Toda estrategia que aspire a mitigar el cambio climático pasa por el cambio en el mix energético. Así, dentro de la Unión Europea (UE), el llamado marco sobre clima y energía para 2030 establece, entre otros objetivos vinculantes, que el 32% del consumo total de energía final para toda la región provenga de fuentes renovables.
Además, la Comisión Europea actualizó hace un año su hoja de ruta hacia la descarbonización de la economía, fijando el compromiso de lograr la neutralidad en carbono en el año 2050. En el borrador de Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) 2021-2030, España hace suya esa meta, que exigirá "una reducción de las emisiones brutas totales de gases de efecto invernadero (GEI) del 90% respecto a 1990".
La misión de Holaluz, "conseguir que el mundo se mueva 100 por cien con energía verde", entronca directemente con este desafío. La compañía española ha transformado el sector en apenas nueve años de vida, con una apuesta tan diferencial como decidida por el autoconsumo energético, considerado una pieza clave en el camino hacia la descarbonización.
En efecto, Holaluz está liderando la implantación del autoconsumo en España. A día de hoy es la única comercializadora 100% verde que ofrece proyectos llave en mano: se ocupa del estudio, la instalación, la legalización y el trámite de las subvenciones, así como de la gestión de los excedentes. La tecnológica de energía verde también fue la primera en montar una instalación de autoconsumo compartido, sentando un precedente en el sector.
La compañía española ha transformado el sector en apenas nueve años de vida, con una apuesta decidida por el autoconsumo energético
La aprobación, en octubre del año pasado, del Real Decreto Ley 15/2018, favoreció un creciente interés por la generación de energía para uso doméstico. La principal novedad de este real decreto, y la que más ha ayudado a este crecimiento de la demanda, es la derogación del llamado impuesto al sol, el cargo que se imponía al autoconsumidor por la energía generada y consumida en su propia instalación.
Además, se estableció entonces una nueva definición de autoconsumo, que reconocía por primera vez la plena validez del autoconsumo compartido y posibilita -aunque no detalla su implantación- la compensación simplificada, un sistema que permite descontar de la factura de la luz los excedentes, es decir, la energía sobrante que producen las placas solares y que no puede consumirse en el momento.
Una de las consecuencias más evidentes de este impulso es que España se ha convertido en el quinto país europeo en potencia solar fotovoltaica, con 6.255 megavatios (MW) instalados a 31 de septiembre, según datos de Red Eléctrica, lo que representa un 3% de contribución al mix eléctrico nacional. Una cifra que vuelve a colocar a nuestro país en la dirección correcta para relanzar una tecnología que debería alcanzar en 2030 los 27 gigavatios (GW) de nueva potencia, según el borrador del PNIEC. El interés creciente por el autoconsumo en nuestro país se refleja en la ejecución de un elevado número de proyectos que, según las estimaciones del sector, podrían suponer del orden de entre 300 y 400 nuevos megavatios de potencia instalada a finales de 2019.
Una 'nube' de electricidad
Asimismo, Holaluz se ha convertido en la primera empresa eléctrica del mercado español en adelantarse a la compensación simplificada con el lanzamiento de Holaluz Cloud. En este caso, Holaluz guarda en la nube la energía producida y no consumida que generan las instalaciones. El cliente la consume cuando la necesita y el ahorro se refleja en la factura de luz mensual. Por el momento, ese ahorro es un importe mensual fijo personalizado en base a la instalación y el historial de producción y consumo eléctrico.
Aunque, en palabras de Carlota Pi, cofundadora de la compañía, el propósito de Holaluz no es transformar el sector, sino cambiar el mundo, lo cierto es que su irrupción sí ha supuesto una pequeña revolución en el panorama energético en España. Su propuesta se basa en tres pilares básicos. El primero, ya citado, es la oferta de energía limpia comprada directamente a productores independientes y verdes certificados por la CNMC: un 44% de eólica; un 24% de valorización energética -la energía que contienen algunos residuos, como el papel o los restos orgánicos; un 16% de biogás; un 9% de fotovoltaica; un 6% de biomasa y un 1% de hidráulica. Holaluz ofrece también gas como un servicio complementario a los clientes de luz, así como una tecnología de transición hasta que toda la energía eléctrica sea renovable y los clientes se puedan autoabastecer.
