
El alivio que contemplaba el Ministerio de Industria para las eléctricas a través de la hibernación de los ciclos combinados de gas llega de manera escasa para las expectativas de la mayor parte de las empresas de la patronal Unesa.
La cartera que dirige José Manuel Soria ha presentado un borrador de Real Decreto para poder hibernar hasta 6.000 megavatios de ciclos combinados. Sin embargo, el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, criticó con motivo de la presentación de resultados de la compañía que "este plan es escaso".
Sánchez Galán también consideró que ante la dificultad de estas plantas para recuperar los costes fijos "sería incluso conveniente cerrarlas por completo, en lugar de hibernarlas". Además, recordó que otros países de Europa, como Alemania o Reino Unido se han decantado por el cierre definitivo de estas instalaciones porque en algunos casos se han vuelto económicamente inviables.
Suministro "en entredicho"
En la misma línea se mostró el presidente de E.ON España, Miguel Antoñanzas, en la inauguración de un curso en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP). En su opinión, en este momento la seguridad del suministro está "totalmente en entredicho". Entre otras cosas, alertó de que las empresas están considerando cerrar unos 100.000 megavatios de ciclos combinados en Europa.
Fuentes de otras compañía de Unesa habían mostrado la intención de que el sector pedía hibernar algo más de 10.000 megavatios, con lo que el plan planteado por Industria se queda bastante corto.
No obstante, también se mostraban conscientes de que el gestor técnico del sistema, REE, se opondría a un parón temporal masivo de esta plantas, ya que son las instalaciones que aseguran la seguridad del sistema cuando no hay viento u horas de sol.
En este punto coincide el consejero delegado de Gas Natural, Rafael Villaseca, quien quiso dejar claro que "los ciclos combinados son fundamentales para la seguridad del suministro".
El conjunto de estas compañías muestran su preocupación por qué pasará con las plantas que queden fuera del plan de hibernación y piden que se garantice la recuperación de los costes fijos. El problema es que los ciclos combinados han sido desplazados del sistema por causas ajenas a los operadores, como son la entrada preferente de las energías renovables en el sistema, así como los incentivos que reciben las eléctricas desde hace más de un año para la quema de carbón nacional y que persiguen dirimir la decandencia de las cuencas mineras españolas.
Un informa de la Comisión Nacional de la Energía sobre la situación de estas infraestructuras de hace tan sólo unos meses alertaba de que desde 2009 estas centrales no habrían conseguido cubrir la tototalidad de los costes fijos a través de los ingresos del mercado y de los pagos por capacidad (compensación para estas plantas por su disponibilidad para asegurar el suministro) .
Por ello, la hibernación resulta insuficiente para las compañías, más aún si se tiene en cuenta la fuerte reducción que se aplicará a los pagos por capacidad en el marco de la reforma energética para lograr un ahorro de 377 millones de euros. Por otro lado, el Ministerio de Industria vigilará los servicios de ajuste y el mercado de reestricciones gracias a los que estas plantas lograban una renta extraordinaria.
Demanda de gas
La consecuencia del bajo rendimiento de los ciclos es que la demanda de gas para generación eléctrica se ha desplomado más de un 40% en lo que va de año. La situación se agravó entre marzo y abril como consecuencia de las fuertes lluvias.
Las compañías aseguran que soportan recortes por más de 16.000 millones desde 2006 por la financiación de diferentes aspectos y los impuestos autonómicos, entre otros.
La otra gran preocupación de las eléctricas se centra en el fuerte recorte aplicado a la retribución de la distribución, que se suma al tijeretazo ya aplicado en marzo de 2012.
"Es un grave fallo regulatorio, sobre todo en un negocio que está obligado a invertir de forma permanete", dijo el consejero director general de Iberdrola, José Luis San Pedro, la pasada semana. Industria propone que la nueva retribución se base en el Bono del Tesoro, en lugar del coste de los capitales empleados (WACC) pese a que este último es el criterio utilizado a nivel internacional en los países con regulaciones más estables. "Paralizar la actividad de distribución durante tanto tiempo va a tener unas consecuencias nefastas", concluyó.