
El fondo de inversiones estadounidense EIG ha alcanzado un acuerdo para adquirir a la Junta de Inversiones del Fondo de Pensiones de Canadá (CPP) su participación del 49,87% en Transportadora de Gas del Perú (TGP), la principal operadora de transporte de gas natural del país andino. La transacción sitúa a EIG como accionista mayoritario de una infraestructura estratégica en el suministro energético de Perú, donde Sonatrach posee un 21,18% y Enagás, un 28,94%.
La operación, cuyo importe no ha trascendido, fue anunciada a través de un comunicado conjunto en el que ambas partes confirmaron que la transacción está condicionada a la autorización de los organismos regulatorios y al cumplimiento de los requisitos establecidos. No obstante, CPP recordó que, desde su primera inversión en 2013, ha destinado un total de 1.400 millones de dólares a TGP, ampliando su posición accionarial en distintas operaciones entre 2014 y 2017.
"Esperamos aportar a TGP nuestra amplia experiencia en infraestructura y en inversiones en la región", señaló Matt Hartman, director global de Infraestructura de EIG. El directivo subrayó que el objetivo del fondo es "respaldar la excelencia operativa y la confiabilidad continuas" de la compañía, asegurando su papel como "pilar de la infraestructura energética de Perú y socio de confianza para sus clientes".
TGP es la encargada de operar el gasoducto de 730 kilómetros que transporta gas natural y gas natural licuado (GNL) desde el yacimiento de Camisea —uno de los mayores de Latinoamérica—, situado en la selva de Cusco, hasta la costa peruana. A través de esta infraestructura se mueve prácticamente la totalidad del gas natural producido en Perú, que aporta en torno al 40% de la generación eléctrica del país. Cada día circulan por el gasoducto unos 920.000 barriles de gas natural y 130.000 barriles de GNL, abasteciendo a grandes centros de consumo como Lima.
La concesión actual de TGP expira en 2033, pero la compañía mantiene conversaciones con el Gobierno para prorrogarla hasta 2043. El acuerdo incluiría una inversión de 2.000 millones de dólares para extender la red hacia el sur del país, una obra que reforzaría el papel del gas natural en el sistema energético peruano y permitiría abastecer nuevas zonas industriales y urbanas.
Con esta adquisición, EIG refuerza su presencia en Latinoamérica y en el sector energético, en el que cuenta con inversiones en infraestructuras críticas en distintos países. La entrada del fondo estadounidense podría acelerar el plan de expansión de TGP, que sigue siendo un activo estratégico no solo para Perú, sino también para las conexiones energéticas de la región.
Activos de Enagás
La gasista española, además de ser la segunda mayor accionista de TGP, obtuvo el pasado mes de mayo una resolución favorable por parte del Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (Ciadi), dependiente del Banco Mundial, por la que Perú deberá abonar a Enagás 302 millones de dólares. El motivo tras esta decisión favorable a la compañía española reside en la paralización de la construcción del Gasoducto Sur Peruano (GSP), un proyecto valorado en casi 7.000 millones compartido con la brasileña Odebrecht (50%) y con las peruanas Graña y Montero (25%).
Más allá de su presencia en Perú, Enagás participa desde 2019 en un consorcio (con un 18%), junto a Snam (54%), Fluxys (18%) y Damco (10%), que tiene participación por el 66% de Defsa, compañía operadora de transporte de gas natural de Grecia.
Asimismo, el grupo español participa en un 15% del consorcio Hanseatic Energy Hub GmbH, el cual ha tomado en marzo de 2024 la decisión final de inversión (FID) para construir la primera terminal terrestre de gas licuado de Alemania, cuya puesta en marcha está prevista para 2027. Además, la compañía dirigida por Arturo Gonzalo cuenta con el 20% de la compañía Trans Adriatic Pipeline (TAP), que tiene como objeto el gasoducto que une Turquía con Italia a través de Grecia y Albania, y que es considerado como Project of Common Interest (PCI) por la Unión Europea.
En España, su red gasista se compone de cerca de 11.000 kilómetros de gaseoductos, tres almacenes subterráneos, cuatro plantas de regasificación en Cartagena, Huelva, Barcelona y Gijón. Además, dispone de la mitad de la planta de regasificación de BBG, en Bilbao, y del 72,5% de la planta de Sagunto, en Valencia.