Precios acordes con el planeta
El perfil tecnológico de la compañía se deja notar también en la política de precios, que sitúan al cliente en el centro -los dos pilares restantes-. Holaluz ha sido pionera en la introducción de una tarifa plana de luz ilimitada -la Tarifa Justa-, fruto de un "pacto entre el cliente, Holaluz y el planeta". La compañía informó en septiembre de 2019 de que, en solo diez meses de funcionamiento, su Tarifa Justa había supuesto un crecimiento en el número de clientes del 35%.
La cuota personalizada se adapta a los hábitos y necesidades de cada hogar. El importe se calcula en base a los datos de consumo y, gracias a la gestión interna de esta información, Holaluz ofrece una cuota con todo incluido (impuestos también) que permite a los clientes olvidarse de la gestión energética de su casa y evitar imprevistos. Con un consumo responsable, los clientes disfrutan de la energía que necesitan y cuando la necesitan, sin penalizaciones ni sobrecostes por límites horarios o de consumo.
La compañía informaba también de que el 77% de los clientes de la Tarifa Justa había cumplido el "pacto", y que un 40% de ellos obtendría una rebaja en la cuota del segundo año.
Hacia el millón de clientes
Las cifras dejan claro que la filosofía que llevó en 2010 a Oriol Vila, Ferran Nogué y Carlota Pi a sumar fuerzas para crear Holaluz está calando cada vez más en la sociedad. La compañía suma hoy más de 220.000 clientes y está presente en todos los códigos postales de España. El ritmo de crecimiento es de 500 clientes nuevos al día y 50 instalaciones de placas solares cada semana. Para finales de 2023 aspira a llegar al millón de clientes y 50.000 instalaciones. Su facturación el año pasado fue de 180 millones de euros.
En febrero de 2018, Holaluz se convirtió en la primera eléctrica europea en obtener la certificación B Corp, un movimiento global de más de 3.130 compañías en 70 países y 150 sectores cuyo objetivo es dar visibilidad a compañías que, más allá de generar ganancias económicas, innovan para maximizar su impacto positivo en los empleados, en las comunidades donde sirven y en el medio ambiente.
Asimismo, la tecnológica de energía verde selló en mayo de 2018 un acuerdo con la Asociación Nacional de Productores de Energía Fotovoltaica (Anpier), para que sus más de 5.000 socios se beneficien de unas condiciones especiales tanto en la representación de plantas fotovoltaicas, como en los contratos de suministro eléctrico asociados a las mismas. La alianza afianzó a Holaluz en el campo de las renovable y le ha permitido triplicar su capacidad de crecimiento en clientes.
De igual forma, su acuerdo estratégico con Tesla, firmado en junio de 2018, ha reforzado su propuesta en el ámbito del autoconsumo, además de convertir a Holaluz en instalador certificado de las baterías inteligentes de Tesla para toda España.
Salida a bolsa
Holaluz está ultimando su salida a bolsa, enmarcada en la ronda de financiación abierta para obtener recursos para ejecutar su plan de crecimiento. El consejo de administración aprobó en octubre de 2019 la la colocación de una parte del capital de la empresa en el Mercado Alternativo Bursátil (MAB). A la fecha de cierre de este especial, se esperaba que la operación se llevase a cabo a finales del mes de noviembre.
Actualmente cuenta en su accionariado con la firma española de asesoría y de inversión Axon Partners, que efectuó una inversión de 4 millones de euros en 2016, y la entidad de previsión social sectorial Geroa, que aportó 10 millones de euros en 2019.
En la operación de salida a bolsa, JB Capital Markets actuará como global coordinator y GVC Gaesco, como banco colocador. Adicionalmente. Uría & Menéndez Baker & McKenzie ejercen de asesores legales de la operación, Impulsa Capital de asesor registrado e EY de auditor.