
La empresa, primer consumidor final de energía renovable eléctrica de España, promueve la compra y producción de energías verdes tanto en sus instalaciones como en sus trenes. El Grupo lleva años sumando esfuerzos para limitar y evitar las consecuencias del calentamiento global.

El tren es el modo de transporte de viajeros y mercancías más eficiente en términos de consumo de energía y de emisiones de dióxido de carbono. Sin embargo, ser la empresa líder del medio de transporte colectivo que menos contamina no es solo una suerte, sino también una responsabilidad para Renfe.
De este modo, Renfe trabaja desde todos los ámbitos para actuar en la mitigación del cambio climático, una implicación que el pasado año se materializó en el Plan Director de Lucha contra el Cambio Climático, firmado en colaboración con Adif. El plan, que se estructura en cuatro líneas estratégicas -gestión de la energía, eficiencia energética, descarbonización y cultura- pretende reducir cerca de 10 millones de toneladas de dióxido de carbono en 2030, así como alcanzar un ahorro de más de 250 millones de euros en costes externos.
Para ello, Renfe ha puesto en marcha numerosas iniciativas en los ámbitos de eficiencia energética, reducción de emisiones y movilidad sostenible.
La empresa, primer consumidor final de energía renovable eléctrica de España, con más un 2,6 por ciento del total, promueve la compra y producción de energías verdes tanto en sus instalaciones como en sus trenes, de los cuales el 80 por ciento funciona con renovables. Además, Renfe ha llevado a cabo la renovación de su flota, incorporando sistemas de eficiencia integrados en los modos de conducción automática.
Renfe ha reducido su huella de carbono por unidad transportada en un 88% desde 1990
En materia de emisiones, Renfe ha reducido su huella de carbono por unidad transportada en un 88 por ciento desde 1990. A las ventajas ambientales que supone viajar en tren, el Grupo lleva años sumando esfuerzos para contribuir desde el sector ferroviario a limitar y evitar las consecuencias del calentamiento global. En este sentido, la compañía opera con trenes cero emisiones, eléctricos y ecológicos, que son capaces de transportar un gran número de viajeros o mercancías con escaso consumo energético.
Colaboración público-privada
La apuesta de Renfe por la sostenibilidad se refleja también en los proyectos, nacionales y europeos, en los que la empresa participa. Entre estos se encuentran su incorporación a la asociación Grupo Español de Crecimiento Verde (GECV), formada por empresas convencidas de que crear valor y prosperidad pasa por abordar los retos medioambientales. La misión de esta plataforma es fomentar la colaboración público-privada en materia de mitigación y adaptación al cambio climático, descarbonización de la economía o fomento de una economía circular.
Asimismo, la compañía participa en la iniciativa empresarial europea lanzada en el marco de la Semana Europea de la Movilidad Sostenible -celebrada el pasado mes de septiembre-, suscrita por consejeros delegados de 180 empresas e inversores de la Unión Europea y a través de la cual se aboga por fijar objetivos más ambiciosos en materia de reducción de emisiones de dióxido de carbono.
En este contexto, Renfe se ha adherido también al Urban Mobility Challenge, una competición de entidades comprometidas con la movilidad sostenible desarrollada por la plataforma online Ciclogreen y cuyo objetivo es fomentar la movilidad sostenible en las ciudades. De esta manera, mediante una aplicación móvil y una plataforma web, se pueden contabilizar los kilómetros recorridos por cada empresa participante, para calcular después las emisiones de dióxido de carbono e incluirlas en un ránking general de empresas.
Este proyecto va en línea con una de las misiones principales de la empresa, la de convertirse en el centro de una cadena logística y un sistema de movilidad más sostenibles. Gracias a acciones como incluir el billete de Cercanías gratuito en los billetes de Ave y Larga Distancia, favorecer el transporte de bicicletas en los trenes o promover la movilidad entre distintos tipos de transporte público con el tren, Renfe se sitúa como un actor clave en la lucha contra el cambio climático desde el sector del transporte en España.
La movilidad sostenible también pasa por garantizar el cuidado de los ecosistemas. Por sus elevados niveles de seguridad, el transporte de mercancías peligrosas por ferrocarril constituye un elemento clave para la protección de plantas y animales, ya que evita que esos trayectos se lleven a cabo en otros tipos de transporte con mayor riesgo de accidente, como camiones pesados. En este sentido, Renfe transporta 1,8 millones de toneladas de mercancías peligrosas anualmente, lo que equivale a retirar de la carretera unas 60.000 circulaciones de camiones de este tipo.
Compromiso rentable
Pero, además, Grupo Renfe ha demostrado que el compromiso con el medioambiente es rentable. De este modo, el aumento del uso de electricidad de origen renovable en 2019 por parte de Renfe Mercancías supuso a la sociedad un ahorro de 350 millones de euros por costes externos.
Renfe Mercancías evitó el pasado año la emisión a la atmósfera de 1 millón de toneladas de dióxido de carbono
La cifra, que representa un incremento del ahorro del 37,5 por ciento respecto al alcanzado en 2018, supone también que esta división del Grupo evitó el pasado año la emisión a la atmósfera de 1 millón de toneladas de dióxido de carbono.
Con el objetivo de seguir revalidándose como un proveedor fundamental de sostenibilidad en la industria del transporte, la compañía trabaja de manera continua en la puesta en marcha de iniciativas en línea con su política ambiental, basadas en el cumplimiento de la legislación ambiental y los compromisos adquiridos de forma voluntaria, la difusión y puesta en valor de las ventajas ambientales del ferrocarril como medio de transporte y la gestión de los aspectos ambientales existentes en la relación entre infraestructura y operación.
El tren, el transporte más verde
El transporte ferroviario es el más respetuoso con el medio ambiente. En España, como en todo Europa, el sector transporte es responsable de alrededor del 26 por ciento del total de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), causantes principales del calentamiento global. Sin embargo, de este porcentaje, solo el 0,3 por ciento proviene del transporte por tren.
En este sentido, los vehículos de Renfe se caracterizan tradicionalmente por tener una vida útil de hasta 40 años y por llegar al 98 por ciento de materiales reutilizables usados en su construcción.
Además, su fabricación y mantenimiento se lleva a cabo de la manera más sostenible posible, buscando reducir el uso de energía y de materiales, a lo largo del amplio ciclo de vida de los propios vehículos.
Por otro lado, los nuevos trenes que Renfe irá incorporando a su flota en los próximos años contarán con sistemas de gestión inteligente de renovación del aire, fluidos refrigerantes de nueva concepción respetuosos con el medio ambiente, ventanas que minimizan el impacto de las ondas calóricas en el interior del tren, cubiertas exteriores de color blanco y con tratamiento anticalórico e iluminación interior tipo LED regulable e inteligente, con la cual se prevé ahorrar un 75 por ciento del consumo energético.