Especial Ecoaula

La universidad se adapta a la "nube" con críticas de alumnos y docentes

  • El alumnado demanda soluciones alejadas de tecnologías más rígidas y obsoletas
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A las aulas universitarias no se vuelve hasta septiembre. Pero el coronavirus irrumpió en nuestras vidas para poner patas arriba todos los sectores, incluido el de la educación superior. Las universidades han tenido que lidiar con problemas de conexión, adaptabilidad a nuevos sistemas tecnológicos, formación del profesorado, refuerzo de los sistemas de seguridad contra los ciberataques, implementación de nuevas aplicaciones para impartir docencia… Son muchas las universidades que han estado haciendo un gran esfuerzo por "salvar" el cuatrimestre o el año escolar, sobre todo después de que Manuel Castells, el ministro de Universidades, dijera que "Ningún alumno perderá el curso por esta pandemia". Pero la realidad es que ha habido muchos fallos en la implementación del sistema digital en las aulas, porque ni los propios estudiantes ni los docentes estaban realmente adaptados a este nuevo modelo. Las críticas por parte de los estudiantes han sido, sobre todo, porque los docentes subían solo PDFS, Power Points, demasiados trabajos individuales y en grupo y un exceso de tareas a realizar. Por ejemplo, los alumnos de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) han manifestado quejas en cuanto a la resolución de dudas por parte del profesorado. "Si no entiendes algo de los apuntes te dicen que busques en la bibliografía que te adjuntan. No podemos encontrar esos libros en Internet ahora mismo", manifiesta una estudiante de la UCM. Asimismo, la adaptación a lo 100% digital también ha supuesto una dedicación mucho mayor de horas para los docentes.

Las instituciones de educación superior tienen el reto para el curso que viene adaptarse a las posibilidades que tiene la educación digital. No solo colgar los materiales como repositorio en la nube o realizar videoconferencias como forma de comunicación entre el profesor y el alumno. Lo que se demanda por parte del alumnado son soluciones alejadas de tecnologías más rígidas y obsoletas.

Sergie Robles, profesor titular de la asignatura "Redes" en el grado en Ingeniería Informática de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) indica que "la intención nunca ha sido convertir la docencia a una versión a distancia, como la que hacen algunas universidades como UNED o UOC, ya que esto requeriría una adaptación de materiales y metodología no asumible con los recursos y tiempo disponibles. El reto era realizar nuestra docencia, habitualmente presencial, de una manera remota que pudiese seguirse desde casa". En el caso de la UAB, para la realización de las clases, han seguido la metodología habitual, pero reemplazando las sesiones presenciales por videoconferencias grupales en las mismas franjas horarias que ya tenían. La herramienta institucional que se les facilitó fue Microsoft Teams. Las sesiones de teoría y problemas, ahora convertidas en videoconferencias, son gravadas y puestas a disposición de los estudiantes en el campus virtual de la universidad. Si un estudiante no puede asistir a alguna sesión, siempre puede ver la grabación para no perderse ninguna explicación, aunque recomiendan la asistencia en directo.

En el caso de la Universidad de León, el hecho de contar con una plataforma de campus virtual como Moodle, utilizada desde hace ya varios años, ha permitido una adaptación rápida al nuevo escenario de docencia no presencial. Desde aquí, indican que "se ha hecho un cambio de timón importante. La inversión realizada en tecnologías para la docencia online y la amplia formación adquirida por los profesores y alumnos en este tipo de tecnologías les permitirá adaptarse con celeridad a cualquier escenario". Además, aseguran que "actualmente no estamos afrontando el desarrollo de un modelo de formación online, sino que más bien un proceso de enseñanza a distancia de emergencia. Este proceso supone un "restyling" integral de lo planificado. Así, se requieren cambios significativos que han de realizarse tras un proceso de reflexión".

Por ejemplo, en la Universidad Autónoma de Madrid, en apenas dos semanas las conexiones diarias a su plataforma docente (Moodle) y a los sistemas de videoconferencia implicaban a más de 20.000 personas. Para lo que han tenido que reforzar los recursos de computación para las aulas virtuales y crear una página web aglutinando una amplia batería de recursos técnicos y metodológicos para facilitar la docencia no presencial. Juan Antonio Huertas Martínez, vicerrector de Docencia, Innovación educativa y Calidad de esta universidad confía "en que la crisis de la Covid-19 sirva para acelerar dos procesos que serán clave para el desarrollo de nuestra sociedad: la incorporación de más y mejores herramientas digitales que complementen nuestra sólida formación presencial; y una apuesta más ambiciosa para dotar de más recursos a la universidad pública".

Se contratan servicios para supervisar exámenes. Un negocio en auge

Rafael Robaina Romero, rector de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, indica que en su universidad se han incorporado "medidas de mejora en el Campus Virtual para evitar o minimizar las incidencias derivadas de la multiplicación de la carga habitual de uso, lo que ha exigido que la institución haya multiplicado por cuatro los recursos que dan soporte al Campus Virtual". Asimismo, destaca que "la actividad de la universidad recuperará la normalidad, pero dejará incorporados a sus protocolos los requisitos exigidos para su funcionamiento en tiempos de crisis, sea pandémica o de otro tipo. E incrementará notablemente su capacidad elearning y extenderá esta modalidad de enseñanza a ámbitos que hasta el momento se han desarrollado tradicionalmente en la modalidad presencial".

Por su parte, la presidenta de la Universidad a Distancia de Madrid, UDIMA (primera universidad online privada que abrió sus puertas en Españ), Arancha de las Heras, afirma que "se ha confirmado la utilidad de la formación online para el aprendizaje y la transmisión de conocimientos".

