
Comienza el nuevo "curso escolar" y las eléctricas ya se han llevado el primer sobresalto. Los valores de todos los grupos energéticos que cotizan en el Ibex 35 sufrieron pérdidas moderadas a mediados de septiembre, con caídas de entre el 1,75 por ciento y el 3,15 por ciento en Bolsa, dejándose cerca de 3.000 millones en capitalización en un solo día. El culpable de esta situación ha sido el informe que el banco de inversión estadounidense Goldman Sachs ha elaborado acerca del impacto qué tendrá en los ingresos de las compañías del sector los próximos recortes que planea el Gobierno en materia energética. Descargue gratis el último número de elEconomista Energía
El informe identifica tres factores que podrían afectar a las empresas españolas a partir de 2020, en base al contenido de las reuniones que la entidad mantuvo días antes con representantes del Ministerio de Industria, que -según recoge el informe- reiteraron su intención de aplicar el marco regulatorio existente en el periodo 2020-2025, con ajustes importantes que afectarán al transporte y la distribución, las renovables y el mercado mayorista de electricidad, y que todavía no habrían sido descontados por los mercados.
En el caso de las redes de distribución, el informe de Goldman Sachs señala que los recortes podrían ser de hasta el 40 por ciento entre 2020 y 2025, con rentabilidades que bajarían del 6,5 por ciento al 4 por ciento. El "pronóstico" del banco estadounidense no es nuevo, ya que va en línea directa con lo establecido en el artículo 14 de la Ley del Sector Eléctrico de 2013, que dice que la retribución de las actividades de transporte y distribución "se fijará en base a una rentabilidad razonable por periodos de seis años (hasta el 31 de diciembre de 2019), teniendo en cuenta el rendimiento de los bonos del Estado a 10 años más un diferencial de 200 puntos básicos".
Si tenemos en cuenta que el interés del bono ha sufrido una caída notable desde 2014 (un 65 por ciento) y que la intención del Gobierno -según ha declarado en diversas ocasiones- es no tocar el diferencial, la rentabilidad caerá, pero de forma paulatina, ya que la variación de la tasa de retribución financiera no podrá ser superior en valor absoluto a 50 puntos básicos. Según el informe de Goldman Sachs, el recorte en la distribución impactaría con más fuerza en REE y Endesa, cuyos beneficios podrían bajar un 26 por ciento y un 16 por ciento, respectivamente, en 2025.
Renovables: un tercio menos de rentabilidad
Otro de los negocios que, según el banco, se verá afectado por los ajustes del Gobierno es el de las renovables. El informe señala que su rentabilidad podría reducirse en un tercio a partir de 2020. Al igual que para las redes de distribución, la Ley del Sector Eléctrico fijó, en 2013, una rentabilidad razonable para las renovables por periodos de seis años (hasta diciembre de 2019), teniendo en cuenta el rendimiento de los bonos del Estado a 10 años más un diferencial de 300 puntos básicos. Como, según recoge Goldman Sachs en su informe, el bono estará en el 2 por ciento en 2020, la rentabilidad bajaría del 7,5 por ciento al 5 por ciento a partir de esa fecha.
En base a los datos aportados, el impacto en las ganancias de las compañías energéticas a partir de la implementación del actual esquema regulatorio para las energías renovables, supondría una caída media del 2 por ciento, siendo Acciona (con un 5 por ciento) la más afectada, ya que los recortes afectarían a los parques eólicos que aún cuentan con incentivos.
A pesar de que los tiros apuntan en esa dirección, desde el Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital han señalado que no conviene adelantarse a los acontecimientos porque todavía quedan dos años para proceder a la revisión de la rentabilidad razonable de las instalaciones renovables y todo puede pasar. Lo que el ministro de Energía, Álvaro Nadal, tiene muy claro es que esta revisión contribuirá a reducir la factura de la luz entre un 5 por ciento y un 10 por ciento, un tema prioritario para el responsable de la cartera de Energía.
El tercer factor que el banco estadounidense considera que afectará a las 'utilities' españolas a partir de 2020 es la caída de los precios del mercado mayorista eléctrico. La puesta en marcha -antes de 2020- de nueva capacidad renovable a partir de la entrada en operación de los algo más de 8.700 megavatios adjudicados en las subastas celebradas en España entre 2016 y 2017 -equivalentes al 8 por ciento de la generación-, podría provocar una caída de los precios de la electricidad del 10 por ciento entre 2019 y 2025, en comparación con los niveles actuales, debido a la presión de precios en el mercado.
Recordemos que la primera subasta para introducir nueva energía renovable en el sistema eléctrico se celebró en enero de 2016 con el resultado de 700 megavatios adjudicados -500 megavatios para eólica y 200 megavatios para biomasa-. En la segunda subasta, celebrada en mayo de este año, se repartieron 3.000 megavatios -2.979 megavatios de eólica, 1 megavatio para solar fotovoltaica y 20 megavatios para otras tecnologías-. La tercera subasta, en julio pasado, se saldó con la adjudicación de 5.037 megavatios -muy por encima de los 3.000 megavatios inicialmente previstos- de los que 3.909 megavatios corresponden a instalaciones fotovoltaicas y 1.128 megavatios a parques eólicos.
Ante este panorama, el banco aconseja prudencia a los inversores en sus movimientos en el mercado español. Incluso recomienda vender los activos de empresas como Red Eléctrica de España (REE), Gas Natural Fenosa y, especialmente, los de Endesa y EDP, manteniéndose neutral en el caso de Iberdrola, Acciona y Enagás.
Según el informe de Goldman Sachs, los beneficios de las empresas energéticas españolas entre 2020 y 2025 podrían reducirse entre un 8 y un 32 por ciento -un 15 por ciento de media- que afectarían especialmente a Endesa -con un 15 por ciento menos-, Iberdrola -un 11 por ciento menos- y Gas Natural Fenosa -un 10 por ciento menos-.
El hecho de que el informe se hiciera público ha levantado una gran polvareda en el sector y ha provocado cierta inquietud entre los accionistas de algunas empresas. "Si de lo que se trata es de alcanzar una cierta seguridad jurídica y de que los inversores sigan apostando por el mercado energético español, explican fuentes del sector, éste no es el camino".
Al mismo tiempo que el informe de Goldman Sachs, también saltó a la palestra un informe de la agencia de calificación crediticia Moody´s sobre los riesgos de las empresas energéticas españolas. En él se señala que las subastas de renovables celebradas en nuestro país han reducido, por un lado, los precios de la electricidad -algo positivo para la viabilidad del sistema-, pero han aumentado, por otro lado, los costes y la exposición al riesgo de las empresas adjudicatarias de los proyectos, ya que todas ellas pujaron con los mayores descuentos permitidos, estando más expuestas a los riesgos del mercado.