España

Firmas con apellido propio que tienen la cabeza en el mercado

Los bajos tipos de interés y una renta variable alcista aumentan las opciones para buscar financiación por parte de las firmas familiares que buscan la disciplina del mercado para crecer.

En un contexto de bolsa alcista y de tipos bajos (que abaratan las emisiones de bonos corporativos) tiene sentido que las compañías familiares españolas estén buscando fuentes de financiación alternativas a la bancaria.

Este tipo de empresas ha acudido en múltiples ocasiones al capital riesgo, una opción que, según comentan fuentes del mercado, no les satisface, ya que ese tipo de inversores entra a corto plazo: pone su capital para desaparecer del accionariado en unos años. Nada que ver con el enfoque largoplacista de las empresas con un núcleo familiar.

"Cada vez más compañías son conscientes de que tienen que abrirse a nuevas fuentes de financiación para crecer", explica Cristina Cruz, profesora de empresa familiar de IE Business School. Y muchas de ellas están sondeando a fondos que puedan entrar en su capital en lo que podría ser un primer paso para una futura salida a bolsa, añade.

Las empresas familiares miran más hacia el mercado, sí, pero éste también mira más hacia ellas y surgen nombres como Calvo, Gullón, Freixenet, Pikolin, Osborne, Pascual... "Al igual que España mira hacia el exterior, diversos fondos europeos ya están buscando empresas familiares españolas en las que invertir", apunta Cristina Cruz.

Según José Luis Jiménez, director general de March Asset Management, "la crisis ha supuesto un gran cambio; después de una época de excesos el dinero mira ahora hacia este tipo de compañías, que ofrecen una mayor sostenibilidad y una mayor alineación de intereses con los inversores". Ahora bien, ¿qué compañías familiares de nuestro país podrían, en base a su crecimiento en los últimos años, plantearse dar el salto al mercado? ¿Y qué valor alcanzarían en él?

Dónde se esconde el valor

Fuentes del sector hacen referencia hasta a diez y, entre ellas, la que más valor alcanzaría sería Grupo Fuertes (es el segundo accionista de Sacyr, con una participación del 5,8%). Este holding murciano dedicado principalmente al sector agroalimentario facturó el año pasado más de 1.400 millones de euros y, teniendo en cuenta el multiplicador de ventas al que cotizaron las diez compañías más grandes del sector, la compañía alcanzaría un valor de mercado cercano a los 3.500 millones de euros (superaría a firmas como Gamesa, Atresmedia o Catalana Occidente).

Con una plantilla de más de 5.000 personas, una de las empresas más conocida que recoge bajo su marca es ElPozo Alimentación, así como Fripozo o las Bodegas Luzón. Precisamente ésta última consiguió a principios de marzo un acuerdo con COFCO para distribuir en exclusiva sus vinos en China, siendo la primera bodega de España en obtener este tipo de contrato con la sociedad estatal china.

La opción de salir a bolsa, según ha comentado en varias ocasiones Tomás Fuertes, presidente del grupo, es algo que estudiarán en el futuro. Por otro lado, es importante aclarar que las valoraciones realizadas en este reportaje son aproximadas y preliminares, ya que se han efectuado en base al dato de ventas, no al que suele utilizarse, el beneficio bruto (ebitda).

El salto a ser empresa cotizada

Otros de los grupos que tienen cualidades para ser una empresa cotizada, según fuentes del sector, es la castellano-manchega Incarlopsa, dedicada a la producción y elaboración de productos cárnicos (es uno de los proveedores de Mercadona). Con una facturación de poco más de 500 millones, alcanzaría un valor de mercado de 1.200 millones (siempre teniendo en cuenta los múltiplos de ventas a los que cotizó la decena de firmas más grandes del sector). Nacida en 1978 de la mano de los hermanos Loriente Piqueras, la empresa se encuentra presente en todo el ciclo de producción, desde la cría de los animales hasta la elaboración de los productos terminados.

"La abundancia de liquidez en el mercado financiero y la falta de alternativas de inversión hace que la demanda latente por nuevas empresas sea importante y, por ello, empresas familiares atractivas pueden tener la oportunidad de salir al mercado para obtener liquidez, para realizar plusvalías o simplemente para pasar la propiedad a otros accionistas porque no haya relevo generacional", señalan fuentes de BEKA Finance.

Otra de las firmas que podría saltar al parqué es Cidacos, fundada en 1940 en Autol (La Rioja), que se dedica a la fabricación y comercialización de conservas vegetales en general. Sus productos están presentes en más de 40 países, siendo su punto de partida la empresa china Weishan Ciway Food, de la que tomaron una participación del 60 por ciento en 1999. Con unas ventas de 221 millones de euros el año pasado, su valoración en mercado, para estar en línea con el sector, superaría los 500 millones de euros.

Los casos de Valor y Lacasa

Entre 200 y 300 millones sería la capitalización que lograrían la valenciana Chocolates Valor y la aragonesa Lacasa si optasen por ser empresas cotizadas. La primera de ellas, tiene más de 130 años de historia y está presente en más de 45 países (en 2014 la cifra de negocio se aproximó a los 100 millones de euros). Por su parte, Lacasa tiene bajo su nombre productos tan conocidos como Lacasitos o Conguitos. Fue Antonio Lacasa, el bisabuelo de los actuales propietarios, el encargado de comenzar este proyecto hace más de 150 años en Jaca (Huesca).

Cascajares es otro de los nombres que surgen si se habla de empresas preparadas para salir a bolsa. Es conocida sobre todo por su conocido capón (una variedad de pollo de corral) y prevé facturar 9 millones de euros en el ejercicio 2014, aún no finalizado. La empresa, fundada por Alfonso Jiménez Rodríguez-Vila y Francisco Iglesias con 160.000 pesetas cuando tenían 19 años, saltó a la fama en 2004.

Los actuales reyes de España eligieron al restaurante Jockey, cliente de Cascajares, para el banquete de su enlace, y el menú nupcial incluyó precisamente el conocido capón. "Pasamos de facturar 1 millón de euros en 2002 a 6 millones en 2005", explican fuentes de la empresa. Además, añaden que sí se han planteado una posible salida al parqué en el futuro, aunque no es algo que estén poniendo en marcha. Pero, si cotizase a los mismos múltiplos que sus comparables, valdría en mercado 22 millones.

Por último, la asturiana Sidra Mayador, con una facturación de 7,1 millones en 2014, es la más rezagada del grupo analizado. Su valor en bolsa ascendería a 17 millones de euros. La familia Busto, propietaria de la empresa, recibió el mes pasado el Premio Familia Empresaria que concede anualmente la Asociación Asturiana de Empresa Familiar. Actualmente, la gerente de Mayador es Consuelo Busto, segunda generación de la saga: fue su padre, Manuel Busto, quien en 1939 abrió un lagar para la elaboración y comercialización de sidra natural, el germen de Mayador.

Los expertos consultados hacen, no obstante, hincapié en que la empresa familiar española sigue teniéndole respeto a la bolsa. En palabras de José Luis Jiménez, director general de March Asset Management, "les asusta; son empresarios muy implicados en su negocio y si la empresa se encuentra en una buena situación quieren dejársela a la siguiente generación".

Cristina Cruz, del IE, añade que "les da miedo abrir el capital, son compañías obsesionadas con el control. Y esa obsesión con frecuencia limita las alianzas, las joint ventures y otro tipo de operaciones que favorecerían su crecimiento".

WhatsAppFacebookTwitterLinkedinBeloudBluesky