Energía

La crisis de Abengoa hunde los bonos de Isolux Corsán y FCC a mínimos

  • La deuda del grupo andaluz reduce su precio un 75% en diez días

La locura que se impone en la cotización de las acciones A y B de Abengoa, sumidas en una montaña rusa histórica desde que el pasado 25 de noviembre anunciara la declaración del preconcurso voluntario de acreedores, se ha extendido igualmente a los bonos que el grupo que preside José Domínguez Abascal tiene en circulación. Y esto, a su vez, ha traspasado las fronteras del grupo andaluz para hundir los precios de las emisiones de deuda de otras empresas que actúan en sectores similares y que presentan altos niveles de endeudamiento. Los casos más acusados son los de Isolux Corsán y, en mucha menor medida, FCC. Otras constructoras, como ACS, Ferrovial, Sacyr y OHL, al menos por el momento, esquivan la crisis de Abengoa.

La emisión de bonos de Abengoa por 500 millones de euros con vencimiento en marzo de 2016 redujeron su precio más del 3%, hasta los 15,98 euros, su suelo histórico. El rendimiento anual, por el contrario, se disparó hasta el 1.538,7%. El 24 de noviembre, un día antes de que declarara el preconcurso, la deuda corporativa del grupo andaluz fijaba su precio cerca de los 64 euros y sólo dos semanas antes alcanzaba los 93,4 euros, con un rendimiento del 173,8 y del 27,3%, respectivamente.

De esta forma, en la última semana, los bonos de Abengoa con vencimiento más próximo han rebajado su precio un 75% (desde el 10 de noviembre la caída asciende al 83%).

Este desplome tiene su prolongación en la deuda corporativa de Isolux Corsán, cuyo elevado nivel de apalancamiento (cercano a los 1.600 millones al cierre del tercer trimestre, frente a un resultado bruto de explotación -ebitda- de 115 millones) ha llevado al grupo que preside Luis Delso a acometer una fuerte reestructuración con la separación de sus activos concesionales a su socio PSP y las ventas de su filial T-Solar y de las líneas de transmisión de Brasil por un importe conjunto estimado de 700 millones.

Así, los bonos de Isolux, con vencimiento en abril de 2021, se han hundido un 28,8% en la última semana. Su precio alcanzó ayer los 28,26 euros, frente a los 39,72 euros del día 24. Este nivel representa el más bajo desde que se emitieran en marzo de 2014. Respecto a su máximo (94,7 euros), alcanzado en enero pasado, el descenso supera el 70%.

En cuanto a los bonos de FCC, la corrección es mucho más moderada, y se enmarca, además, en un momento en el que la compañía prepara una nueva ampliación de capital por hasta 600 millones. Su deuda se disparó hasta 5.717 millones en septiembre.

La emisión de 450 millones que ejecutó en 2009 y tiene vencimiento en octubre de 2020 situó ayer su precio en 93,68 euros, un 2,7% menos. Esta caída alarga el deterioro de los últimos meses y el nivel actual es el más bajo desde octubre de 2013.

Los títulos de Abengoa volvieron a caer ayer estrepitosamente tras cuatro sesiones al alza. Las acciones A bajaron el 24,54%, hasta 0,95 euros, y las B, el 23,3%, hasta 0,405 euros.

La Yield pierde consejo de compra

Abengoa Yield, la filial estadounidense de Abengoa, ha perdido la recomendación de compra por primera vez desde que inició su andadura bursátil en el Nasdaq en junio de 2014.

Sólo el 37,5% de los analistas de Bloomberg apuesta por adquirir títulos de la 'yield', mientras que el 50% aboga por mantener y el 12,5% por vender. En Abengaoa, por su parte, el 83,3 aconseja vender y el 16,7% mantener. Ayer, las acciones de Abengoa Yield subían el 1,05 %, hasta 15,36 dólares.

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