivel formativo en estos campos. De hecho, la Unión Europea tiene en marcha lo que se conoce como el Certificado de Competencias Digitales o los Objetivos de Desarrollo Sostenible cuya misión principal está precisamente en fomentar una educación de calidad y promover una sociedad más innovadora y sostenible.