
Naturgy está llevando a cabo una fuerte reducción de plantilla. La compañía gasista empleará a cerca de un 25% menos de personal en 2022, alrededor de 5.000 personas, por los procesos de desinversión de activos, prejubilaciones y bajas incentivadas que está llevando a cabo desde el año 2017 y que pretende culminar en 2022.
La compañía ha puesto en marcha un proceso de bajas incentivadas que afectará del orden de 1.600 a 1.800 personas en los próximos cinco años. Por el momento han salido de la compañía unas 450 personas dentro de este plan, que no tiene ningún coste para el erario público, y se espera que sigan produciéndose a este mismo ritmo durante los próximos ejercicios.
Según los datos que hace públicos la propia compañía en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la plantilla media se situaba a principios de 2017 en 17.926 personas y se cerró el año con 15.774 personas, es decir, 2.152 empleados menos que abandonaron la compañía principalmente por los procesos de desinversión realizados. A lo largo del primer semestre de 2018, la reducción ha sido de 1.292 personas, lo que supone que en total ya han salido de la empresa 3.444 trabajadores.
La empresa aspira a rejuvenecer la plantilla y a tener una menor masa salarial
A partir de ahora la empresa ya no espera muchas salidas por las desinversiones y seguirá avanzando con el plan de bajas incentivadas y prejubilaciones, que afectará a los trabajadores mayores de 55 años. La empresa aspira a rejuvenecer la plantilla y a tener una menor masa salarial. El proceso se está realizando sin conflictividad laboral. De hecho, los sindicatos no han hecho pública ninguna queja al respecto, por el momento.
Naturgy tiene previsto realizar en el periodo desinversiones por 3.000 millones de euros y ya ha logrado desprenderse de activos por 2.700 millones, lo que deja la cantidad restante a pequeñas operaciones y principalmente a la salida de una serie de mercados no estratégicos.
Tras abandonar Sudáfrica, Kenia, Colombia o Italia, donde se concentraba también la mayor parte de estos empleos, la compañía dejará previsiblemente República Dominicana, donde cuenta con dos pequeñas centrales (Palamera y La Vega) y Costa Rica (La Joya y Torito). La empresa también podría abandonar Puerto Rico, donde posee un ciclo combinado, un terminal de GNL y una participación en Ecoeléctrica y puede analizar posibilidades sobre el negocio de comercialización de gas en Europa.
Naturgy ha cifrado en 500 millones los ahorros a realizar en la parte corporativa -principalmente gracias a los ajustes laborales- así como un fuerte incremento de su nivel de digitalización, pero los expertos del sector consideran las metas muy ambiciosas y difíciles de conseguir.
El nuevo consejo de administración de Naturgy acordó repartir 6.900 millones en dividendos entre sus accionistas en el período, un aumento del 59%. Este compromiso además puede aumentarse si no encuentran oportunidades de compra en los próximos años. La compañía se ha dado un margen de 2.000 millones adicionales para realizar estas adquisiciones, lo que le otorga una capacidad de hasta 10.000 millones. Por contra, si no lo consigue acometerá un plan de recompra de títulos que decidirá anualmente por 400 millones si así lo propone el consejo y lo acepta la Junta, lo que podría elevar la retribución al accionista hasta los 9.000 millones.
La empresa aspira a alcanzar un ebitda total de 5.000 millones, que Reynés considera conservador, y un beneficio neto de 1.800 millones al final del periodo. El grupo reducirá el ritmo inversor desde los 1.900 millones de media del periodo 2015 a 2017 a 1.700 millones de media anual de 2018 a 2022.
Negocios independientes
Naturgy está dividiendo su actividad en unidades de negocio plenamente operativas y con capacidad financiera propia.
La compañía está ajustando también la disposición de su caja para reducir su endeudamiento. De este modo, la empresa dejará en manos de cada una de sus unidades de negocio la financiación de sus actividades. Esta situación también permite llegado el caso desprenderse rápidamente de cualquiera de estos negocios. La reducción de costes, el incremento de la retribución a los accionistas y la rebaja de la deuda están premiando los títulos de la compañía en bolsa. La gasista ha visto cómo sus acciones se revalorizan del orden del 20% desde la llegada de Francisco Reynés a la empresa. La llegada del nuevo presidente ejecutivo además se ha visto acompañada por la entrada de algunos de los grandes fondos que estaban en Abertis como es el caso de Capital Group o de inversiones familiares como la realizada por la familia catalana Godia, que ha permitido además reforzar el capital de CaixaBank en la entidad.
Cerrará el Museo de Arte Contemporáneo de A Coruña
La Fundación Naturgy prevé el cierre de su Museo de Arte Contemporáneo en A Coruña, según han confirmado fuentes consultadas por Ep, una medida que tanto desde la Xunta como desde el ayuntamiento herculino han lamentado este martes. De hecho, ya no hay programación de actividades para el año que viene en el museo. "No es una buena noticia", han señalado desde la Conselleria de Cultura, que han precisado que están trabajando para que la colección "quede en Galicia". En concreto, han explicado que están en conversaciones con Naturgy "para que estos fondos queden en Galicia mediante un comodato o préstamo, por un mínimo de 25 años y renovable". De esta forma, han precisado, Naturgy mantendría la propiedad "y la Xunta sería la usufructuaria". Además, la Conselleria de Cultura incide en que trabajará para contribuir a buscar una solución para unas colecciones "que, sin duda, representan un bien cultural que debe ponerse a disposición de los gallegos".