Energía

Bruselas asegura a las empresas energéticas que no serán sancionadas por su plan para vetar el gas ruso en 2028

  • La Comisión Europea traza una hoja de ruta que prohibe la compra de gas ruso desde 2026
  • Los contratos a largo plazo deberán cesar a más tardar en enero de 2028.
El comisario de Energía, Dan Jorgensen.
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Bruselas se ha propuesto cortar su dependencia de combustibles fósiles de Moscú. En mayo, planteó prohibir nuevas importaciones de gas ruso desde finales de este año y poner fin a los contratos a largo plazo al terminar 2027. Sin embargo, los resquicios legales para ejecutar este plan es lo que más preocupa a las compañías gasistas europeas, que temen ser sancionadas por ejecutar tales indicaciones. La Comisión Europea ha presentado este martes una hoja de ruta que veta la firma de contratos de gas natural con Rusia, tanto a corto como a largo plazo desde 2028, y traslada a las empresas gasísticas que no tendrán que pagar indemnizaciones por romper los contratos.

El Ejecutivo comunitario quiere prohibir la importación de gas natural producido o exportado directamente o indirectamente por la Federación rusa. También veta que se presten servicios en terminales de gas natural licuado de la UE a clientes de la Federación Rusa. A partir del 1 de enero de 2026, se prohíbe la importación de gas natural ruso a través de nuevos contratos que se hayan firmado después del 17 de junio de 2025. Se fija el término de todos los contratos de gas ruso para finales de 2027.

Ante las preocupaciones trasladadas por empresas energéticas como Naturgy o Repsol, con contratos cerrados hasta 2038, Bruselas ha defendido la base legal de su propuesta de veto. Fuentes comunitarias han aclarado que esta prohibición sigue un mecanismo similar al de las sanciones contra Rusia, se amparan en causa de fuerza mayor. Una cláusula bajo la que las empresas energéticas europeas se podrán amparar para romper los contratos sin que los importadores de gas puedan reclamar. Si bien Bruselas ha presentado su plan no ha dado más detalles de cómo las firmas gasísticas pueden afrontar el fin de estos contratos con garantías legales.

La propuesta de este martes establece un proceso de eliminación gradual para que el mercado y el suministro sea estable. Para los contratos de suministro a corto plazo existentes, la prohibición se aplicará a partir del 17 de junio de 2026 en aquellos casos en los que los importadores que puedan demostrar a las autoridades aduaneras que se los contratos se sellaron antes del 17 de junio de 2025, y que no se han modificado después.

En lo que respecta a los contratos a largo plazo, la prohibición de importación se aplicará a partir del 1 de enero de 2028, siempre que los importadores de puedan demostrar que los contratos a largo plazo se firmaron antes del 17 de junio de 2025 y no se han modificado después. Bruselas considera que los importadores con contratos a largo plazo pueden necesitar más tiempo para encontrar suministros alternativos, ya que estos suelen manejar volúmenes significativamente mayores en comparación con los contratos a corto plazo.

El mismo periodo de transición se aplicará a los contratos de suministro a corto plazo de gas a través de gasoducto con proveedores de la Federación de Rusia que sirvan para abastecer a países sin litoral afectados por cambios en las rutas de suministro de gas ruso, y que estén vinculados a contratos a largo plazo.

Dado el papel esencial que se espera que desempeñe el gas natural licuado para garantizar el suministro de energía alternativa en Europa, los servicios de los terminales de gas natural licuado para clientes de Rusia o controlados por empresas rusas también se prohibirán desde el 1 de enero de 2026. Esto ayudará a reorientar la capacidad de las terminales hacia proveedores alternativos fiables para Europa.

Para los servicios amparados bajo contratos a largo plazo firmados antes del 17 de junio de 2025, la prohibición de se aplicará a partir del 1 de enero de 2028.

Además de centrarse en las importaciones de gas, la propuesta exige que los Estados miembros que aún importan petróleo ruso elaboren planes de diversificación para eliminar progresivamente todas las importaciones restantes, con vistas a un cese completo a finales de 2027.

Los planes nacionales de diversificación tendrán que incluir información sobre los volúmenes de importaciones directas o indirectas de petróleo procedentes de Rusia en virtud de los contratos existentes, las medidas en vigor o previstas para dirigir la eliminación progresiva, incluidos los suministros alternativos y las rutas de suministro, y los posibles obstáculos técnicos o reglamentarios para la eliminación progresiva y las opciones para sustituirlo.

El detonante de todo ello fue la invasión militar rusa de Ucrania. Los precios de los combustibles fósiles registraron una espiral alcista que llevó a una crisis energética. Poco a poco, la UE se propuso romper su dependencia de Moscú y este, efectivamente, es el último paso para completar el plan. Lo planteaba la Comisión Europea el pasado mayo: dejar de importar petróleo y gas ruso (tanto por gasoducto como en forma de gas natural licuado) para cierre de 2027 y hacerlo a través de un procedimiento gradual. La idea es lograr una Unión Europea independiente en términos energéticos, que no esté expuesta a la volatilidad e incertidumbre que siembra el Kremlin.

En este escenario, y ante la perspectiva de llenar las reservas para el próximo invierno, los países de la UE deberán presentar a la Comisión Europea planes para diversificar el aprovisionamiento de gas y crudo rusos. Los primeros planes nacionales deberán presentarse a la Comisión antes del 1 de marzo de 2026.

"Rusia ha intentado chantajearnos repetidamente utilizando como arma su suministro energético. Hemos tomado medidas claras para cerrar el grifo y poner fin, definitivamente, en Europa a la era de los combustibles fósiles rusos", ha indicado la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. La propuesta presentada este martes pretende fomentar la seguridad energética y de suministro en la UE al tiempo que se mantiene la estabilidad de precios y en los mercados.

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