La ola de frío prevista para los próximos días en Francia no pondrá, en principio, en peligro la seguridad del suministro eléctrico del país. El plan de acción del operador galo Réseau de Transport d'Electricité (RTE) planea importar electricidad principalmente de España, y si fuese necesario pedir a grandes conglomerados industriales que reduzcan su consumo durante los días de mayor frío.
Otra de las opciones es importar electricidad de Alemania, que tiene previsto incrementar con fuerza su producción en los próximos días por la llegada de fuertes rachas de viento, según informan desde la agencia Reuters.
RTE espera un consumo máximo de alrededor de 93.000 megavatios por hora el martes por la noche, de los cuales 91.000 serán abastecidos con electricidad producida en Francia.
El resto vendrá de las importaciones, principalmente de España, donde habrá mucho menos frío, y de Alemania, donde la producción de electricidad se verá impulsada por los fuertes vientos. España es uno de los países con un mayor coste para la electricidad, pero su capacidad de generación es grande, de hecho, una de los componentes que encarecen la electricidad en España es la sobrecapacidad del sector.
"No esperamos problemas con el suministro eléctrico", según fuentes de RTE consultadas por Reuters. La firma espera que las importaciones sean aproximadamente entre 2.000 y 3.000 MW por hora. La capacidad de importación total de Francia es de alrededor de 8.700 MW.
Por si acaso...
En caso de que el consumo supera la capacidad de importación y de producción, RTE está en contacto con 22 gigantes industriales para que reduzcan su consumo energético si fuese necesario. Otra opción es reducir la tensión de la red o realizar interrupciones temporales en ciertas zonas del país.
Por otro lado, se ha decidido retrasar las interrupciones planificadas para las operaciones de mantenimiento de los reactores de Gravelines 6 y Tricastin 4. Se había planeado una desconexión de estos reactores para el 24 de febrero para las operaciones de mantenimiento de reabastecimiento de combustible.
En Francia, casi un tercio de los hogares dependen de la electricidad para usar su calefacción, por lo que la demanda de energía es muy sensible al cambio de temperaturas. Se estima que una caída de un grado corresponde un aumento de la demanda de 2.400 MW, lo que equivale a la producción de dos reactores nucleares de alta potencia.