Arturo de las Heras, presidente del CEF.- Centro de Estudios Financieros, escuela de negocios que sí ha tenido que transformar su formación presencial a online, agrega que "la prueba de que el modelo no presencial ha venido para quedarse es que, de un día para otro, los estudiantes de todo el mundo han probado nuevas herramientas para dar clase".

Asismismo, Arturo de las Heras, presidente del CEF.- Centro de Estudios Financieros, escuela de negocios que ha tenido que transformar su formación presencial a online, agrega que "la prueba de que el modelo no presencial ha venido para quedarse es que, de un día para otro, los estudiantes de todo el mundo han probado nuevas herramientas para dar clase, donde es posible la interacción entre estudiantes y profesores". En este punto valora "el esfuerzo realizado por los profesores, muchos de los cuales nunca antes habían impartido sus clases por videoconferencia, y que, con ilusión y espíritu de servicio, supieron adaptarse al día siguiente de declararse el confinamiento".

Ambas instituciones, han querido poner en valor el esfuerzo de los docentes y han creado "Docentes en Casa", una plataforma docente colaborativa en la que se comparten en abierto recursos, experiencias y/o conocimientos, con el objetivo de ayudar a profesores de otros centros presenciales, fundamentalmente de colegios, en la tarea de impartir su docencia desde casa.

En esta misma línea desde la Universidad Pablo de Olavide en Sevilla, su vicerrector de Postgrado y Formación Permanente, Miquel A. Gual, destaca que "con esta crisis que nos ha obligado a realizar un esfuerzo en la adaptación forzosa a la enseñanza online, habremos conseguido también, con carácter general, que el profesorado se haya percatado de las mejoras significativas que nos pueden aportar las herramientas para las enseñanzas online".

Por otro lado, la evaluación de los alumnos es una de las cosas que plantea más dudas. Más allá de las típicas chuletas en papel, copiar se ha sofisticado a nivel digital, pero a la vez, las universidades han contratado servicios para supervisar exámenes. Un negocio en auge.

La Universidad de Oviedo grabará a los alumnos a través de la webcam del ordenador y el que se niegue a ser supervisado con la citada cámara o a ser grabado, salvo que existan causas que lo justifiquen, equivaldrá a su inasistencia a la prueba y, en consecuencia, será calificado como no presentado. La orientación de la cámara puede abarcar una parte o toda la estancia donde se realice la prueba y se aconseja al alumno que informe de la realización del examen al resto de persona que convivan con el alumno.

La actividad recuperará la normalidad, pero dejará incorporados  sus protocolos TIC

La Universidad de Granada plantea la realización de las pruebas con supervisión de videoconferencia. A lo que el alumnado ha contestado que existen alumnos que no disponen de las herramientas necesarias para la realización de dichas pruebas, como videocámaras, creando una desigualdad a la hora de ejercer su derecho a examinarse. Por su parte, la resolución de la CRUE (Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas) rechaza el el uso de herramientas de "proctoring" (vigilancia automatizada basada en el reconocimiemnto facial o biométrico, la imagen y el sonido); establece la obligación del alumnado de identificarse convenientemente; admite la posibilidad de grabación de las evaluaciones desarrolladas a través de videoconferencia (exámenes orales); y permite el uso de sistemas de videoconferencia sin grabación durante las de pruebas escritas síncronas.

El profesor Robles indica que en la evaluación se pueden diseñar sistemas de comunicación que se salten los mecanismos que ha podido analizar de "proctoring", o supervisión remota y garantía de la identidad. "La solución que escogimos finalmente fue la realización de una prueba escrita, diseñada para poder hacer con apuntes e incluso con la información disponible en Internet, que debían entregar en un tiempo limitado, ajustado al nivel de dificultad de la prueba. Los ejercicios estaban parametrizados en función del número de estudiante que tienen asignado por la universidad y que aparece en sus carnets universitarios". De esta manera, cada estudiante tiene una versión diferente de examen que tiene una solución y una manera de resolverse únicas.

Medidas contra la brecha digital universitaria

No todos los estudiantes han tenido el mismo acceso a esta "nueva educación del presente". Existe aún una brecha digital entre los universitarios, aunque Castells considera que es "un mito creado" en los últimos años. Según sus datos, el 91,4% de los hogares tiene ordenador y el 100% de los alumnos móvil, "que no sirve para los exámenes pero sirve para obtener información", ha añadido. En el caso de Galicia, el número de personas con ordenador baja al 85%. "Hay brecha digital porque hay brecha en la igualdad social, pero hay menos desigualdad tecnológica que social", afirmaba el ministro.

Para poner remedio a esta desigualdad, las universidades se han volcado con sus alumnos para prestarles ordenadores. Ha sido el caso de la Universidad Rey Juan Carlos (Madrid); la de Murcia; la de Cantabria; la de Almería; la de Las Palmas de Gran Canaria, la de Málaga, que también convocó becas de emergencia destinadas a la obtención de datos de telefonía móvil para el seguimiento de la enseñanza; la Universidad de Zaragoza que también ha prestado, tarjetas SIM, routers WIFI y módems USB; la Jaume I de Castellón, quien ha habilitado un servicio de préstamo de ordenadores y de tarjetas 4G para la conexión a internet; la de Almería ha concedido 116 ayudas para el préstamo de portátiles y tarjetas de datos hasta final de curso; la de Sevilla, en colaboración con la Junta de Andalucía, ha convocado hasta 2.000 ayudas para bonos digitales (tarjetas SIM con una capacidad de 40 Gb mensuales); por su parte, la de Castilla-La Mancha ha dado un paso más allá y ha enviado directamente los equipos y tarjetas de datos en los propios domicilios de los estudiantes.

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