Energía

El milagro económico del 'rey del gas caribeño' se está muriendo: la excolonia española apuesta todo a 'un Manatí'

  • Trinidad y Tobago es el mayor exportador de gas del Caribe y América Latina
  • El país que fue más rico (PIB per cápita) que Portugal y España ve sus campos 'secarse'
  • Su esperanza es el 'campo Manatee' operado por Shell y que comparte con Venezuela
Manatí (Getty)

Frente a las costas de Venezuela y muy cerca de Guyana, dos islas casi olvidadas se enfrentan a una situación límite. Trinidad y Tobago, aunque no suelen tenerse en cuenta, son una nación muy relevante en el suministro de crudo, pero, especialmente de gas. El país caribeño es el vigésimo cuarto mayor productor de gas del planeta superando a gigantes como México, Brasil, la propia Venezuela o países del golfo como Kuwait. En total el país genera 2.800 millones de pies cúbicos diarios. Tiene un rol más limitado en el crudo, pero muy relevante (dado su tamaño) de 54.000 barriles diarios. Todo ello con una población de escasos 1,368 millones. En cualquier caso, en el pináculo de su 'milagro energético' en 2010, llegaron a ser el mayor productor de gas de todo el Caribe.

A pesar de su escaso tamaño, los proyectos de la excolonia española y británica provocaron que su economía floreciera en torno al éxito del gas. En solo una década el PIB per cápita de la nación caribeña pasó de escasos 6.000 dólares a 21.000 en 2008 en solo ocho años. La llegada del milenio parecía una bendición. De hecho, su PIB per cápita en términos nominales superó durante ese ascenso a Portugal durante años e incluso durante un breve periodo de tiempo a España, la antigua metrópoli que sigue viva en las islas dando nombre a su capital (Puerto España).

Todo ello con una economía totalmente volcada con la energía. El 40% de su PIB viene de los hidrocarburos y el 80% de sus exportaciones. Sin embargo, en los últimos años las islas viven la ya típica historia de auge y caída ampliamente conocida en este tipo de economías. Habiendo alcanzado lo que parece su techo, sus campos cada vez ofrecen menos gas y lo hacen con un mayor coste de extracción.

Desde el Banco Mundial resumen la historia de su auge y caída afirmando que "el crecimiento económico promedió poco más del 8% anual entre 2000 y 2007, significativamente por encima del promedio del 3,7 % de la región de América Latina y el Caribe durante el mismo período". Sin embargo, "el PIB se ha desacelerado desde entonces y tras una débil recuperación en 2012-2013, debido a la fuerte caída de los precios del petróleo y el gas. La economía se contrajo en 2014-2015, antes de un deterioro más pronunciado en 2016, cuando el crecimiento real del PIB registró un estimado de -2,8 %".

La institución comenta que, desde el final del "superciclo de las materias primas", Trinidad y Tobago vive atrapado por "desafíos significativos para adaptarse a un nuevo mundo de precios más bajos y menor producción". Décadas de apostar todo el gas y el crudo han provocado que "se den grandes riesgos de abultada deuda y desequilibrios sí mantienen sus niveles de gasto actuales". En consecuencia, el Banco Mundial recomienda a la excolonia española que asuma su nueva realidad y reduzca el gasto público lo máximo posible con recortes. "Es necesaria una consolidación fiscal".

La 'maldición de los recursos', que les ha permitido medir su riqueza con países del Viejo Continente, empieza a emerger y ahora, temen perder todo lo conseguido si no hacen algo al respecto. Con la mirada puesta en otra excolonia española que pasó por lo mismo, Guinea Ecuatorial, las autoridades de la propia isla se muestran preocupadas porque, al haber apostado todo a la energía y no haber diversificado, pueden ahora ir apagándose. Sin embargo, todavía se encuentran en una etapa inicial de ese proceso. Desde S&P Global comentan que la decadencia ya es una realidad y que han perdido ya un tercio de toda su producción desde sus máximos de 2010.

El plan 'manatí' de Puerto España

Las autoridades de la isla consideran que no hay tiempo para emprender una gran campaña de diversificación en tan poco tiempo y que necesitan una 'tregua', ganar tiempo con nuevas explotaciones. Es por ello que el pequeño país ha lanzado la mayor licitación que se recuerda en una década para atraer a inversores que desarrollen nuevos proyectos. También han buscando reactivar el proyecto conjunto que tienen con Venezuela en "el yacimiento Dragón" que lleva estancado por las sanciones pero que ya ha recibido luz verde de Washington.

Sin embargo, pese a que los proyectos encima de la mesa son muchos, desde S&P Global señalan que hay uno por encima del resto que puede salvar a las islas o, si no prospera, marcar de forma definitiva su decadencia. "El yacimiento de gas Manatee es un desarrollo futuro clave para Trinidad y Tobago, y podría suministrar el gas tan necesario para finales de la década", comenta la agencia. Este proyecto es una operación transfronteriza con Venezuela de la que pueden extraerse 10 billones de pies cúbicos.

Desde Shell entraron en este proyecto en 2024 y supone una de las grandes esperanzas para alimentar la ruta de GNL del Atlántico, la que se prevé que sea una de las más valiosas del planeta. Europa importa de forma masiva gas a EEUU a través de los buques metaneros, pero en el futuro necesitará más alternativas y ahí es donde Trinidad y Tobago podrían emerger como una gran alternativa sin mucha dispersión geográfica.

"El resto de descubrimientos podrían no ser rentables por sus altos costes y las dudas de viabilidad técnica"

Este campo, que se descubrió en 1983, está llegando ahora al punto en el que parece más rentable. La parte de las islas suponen unos 2,7 billones de pies cúbicos mientras que la venezolana unos 7,3 billones. El proyecto arrancará la producción en 2027 desde que se aprobó en 2024. Según Shell, Manatee podría suponer una producción de 600 millones de pies cúbicos de gas diarios cuando entre en su punto máximo. Si Trinidad y Tobago es ya el mayor exportador de GNL de todo el Caribe y de América Latina, este proyecto puede llevarle a un nuevo nivel y acabar de golpe con su decadencia.

Pero, ¿por qué este proyecto es clave por encima del resto? La realidad es que hay mucho potencial en otras aguas de Trinidad y Tobago, pero hay un problema, la naturaleza de los yacimientos fuera de Manatee. Desde S&P Global explican que "aunque los descubrimientos en aguas profundas son grandes oportunidades para obtener reservas recuperables, la realidad es que todos estos recursos presentan desafíos de viabilidad técnica y económica debido a su considerable profundidad".

Un ejemplo de ello es el proyecto Calypso, de Woodside que está aún en evaluación dadas las altas inversiones en infraestructura. Aunque en teoría la rentabilidad está ahí, la agencia comenta que "la viabilidad económica es realmente incierta". En ese sentido las claves están el mencionado proyecto Dragón y Manatee, las dos certezas que hay para que Puerto España consiga salvar su milagro económico. El primero como un proyecto que aporte gas a corto plazo y mantenga viva su producción. El segundo como el gran revulsivo para una década mientras sigue explorando sus aguas y diversificando su economía.

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