Londres
Naturgy, la antigua Gas Natural Fenosa, ha acordado repartir un dividendo de 6.900 millones hasta el año 2022, lo que supone un incremento del 59% que puede ir incluso más allá si la empresa no encuentra oportunidades de inversión. La compañía se ha dado un margen de 2.000 millones adicionales para compras, pero si no localiza oportunidades cada año realizará una recompra de acciones por 400 millones de euros, lo que elevaría la retribución al accionistas hasta los 9.000 millones.
Según lo previsto en el Plan Estratégico 2018-2022, que ha presentado en Londres, para este primer año del plan, la compañía espera incrementar la retribución de sus accionistas en un 30%. La todavía gasista realizará tres pagos de dividendo. En el primer semestre se entregará el 20%, en el tercer trimestre el 35% y después de la junta general de accionistas el 45%, además, la empresa ha marcado claramente las cantidades a repartir para los próximos años.
Según explicó el presidente de Naturgy, Francisco Reynés, este ejercicio se realizará un pago en julio de 0,95 euros por acción, que incluye dos de estos desembolsos, y en noviembre de 0,45 euros, lo que supone una retribución total de 1,30 euros, es decir, un incremento del 30% ya para el primer ejercicio. Para los siguientes años el ritmo de incremento será del 5% anual. El pago se realizará íntegramente en efectivo.
Con el reparto de dividendos previsto, CVC y los March se llevarán 1.384 millones de euros, así como GIP, mientras que Criteria recibirá 1.683 millones, Sonatrach recibirá 262 millones y Capital Group un total de 207 millones. Es decir, los principales accionistas se repartirán 4.916 millones en dividendos en estos próximos cinco años y los restantes 1.984 millones irán a manos de los restantes 100.000 accionistas.
En lo que respecta a la inversión, Naturgy destinará 8.400 millones de los que ya tiene identificadas oportunidades por un total de 5.300 millones. La mayor parte de esta inversión irá destinada a infraestructuras en los negocios de gas y electricidad que recibirán el 36% de la inversión y el 27% que irá a Latinoamérica.
A gas y electricidad destinarán una inversión de 2.700 millones para lograr 1.700 millones de ebitda. A infraestructuras en EMEA se dedicarán 2.300 millones para lograr 1.600 millones de ebitda mientras que las infraestructuras de Sudamérica recibirán la misma inversión pero aportarán un ebitda menor de 1.200 millones y en Norteamérica se invertirá 1.000 millones para alcanzar los 400 millones de ebitda, la mayor parte en México.
La empresa aspira a alcanzar un ebitda total de 5.000 millones que Reynes considera conservador y un beneficio neto de 1.800 millones al final del periodo.
Ritmo inversor
El grupo reducirá el ritmo inversor desde los 1.900 millones de euros de media del periodo 2015 a 2017 a 1.700 millones de media anual de 2018 a 2022, gracias a que la inversión en mantenimiento será menor al ser más eficiente gracias en parte a los procesos de digitalización.
La deuda de la antigua Gas Natural se situará en 16.400 millones de euros de manera estable durante todo el periodo y apenas esperan un incremento del coste de esta deuda del 3,5% en 2017 al 3,6% en 2022.
Naturgy confirmó también desinversiones por 3.000 millones, tal y como ha adelantado elEconomista, de los que únicamente les queda por realizar 300 millones de euros que les permitirá salir de cerca de 20 países. La compañía se encuentra en un proceso de venta de sus activos en Moldavia que sigue abierto, al que sumarán Costa Rica, Italia o las recientes ventas en Sudáfrica o Kenia.
La empresa además pondrá en marcha un importante plan de ahorro de costes que permitirá rebajar el presupuesto anual de la corporación desde los 636 millones de 2017 a menos de 100 millones en 2022, es decir, cerca de 2.500 millones menos.
Naturgy se convertirá en 2022 en una empresa cuyo principal negocio será el eléctrico, que ya representará como poco el 50%, y el peso del gas se reducirá desde el 57% actual al 40%, al tiempo que crecerá el área de servicios que irá del 3 al 10%.
La empresa además seguirá la tendencia y aumentará el peso de su negocio regulado del 52% al 70% de 30 geografías a menos de 10. España también perderá peso en la compañía ya que pasará a suponer el 57%.
Depreciación de activos
Naturgy además acomete una revisión del valor de sus activos que se traduce en un ajuste no recurrente de 4.900 millones antes de impuestos de aplicación en el primer semestre del año, lo que no tendrá impacto en la remuneración a los accionistas. Este movimiento supone el primer gran ajuste de la valoración de activos en España, lo que mete presión al resto de empresas del sector y supone dejar a cero el fondo de comercio de los activos de generación tradicional.
Naturgy adoptará también un ambicioso plan de digitalización en el que se quiere pasar a un 80% de nivel de sensorización y control remoto desde el 56% actual. La compañía aspira a alcanzar los 20 millones de contratos repartidos al 50% entre España y Latinoamérica, a los que se les ofrecerá un mayor acceso a exigentes, movilidad, almacenamiento, generación distribuida o contadores inteligentes.
Pérdidas contables
El primer año de Naturgy se cerrará con unas pérdidas del orden de 3.000 millones por el ajuste de valoraciones realizado, no obstante, la empresa aplicará una revalorización de Nedgia que supondrá llevar cerca de 9.000 millones de euros a reservas, lo que facilita el pago del dividendo este ejercicio.
La empresa quiere reducir el número de geografías para centrarse en electricidad y algo menos en gas, como ya adelantaba este diario. "No estamos obsesionados con ser los más grandes sino con ser los que más valor aportemos" aseguró Francisco Reynes.
