Energía

Enagás cambia su 'modus operandi' para bajar el precio del gas y de la luz

  • Su política de compras en MibGas provocaba un encarecimiento artificial

Enagás está cambiando el modo en que opera en el mercado mayorista de gas (MibGas) para evitar que los precios de este hidrocarburo y, de un modo indirecto, los de la electricidad, sean más altos de lo necesario; hasta ahora daba demasiadas señales a los demás agentes, que aprovechaban para maximizar sus beneficios inflando los precios.

Cumpliendo con la normativa europea, desde el 1 de octubre, las compraventas de las comercializadoras en MibGas deben reflejarse físicamente en el volumen de gas del sistema, de modo que al cierre de las sesiones diarias las posiciones de cada una coincidan con el nivel de hidrocarburo; en la jerga sectorial se dice que tienen que estar balanceadas. En el caso de que no sea así, se les aplican unas tarifas disuasorias y, cuando los desbalances superan unas bandas de tolerancia y se amenaza el equilibrio del sistema gasista -porque falta o sobra gas-, Enagás debe actuar.

Enagás es el gestor técnico del sistema y como tal tiene que acudir a MibGas a comprar o vender gas -acciones de balance en la jerga sectorial- al objeto de recuperar el equilibrio, es decir, no comercia para hacer negocio, sino para garantizar que todo funciona correctamente; entre octubre y enero ha llevado a cabo 59 de dichas acciones, 56 de compra y tres de venta.

"Exacerbar" los precios

Durante el subidón de precios de la luz del pasado enero, Álvaro Nadal, ministro de Energía, anunció que su departamento, a petición de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), estaba tomando medidas para mejorar el funcionamiento del mercado de gas: "Básicamente consisten en que grandes operadores que compran y venden gas, especialmente Enagás, que es el transportista, no lo hagan en los momentos peores del mercado. Es decir, cuando Enagás compre tiene que tener la suficiente precaución para no comprar cuando todo el mundo también lo está haciendo y exacerbar las subidas de precios", dijo en las Cortes.

En el sector se considera que Nadal exageró la situación, pero, efectivamente, la CNMC, cumpliendo con su función de vigilar el buen comportamiento de los mercados, había detectado varias disfunciones en MibGas a raíz de la implantación del sistema de balance y había emitido una Resolución con medidas para corregirlas.

Tras un análisis del primer mes y medio de operación del nuevo sistema, la CNMC constataba que el precio del mercado era mucho más volátil y que había subido notablemente, nada menos que un 21,1%, influido también por una mayor demanda de gas para generar electricidad.

Profundizando en el análisis, la CNMC encontró hasta 13 elementos técnicos que mejorar y que le competen a ella, a MibGas, al Ministerio y, sobre todo, a Enagás: resulta que los agentes del mercado conocían de antemano cuándo iba a realizar acciones de balance -lo detallaba en su página web- y esos días se registraba un mayor número de ofertas de venta, porque todo el mundo sabía que tenía que comprar el gas fuera cual fuese su precio; incluso había comercializadoras que únicamente vendían gas a la hora en la que Enagás había anunciado su participación. Y el resultado era que el precio final era sistemáticamente más elevado.

Para evitarlo, la CNMC ha recomendado a Enagás que diversifique sus acciones de balance entre la subasta que hay en la apertura de las sesiones de MibGas y el resto del día, y que actúe en el mercado con mayor frecuencia, comprando cantidades menores de hidrocarburo cuando resulte necesario para estabilizar el sistema. Enagás ya está aplicando estas recomendaciones, entre otras, como mejorar la información a los agentes.

Impacto en la electricidad

En el sector hay consenso de que las recomendaciones de la CNMC, entre las que se incluye la subida de los recargos por desbalance, contribuirán a reducir la volatilidad y el precio de la molécula y, a la par, el de la electricidad.

Aunque el volumen de gas negociado en MibGas es muy pequeño en comparación con el consumo total -menos del 5%-, su precio refleja la correlación existente entre la demanda de los ciclos combinados para generar luz y el precio que éstos marcan en el mercado mayorista de la electricidad, como se demostró durante la pasada ola de frío.

La razón estriba en que la demanda de los ciclos combinados es mucho más dinámica que la industrial o la doméstica y, por lo tanto, es la que más debe acudir a MibGas para cubrir sus desbalances diarios. Durante la ola de frío de enero, el uso del hidrocarburo para generar luz subió un 50% en relación a enero del año anterior.

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