Energía

Bruselas abre la puerta a que los Gobiernos destinen ayudas al gas natural como fuente transitoria hasta 2040

  • La Comisión Europea lanza una propuesta para que los Gobiernos destinen ayudas a las tecnologías limpias
     
  • Incluye apoyo para bajar los precios de la electricidad a las empresas electrointensivas 
La vicepresidenta comunitaria, Teresa Ribera
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La UE se propuso, ya a raíz de la invasión militar rusa de Ucrania y la subsiguiente crisis energética, aupar la producción de energías verdes. Era un plan para desconectarse y romper la dependencia de Moscú, también para dejar de alimentar las arcas del Kremlin. Y prosiguiendo tal camino, la Comisión Europea ha adoptado este miércoles un nuevo marco de ayudas de Estado para desarrollar más tecnologías limpias que incluye el gas natural como solución temporal y de transición para apoyar la descarbonización industrial si no hay alternativas. La norma contempla, además, ayudas para bajar los precios de la electricidad de las industrias electrointensivas.

En vigor hasta 2030, el nuevo marco de ayudas relaja las condiciones que permiten a los gobiernos para conceder subvenciones, préstamos blandos, incentivos fiscales o garantías a determinados proyectos de tecnologías limpias. Entre otras medidas, los países podrán ayudar a sus empresas electrointensivas a rebajar la factura de la electricidad. La idea es que las firmas de siderurgia, plásticos, baterías o automoción no afronten una desventaja competitiva en los mercados internacionales porque sus costes de producción, en los que se incluye la electricidad, son superiores que los de otras compañías que fabrican en otras regiones.

Por otro lado, Bruselas abre la puerta a los Gobiernos proporcionen ayudas de hasta 200 millones de euros a la descarbonización de los procesos de plantas industriales a través de inversiones en electrificación o captura y almacenamiento de carbono. Como parte de esta medida, los países puedan incentivar inversiones en proyectos de gas natural de forma "excepcional" y siempre que no exista "una alternativa madura desde el punto de vista tecnológico" y que las empresas beneficiarias presenten un plan "creíble y detallado" para garantizar la retirada del gas para 2040.

Además, la Comisión Europea abre la puerta una vía rápida para el despliegue de energías limpias, tanto en energías renovables como en combustibles bajos en carbono. La propuesta de este miércoles introduce procedimientos simplificados para la instalación de nuevos parques y proyectos de combustibles como hidrógeno verde.

Por otro lado, los Estados miembro contarán con herramientas adicionales para integrar las fuentes de electricidad renovables intermitentes (es decir, la energía eólica y solar) en el suministro energético.

También se concederá apoyo a proyectos en el sector de la fabricación de tecnologías limpias, una medida que pretende que la producción de turbinas eólicas, paneles solares o baterías de almacenamiento se quede en Europa y sea la que compren las firmas europeas para sus proyectos de parques renovables.

El marco de ayudas llegará también a la producción y procesado de materias primas críticas que se requieren para las tecnologías limpias. Los países podrán dotar de un apoyo mayor a los proyectos en las regiones menos desarrolladas en un intento por buscar equilibrio en el desarrollo de estas iniciativas.

Por último, las ayudas podrán utilizarse para reducir los riesgos de la inversión para el sector privado. En un intento por fortalecer el tándem público privado, los países pueden adoptar medidas para impulsar la inversión privada hacia proyectos de energías limpias, infraestructuras energéticas o economía circular.

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