Evolución o involución. Defensores y detractores. ¿El 5G es peligroso para la salud o viviremos con él en un mundo hiperconectado y fácil? El 5G cambiará todo lo que depende de una conexión inalámbrica. Y eso es prácticamente todo. Con velocidades más de 10 veces más rápidas que las redes 4G o Wi-Fi (esto significa que una película de dos horas que tardaría seis minutos en descargarse en 4G, tardaría menos de cuatro segundos en descargarse en 5G), se supone que el 5G permite una amplia gama de tecnologías geniales, incluidos vehículos conectados y automóviles autónomos. Supuestamente, el 5G mejorará el rendimiento de nuestro teléfono inteligente y al mismo tiempo nos permitirá conectar más objetos al Internet de las cosas (IoT). Para 2025, habrá 1.200 millones de conexiones 5G en todo el mundo, según la GSMA, un organismo comercial de operadores de redes móviles globales.
5G proporcionará una "conectividad" prácticamente ubicua, de ancho de banda ultra alto y de baja latencia, no solo a los usuarios individuales sino también a los objetos conectados. Por lo tanto, se espera que la futura infraestructura 5G sirva a una amplia gama de aplicaciones y sectores, incluidos usos profesionales (por ejemplo, movilidad automatizada conectada, eSalud, gestión de energía, posiblemente aplicaciones de seguridad, etc.).
Las industrias habilitadas con 5G tienen el potencial de aportar 8 billones de dólares de valor a la economía global hasta 2030, según una nueva investigación de Nokia y Nokia Bell Labs. El informe 5G Business Readiness Report se basa en una encuesta sobre el grado de adopción de 5G entre las empresas de todo el mundo, para proporcionar una visión transversal del camino hacia el despliegue completo de 5G. Se pronostica que la pandemia de la Covid-19 incrementará aún más el potencial de creación de valor de 5G a medio y largo plazo, al acelerar la digitalización, especialmente entre los sectores menos avanzados en tecnología digital.
Asimismo, se desprende que las empresas con un avanzado grado de adopción de 5G fueron las únicas que experimentaron un incremento neto de la productividad (+10%) desde que empezó la crisis de la Covid-19, y son las únicas capaces de mantener o aumentar el compromiso de los clientes durante la pandemia.
Llevar toda la implementación a la práctica, conlleva algunos desafíos en el camino. Por ejemplo, en el ámbito de la salud. Se verá una mejora espectacular en la cirugía de precisión, la telemedicina, la cirugía remota e incluso la fisioterapia.Es más probable que las comunicaciones masivas de tipo máquina (MMTC, massive Machine Type Communication) jueguen un papel crucial en el sector de la salud. Con su ayuda, los hospitales podrían crear redes de sensores masivas que se pueden usar para monitorear a los pacientes, sus hábitos, comportamientos y actividades utilizando los sensores correspondientes en dispositivos portátiles, teléfonos inteligentes y múltiples dispositivos conectados.
De la misma manera, el transporte se verá condicionado por esta tecnología. Los fabricantes de vehículos están trabajando e invirtiendo para que los coches tengan cada vez mayor autonomía del conductor. Uno de los objetivos que se persiguen es asegurar una conducción fiable que proteja a quienes disfruten de estos automóviles y al resto de los usuarios de las vías, activos y pasivos, con la reducción del número de accidentes de tráfico. En los próximos años, su vehículo tendrá el potencial de brindar información sobre el rendimiento y también brindar información a los fabricantes de automóviles y conductores sobre las condiciones de la carretera o la seguridad. A prori, la autonomía de los "coches del futuro" podría hacer descender drásticamente la siniestralidad y, como consecuencia, se reduzca la prima del seguro del coche autónomo.
También, mejora la banda ancha. Es decir, las comunicaciones serán mucho más rápidas, navegaremos a mayor velocidad y podrá haber más dispositivos compartiendo la red. Una vez que 5G esté en pleno funcionamiento, no será necesario ningún tipo de cable o cable para ofrecer servicios de entretenimiento o comunicaciones a su dispositivo móvil.
