
Europa se ha cansado de la guerra de informes que se vive en España sobre el apagón. El Comité de expertos que está gestionando la investigación ha convocado para el próximo 18 de julio, un taller específico del llamado Comité Europeo de Partes Interesadas, creado de conformidad con los códigos de red y las directrices pertinentes. Durante este taller, el grupo de expertos en el que participan tanto el regulador europeo ACER como la agrupación de operadores, ENTSO-E, interactuarán con las partes interesadas, con el objetivo de arrojar luz sobre los hechos confirmados hasta ahora basándose en los datos disponibles y explicará los próximos pasos de la investigación.
Entretanto, la investigación sobre el colapso eléctrico que dejó sin suministro a toda la Península Ibérica el pasado 28 de abril continúa avanzando y ya ofrece nuevos detalles técnicos sobre la secuencia crítica de eventos que desencadenaron el apagón.
Según la última actualización de la información publicada por ENTSO-E, la organización que agrupa a los operadores de transporte eléctrico europeos, el colapso se produjo por una combinación de oscilaciones previas, desconexiones masivas de generación en el sur de España y la activación fallida de los Planes de Defensa del Sistema.
El informe confirma que en apenas 20 segundos —a las 12:32:57, 12:33:16 y 12:33:17 — se produjeron desconexiones de generación en el sur de España que sumaron una pérdida estimada de 2.200 MW. Ni en Portugal ni en Francia se registraron desconexiones similares en ese intervalo. Este fenómeno provocó un aumento de tensión tanto en España como en Portugal, y una caída posterior de la frecuencia en la red peninsular.
A partir de las 12:33:18, la tensión en el sur de España se disparó, arrastrando a Portugal y desencadenando una cascada de pérdidas de generación que agravó la caída de frecuencia.
A las 12:33:19, el sistema ibérico comenzó a perder sincronismo con el resto del continente, y en los segundos siguientes se activaron automáticamente los Planes de Defensa del Sistema, obligatorios en virtud del Reglamento europeo SO GL. Sin embargo, estos mecanismos no fueron capaces de frenar el colapso.
Aislamiento y colapso total
A las 12:33:21 CEST, las líneas aéreas de interconexión entre Francia y España se desconectaron de forma automática como medida de protección ante la pérdida de sincronización. Solo tres segundos después, a las 12:33:24, todos los parámetros del sistema eléctrico de España y Portugal colapsaron, y el enlace HVDC con Francia dejó de transmitir energía.
ENTSO-E identifica dos cuestiones clave que deberán resolverse en las próximas fases de la investigación: por qué se produjo la desconexión inicial de generación en el sur español, y por qué los sistemas de defensa no evitaron la caída total.
Oscilaciones previas y medidas de contención
El informe también recoge nuevos datos sobre las oscilaciones registradas en la media hora anterior al apagón. La primera tuvo lugar entre las 12:03 y las 12:07 y afectó de forma localizada a los sistemas español y portugués. Como respuesta, se modificó a las 12:10 el modo de operación del enlace HVDC entre España y Francia a "potencia fija", para contribuir a estabilizar el sistema.
La segunda oscilación, de carácter interzonal —conocida como modo oscilatorio Este-Centro-Oeste del sistema europeo—, se produjo entre las 12:16 y las 12:22. Fue contenida mediante countertrading, reducción de flujos entre Francia y España y acoplamiento de líneas internas en el sur del país.
Pese a la magnitud del colapso, la red eléctrica peninsular fue restaurada en un plazo inferior a 16 horas gracias a la activación de planes de emergencia, el uso de centrales con capacidad black-start, y la cooperación con Francia y Marruecos. Portugal logró restablecer su red de transporte a las 00:22 del 29 de abril, y España lo hizo a las 04:00.
El informe destaca la efectividad de la respuesta de Red Eléctrica y REN, así como el papel de los sistemas de coordinación europeos, en particular la plataforma de European Awareness System.
La investigación está siendo conducida por un Panel de Expertos formado por representantes de operadores de sistemas, centros de coordinación regional, agencias reguladoras como ACER y autoridades nacionales como CNMC (España) y ERSE (Portugal). Está liderado por técnicos de Austria y Hungría, países no afectados por el incidente, y sigue el marco normativo del Reglamento europeo 2017/1485.
La primera fase —recolección y análisis de datos— concluirá con un informe factual en un plazo de seis meses desde el incidente. Posteriormente, se elaborarán recomendaciones para evitar que se repitan incidentes de este tipo, que serán presentadas a la Comisión Europea y los Estados miembros.