
Mapfre aspira a ser una empresa neutra en emisiones de carbono a nivel internacional en 2030. Para ello, la compañía está poniendo en marcha una serie de acciones clave en materia medioambiental, con las que aspira a gestionar y reducir las emisiones de CO2 equivalente (CO2eq). En España y Portugal, en concreto, el objetivo de neutralidad se alcanzará a partir del año 2021, lo que se traduce técnicamente en la cancelación del 61% de las emisiones de gases de efecto invernadero del Grupo Mapfre a nivel global.
Para lograrlo, la compañía ha implantado medidas de ecoeficiencia en sus edificios para ahorrar energía, agua y papel; celebra eventos neutros, como las dos últimas Juntas Generales de Accionistas; adquiere energía que procede de fuentes 100% renovables, y ha puesto en marcha un proyecto de energía solar fotovoltaica en su sede de Majadahonda, en Madrid, para reducir su consumo eléctrico. También está fomentando la movilidad sostenible con distintas acciones, algunas para empleados, poniendo a su disposición diversas alternativas al transporte privado, como puestos gratuitos de recarga eléctrica de automóviles, autobuses para el transporte colectivo de los empleados y una oferta de venta de vehículos híbridos y eléctricos; y otras, para sus clientes, ofreciéndoles vehículos de sustitución cero emisiones y utilizando cada vez más vehículos taller cien por cien eléctricos y grúas híbridas en caso de asistencia en carretera
Mapfre no invierte en eléctricas cuyos ingresos dependan en más del 30% del carbón
El cambio climático y la transición energética hacia una economía descarbonizada también están en la agenda de Mapfre, y en este contexto la compañía está trabajando para reforzar sus modelos de análisis de riesgos ambientales, sociales y de gobernanza de forma integral, desde el negocio y como inversor. Aquí se enmarca el compromiso público de Mapfre de no invertir en compañías en las que el 30% o más de los ingresos provengan de energía producida a partir del carbón, y de no asegurar la construcción de nuevas plantas de generación de energía eléctrica que funcionen con carbón ni la explotación de nuevas minas. Destaca, además, un proyecto piloto de la ONU en el que Mapfre participa desde 2018 con el objetivo de evaluar el impacto que tiene el cambio climático e incorporar las recomendaciones de la Task Force on Climate-related Financial Disclosures (TFCD) en el sector asegurador.
Economía circular
Hablamos de un modelo que permite optimizar materiales y residuos, huye del actual sistema de usar y tirar y apuesta por la reutilización, la reparación, la reducción y el reciclaje, todo ello con el objetivo de dotar a los materiales de una segunda vida

Para poder convertirse en referente en este modelo de producción y consumo, la compañía se ha comprometido a minimizar la generación de residuos (papel, plástico, cartón y equipos electrónicos, entre otros) en todo el grupo y conseguir, el año que viene, la certificación Residuo Cero en el complejo de Majadahonda. Destaca el proyecto Mapfre Sin Plásticos, en el que en 2019 participó el 80% de los empleados en España y Portugal, y que ha logrado evitar el consumo de un millón y medio de botellas de plástico y de dos millones de vasos de un solo uso.
En 2019, Mapfre evitó el consumo de millón y medio de botellas de plástico y dos millones de vasos de un solo uso
Otro buen ejemplo de economía circular es Cesvimap (Centro de Investigación, Experimentación y Formación sobre el Automóvil de Mapfre), que diseña métodos de reparación de vehículos de manera sostenible, contribuye a la mejora del diseño de los coches para que sean más seguros y fácilmente reparables, y proporciona una segunda vida a miles de piezas de vehículos declarados siniestro total. En este sentido, la entidad, a través de Cesvi Recambios, ha ahorrado hasta el momento más de 47.500 toneladas de CO2 y ha generado un ahorro anual de 825 toneladas de cristal y 1.200 toneladas de plástico en los talleres de Mapfre en España.
Presente un año más en el DJSI
Mapfre vuelve a figurar por tercer año consecutivo en el Dow Jones Sustainability World Index, uno de los barómetros mundiales más importantes para medir el desempeño de las empresas en materia de sostenibilidad y RSC.

La compañía, que ha obtenido un punto más que el año pasado, recibe de nuevo así el reconocimiento de un índice muy competitivo en el que este año han participado más de 2.500 compañías, las más grandes del mundo por capitalización, pero al que han accedido sólo 323, de las que únicamente 19 son españolas. Este nuevo hito demuestra que Mapfre lleva 87 años trabajando con un fuerte compromiso con las personas y el planeta y contribuyendo al desarrollo del tejido social y empresarial de los países en los que está presente, más allá de la excelencia y la rentabilidad del negocio. En 2019, el grupo aprobó el Plan de Sostenibilidad 2019-2021 donde se desarrolla este compromiso de una manera articulada basada en tres dimensiones, ambiental, social y de gobernanza, y en una estrategia de negocio centrada en políticas de inversión responsable y en una selección del riesgo basada en la low-carbon economy.
Cooperación para cuidar el planeta
La compañía ha lanzado recientemente #lapartequenostoca, un concepto dirigido a las personas y basado en acciones, en hechos, que representa la parte que nos toca a cada uno, los miles de gestos que suman al objetivo común de proteger al planeta y construir un presente y un futuro para las personas. El claim, que vertebra toda la comunicación en sostenibilidad de la compañía, representa justamente ese compromiso de todos para sumar al objetivo común de construir un mundo más sostenible, es decir más justo, más próspero, más ético, más igual, más diverso, más colaborativo y más ecológico.