Por otro lado, las últimas tecnologías industriales y robóticas querrán utilizar 5G para operaciones autónomas. También, en la industria aeroespacial y de defensa, donde esta tecnología será una forma de mejorar las comunicaciones de defensa global y de impulsar la tecnología de movilidad aérea urbana.
Implementación del 5G
Implementar el 5G no será fácil, pero para ello será necesario construcción de redes complejas y densas: las redes 5G serán significativamente más complejas que las redes actuales. Un componente de esta creciente complejidad es la necesidad de redes más densas. Las nuevas antenas 5G y hardware RAN, aunque potentes, cubren significativamente menos espacio en comparación con las macrocélulas 4G existentes. Esto significa que una cobertura similar requiere más hardware 5G y software de soporte, un número que se multiplica aún más a medida que el tráfico se mueve en el interior.
Para implementarlo será necesario construcción de redes complejas y densas
Asimismo, mantener bajos los costos de operación y mantenimiento: agregar el hardware necesario para las redes 5G puede aumentar significativamente los gastos de operación (OpEx). Por supuesto, estos costes van más allá del hardware en sí. Las redes deben configurarse, probarse, administrarse y actualizarse periódicamente, todo lo cual aumenta exponencialmente los gastos operativos.
Además, las redes 5G requieren una latencia determinista ultrabaja para funcionar correctamente. Si bien no es tan crítico para las aplicaciones de telecomunicaciones, es necesario para un mercado emergente de dispositivos que solo puede permitir un retraso de un milisegundo para las comunicaciones unidireccionales en toda la infraestructura. Las redes heredadas simplemente no pueden manejar esta velocidad y volumen de datos.
Barreras para la adopción
La brecha existente entre la toma de consciencia de los beneficios de 5G por parte de las empresas y sus niveles actuales de adopción, sugiere que hay notables barreras para su implementación.
1. Disponibilidad de los ecosistemas: Disponibilidad limitada de infraestructuras esenciales fuera de los centros urbanos
2. Educación y entendimiento: Muchas empresas no comprenden el 5G o no saben lo suficiente.
3. Conocimiento: La implementación de 5G no es una prioridad actual para las empresas.
4. Coste y complejidad: No se confía que las empresas puedan implementar las tecnologías necesarias.
5. Seguridad: La Comisión Europea prevé que el despliegue de las redes 5G aumente la exposición a ciberataques, ya que con unas redes 5G cada vez más basadas en programas informáticos, aparecerán más fallos de seguridad en los sistemas que podrán ser explotados.
Cómo es la etapa de implementación
A nivel mundial, los lanzamientos de redes 5G se están acelerando en todas las regiones. Los proveedores de dispositivos continúan lanzando nuevos teléfonos inteligentes listos para 5G y los consumidores han comenzado a experimentar velocidades de descarga móviles muy por encima de los 100 Mbps. A nivel mundial, las empresas ya están adoptando servicios de nube híbrida, que ven una combinación de nube pública, nube privada y entornos informáticos locales utilizados por la misma empresa. 5G ayudará a impulsar la adopción de la ventaja en este paradigma, ya que la tecnología permite aún más granularidad en la optimización de dónde se ejecutan las aplicaciones.
El 5G Business Readiness Model revela que en ocho economías (Australia, Alemania, Finlandia, Japón, Arabia Saudí, Corea del Sur, Reino Unido y Estados Unidos) el 50 % de las empresas se encuentra en un nivel medio de preparación para 5G, es decir, entre planificación inicial, ensayos e implementación; mientras que solo el 7% están clasificadas como maduras en 5G.
Pero existen variantes geográficas significativas; mientras el 13% de las organizaciones de Arabia Saudí y el 12% de las de Estados Unidos fueron calificadas como maduras para 5G, menos de 1 de cada 20 recibieron esa calificación en Alemania (3 %), Finlandia (2%) y Reino Unido (4%).
