
Cepsa ha puesto en marcha sus planes para emitir bonos que dejó a un lado cuando frenó su salida bolsa. La petrolera ha decidido dar ahora un primer paso para colocar 500 millones de euros en el mercado, aunque sus planes iniciales estaban en cerca de 1.000 millones de euros.
Carlyle, el fondo estadounidense que acaba de entrar en la petrolera, ha pedido que se alarguen los vencimientos de su deuda. Para ello, la compañía ha puesto en marcha esta colocación después de haber recibido oficialmente su calificación crediticia.
Las tres agencias han situado la nota de la petrolera controlada por Mubadala, el fondo soberano de Abu Dhabi, dentro del considerado grado de inversión, con una calificación para Moody's de Baa3 (perspectiva estable), de BBB- (perspectiva positiva) para Fitch y de BBB- (perspectiva estable) para S&P.
Cepsa, que es la primera vez que solicita estas calificaciones crediticias, destacó que está calificación de grado de inversión contribuirá a la optimización de su estructura de capital, "abriendo la posibilidad de acceder a los mercados de capitales de deuda para diversificar sus fuentes de financiación y afrontar su crecimiento futuro".
Así, señaló que las calificaciones ofrecen a los mercados financieros una referencia "clara y una evaluación independiente de la solvencia financiera actual y a medio plazo de la compañía, aportando mayor transparencia al mercado".
El pasado noviembre, el consejero delegado de Cepsa, Pedro Miró, ya confirmó que el grupo estaba en conversaciones con las agencias de rating para evaluar su solvencia, un paso previo y necesario para lanzarse al mercado de bonos.
Cepsa ha contratado a varias entidades financieras para poder avanzar en la colocación. BNP Paribas, BBVA, HSBC, CaixaBank y Mizuho y el lunes comenzará la presentación a los inversores interesados en la misma en Londres.