La pandemia ha impactado en todas las facetas de la vida. Una de las que más perjudicada se está viendo es el empleo, pero, al mismo tiempo, está ofreciendo diversas oportunidades. Y es que situaciones como las vividas durante el confinamiento, han potenciado y acelerado la demanda de profesiones y habilidades que ya estaban despuntando.
Es el caso del universo tecnológico. Los expertos coinciden en señalar que las profesiones que más se demandarán a raíz del coronavirus son las relacionadas con robótica, especialistas en e-commerce, ciberseguridad, marketing digital o programación. De hecho, según los datos de LinkedIn, el puesto con mayor demanda el pasado mes de junio fue el de ingenieros de software.
Asimismo, desde Randstad prevén que la influencia de la tecnología supondrá la evolución de muchas formas de trabajo, de tal modo que, en los países de la OCDE, el 30% de los empleos se modificarán mientras uno de cada siete trabajos actuales directamente desaparecerá. En este sentido, el estudio Flexibility at Work de la compañía de recursos humanos destaca que, a pesar de la importancia de la tecnología en la economía actual, más del 25% de las grandes empresas de la OCDE están teniendo dificultades para encontrar determinados perfiles tecnológicos.
Robótica, ciberseguridad o programación serán algunas de las profesiones más demandadas
Además de estos perfiles, otras áreas como la de la salud o la industria alimentaria también saldrán reforzadas de esta crisis. Precisamente, en el ámbito sanitario desde Adecco señalan como se prevé que repunten los empleos enfocados a tareas que tienen que ver con mantener los protocolos de higiene y seguridad como es el caso de los controladores de temperatura, los sanitarios preventivos (diseño de nuevos protocolos de seguridad) o los desinfectadores de ropa y espacios.
En este contexto, lo que será imprescindible, como apuntan desde Randstad, es la necesidad de aumentar el esfuerzo e inversión para desarrollar las habilidades de los trabajadores, ya que la economía actual está precisando cada vez más de perfiles transversales y que sepan adaptarse a las necesidades que el empleador pueda tener en cada momento.
Las 'skills' preferidas
Las profesiones no son lo único que va a vivir una transformación. Las habilidades que se demandarán para los profesionales en el ámbito laboral también están virando con la pandemia. Así, según el Foro Económico Mundial (WEF), un 54% de los trabajadores del mundo necesitará actualizar sus habilidades antes del año 2022. Para muestra un botón. El estudio Tendencias anuales de RR.HH. 2020-2021 de Randstad expone que, por ejemplo, para un gerente, la capacidad más deseada es la de adaptarse a las cambiantes demandas del negocio, con un 62%; mientras que en la edición anterior el TOP 1 era ocupado por ser capaz de motivar e inspirar a otros, con un 68%; opción que ahora llega al 61%.
"Hoy más que nunca las evaluaciones irán de lo soft a lo hard, es decir, primero se pondrán a prueba aptitudes como la capacidad de análisis y de resolución de problemas de los candidatos, una competencia que en nuestro estudio llega al 56% entre las skills más demandas en mandos medios y altos; seguida por la posibilidad de construir relaciones confiables (51%), tener visión de futuro (39%) y potencial para innovar e impulsar la creatividad (36%)", señalan desde la firma.
Por tanto, conceptos como resiliencia, flexibilización, proactividad o creatividad van copando los primeros puestos de la lista. En este sentido, la combinación de conocimientos técnicos con habilidades emocionales, como la empatía o la inteligencia emocional, van a ser cualidades muy valoradas en los procesos de selección.
"Las competencias transversales siguen siendo primordiales, pero en unas circunstancias difíciles, marcadas por la pandemia y la incertidumbre, las competencias digitales que implica el teletrabajo, junto con la versatilidad y la capacidad de adaptación, cobran mayor importancia", señala Mihaela Enache, profesora de los Estudios de Economía y Empresa de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC). Ahora, más que nunca, la reconversión laboral y la readaptación son vitales.