
La hipótesis más reciente sobre el punto de inicio de la historia de la humanidad nos sitúa hace 300.000 años en el norte de África. Exactamente, tres mil siglos de historia compartida en los que, de manera cíclica, la humanidad ha pasado por eventos de gran dureza e impactos.
No cabe duda que, en el siglo XXI, podríamos mencionar unos cuantos de estos traumas colectivos. De hecho, todavía estamos inmersos en el último, algunos temerosos, otros esperanzados, ante el futuro incierto que parece acompañarlo. Un futuro incierto para el que las instituciones educativas tenemos el deber de preparar a nuestro alumnado, dotándolo de las herramientas necesarias para dar respuesta a las nuevas necesidades que nos plantea este nuevo entorno, tanto en lo laboral como en lo social. Y para eso, en ESIC no entendemos un camino que no sea el de transformar la propia Escuela.
Creemos firmemente en la necesidad de cambiar la foto fija de la enseñanza: un aula, sillas, pizarra, alumnado y profesor. Por eso, hemos apostado por incorporar la tecnología como parte del modelo docente. Hemos diseñado una nueva metodología con una nueva forma de relacionarnos con nuestro alumnado. Incluso por un nuevo entorno en el que llevar todo esto a cabo, nuestra nueva Business School.
En ESIC hemos apostado por incorporar la tecnología como parte del modelo docente
Con todo ello, queremos ser ejemplo para nuestro alumnado de que el reverso de la palabra "crisis" es "oportunidad". Porque solo cuestionarse las viejas certezas y adoptar nuevas tendencias y métodos serán claves para liderar la formación del presente y del futuro. Porque el aprendizaje debe ser un reto de transformación, y abordarlo de este modo supone la adquisición de habilidades de enorme importancia para el futuro profesional y personal.
Y sobre todo, porque quién sabe cuáles serán los golpes que nos depara el futuro como sociedad. Y en todos ellos, como antes, como ahora, la Educación jugará un papel fundamental para contar con personas capaces de enfrentarse a ellos, superarlos y trabajar en un mundo mejor.
Escrito por: Antonio Martín, Decano de ESIC Business School