
En tan solo unos meses el Covid-19 ha acelerado las tecnologías digitales que han estado ahí desde hace tiempo, pero que hasta ahora muchas empresas no sabían ni que existían. Lo virtual está reemplazando a lo físico en todas partes: centros médicos, hospitales, oficinas de grandes y pequeñas empresas, lugares de reunión y entretenimiento, etc, de hecho, más de un 30% de las visitas a los médicos se harán por teleasistencia incluso después de la pandemia, según Vector ITC.
Asimismo, nuevas tecnologías como big data, robótica, ciberseguridad o blockchain, se sitúan como las herramientas clave del siglo XXI para luchar contra este tipo de crisis. En su informe Perspectiva del COVID-19: Tecnología e innovación contra el Coronavirus, la consultora Grant Thornton ha analizado la forma en que la diferentes tecnologías están contribuyendo a contener la crisis sanitaria y a minimizar su impacto en la actividad empresarial. Según sus conclusiones, el 53% de las iniciativas innovadoras desplegadas para ese fin han recurrido al big data y la inteligencia artificial, el 22% a la robótica y el 12% a la ciberseguridad. En tercer y cuarto lugar, se han situado el blockchain (11%) y los chatbots (2%).
Luis Pastor, socio director de Consultoría Tecnológica e Innovación de Grant Thornton, afirma que "en tiempos tan volátiles y con un alto grado de incertidumbre, el uso de las tecnologías más punteras es un recurso clave y un factor distintivo fundamental para los negocios, porque permite aprovechar la información para ayudar a los más afectados y prevenir mayores consecuencias".
Casos de uso
El estudio analiza qué usos de una serie de tecnologías ya están contribuyendo a reducir los tiempos de toma de decisión, a mejorar las competencias de los trabajadores y a predecir y solucionar situaciones problemáticas tanto a los sectores público y privado en muchos países.
La tecnología blockchain, por ejemplo, permite una mejor gestión del material sanitario al garantizar la trazabilidad de su cadena de suministro. Además, desde Vector ITC, destacan el servicio de esta tecnología en el seguimiento y la monitorización de datos de la enfermedad. Debido a su transparencia puede ofrecer respuestas informativas más eficientes y precisas. También se ha podido ver el uso de esta tecnología en el desarrollo de fármacos para combatir el virus, ya que debido a su rápido procesamiento de los datos se pueden detectar los síntomas antes de que la enfermedad se propague.
La inteligencia artificial es otra tecnología con múltiples usos en la lucha contra el COVID-19. Por ejemplo, la detección temprana de infectados, el diagnóstico rápido o el seguimiento de tratamientos. La combinación de sistemas de videovigilancia y cámaras térmicas asistidas por inteligencia artificial permiten por ejemplo tomar la temperatura o detectar a las personas que no llevan mascarilla en estaciones de metro o de tren, y las herramientas diagnósticas basadas en inteligencia artificial pueden determinar si alguien ha contraído o no la enfermedad en entre 15 y 20 segundos con un grado de exactitud del 96%.
Los drones también podrían usarse para mitigar el impacto del coronavirus, a pesar de que, normalmente, este dispositivo electrónico se ha empleado con un fin recreativo o como un recurso más propio del sector audiovisual. Esta pandemia ha servido para mostrar otros usos menos comunes del dispositivo controlado de forma remota, como el de recordar a los ciudadanos que deben permanecer en sus casas o pulverizar desinfectante en zonas potencialmente afectadas.
Por otra parte, desde Grant Thornton destacan el uso de robots para tratar directamente con los pacientes reduce el riesgo del personal sanitario evitándoles la posibilidad de contagio. Estos robots se pueden emplear en hospitales entregando alimentos, medicinas y otros productos a los enfermos en los pabellones de aislamiento mientras un operario les daría instrucciones en remoto. De esta forma, el contacto persona a persona disminuiría significativamente la propagación del virus. Otro uso de los robots podría ser el de desinfectar habitaciones, salas de espera y pasillos utilizando rayos ultravioletas.
En lo que respecta a las aplicaciones móviles la geolocalización puede ser un elemento clave en aras de facilitar la aplicación de medidas de control, por ejemplo, a los enfermos. Teniendo en cuenta que prácticamente cualquier ciudadano dispone de un móvil, dichos dispositivos se convierten en el foco idóneo para desarrollar aquellas ideas innovadoras que afecten directamente al usuario
Innovación en las oficinas
Pero las nuevas tecnologías también tienen mucho que decir en el trabajo y el ámbito laboral en la etapa poscoronavirus.
La adaptación de las instalaciones es el primer paso. La disposición de cámaras de temperatura en el acceso a los edificios, papeleras inteligentes que no requieren de contacto físico, así como robots limpiadores de desinfección, son algunas de las soluciones que las empresas pueden implementar.
Asimismo, se está experimentando con herramientas para el control de aforos en centros de trabajo, supervisar las distancias sociales entre trabajadores o con cámaras termográficas para registrar la posibilidad de que los empleados puedan padecer algún tipo de enfermedad.
Así, el control del aforo es una de las medidas que permitirá cumplir con la normativa de la distancia mínima establecida. Existen aplicaciones móviles que permiten al empleado reservar previamente su puesto en la oficina; de esta manera, la compañía puede limitar y gestionar el aforo de una forma efectiva. Además, estas apps pueden disponer de funciones adicionales como el control de acceso a la oficina e informar al trabajador el sitio que se le ha asignado y el recorrido que debe realizar.
De esta forma, la tecnología y la innovación ponen al alcance de los seres humanos soluciones que hace muy pocos años serían impensables. Facilitan la reducción del tiempo de toma de decisiones, mejoran las competencias de los trabajadores, permite predecir situaciones problemáticas y anticipar soluciones.