
Alemania lleva ya más de tres años sufriendo en materia energética desde el momento en el que el gas ruso dejó de ser una opción a raíz de la invasión de Ucrania. Desde entonces, el suministro ha generado más de un dolor de cabeza y los costes se han disparado, afectando a los ciudadanos y, por supuesto, a una industria intensiva en energía. Por todo ello, las autoridades están estudiando la posibilidad de crear un almacén estratégico de gas, una versión reducida de la reserva de petróleo de emergencia estadounidense, según personas familiarizadas con los planes.
El Ministerio de Economía ha encargado a expertos que estudien la viabilidad de un almacenamiento estatal de gas, han informado estas fuentes anónimas a Bloomberg, destacando que se trata de un asunto todavía confidencial. La mayoría de los depósitos de gas están ocupados por empresas privadas que compran el combustible en verano y pagan por almacenarlo hasta el invierno, cuando esperan volver a venderlo en el mercado para obtener beneficios.
Un portavoz del Ejecutivo ha aclarado a la agencia de noticias financieras que el ministerio está licitando un amplio estudio del mercado del gas y que el almacenamiento estratégico es sólo uno de sus aspectos.
Alemania cuenta con algunos de los mayores almacenamientos de Europa y actualmente lucha por reabastecerse, con las cavernas inusualmente vacías debido a la mala situación económica, lo que ha provocado una reciente medida para relajar los requisitos de llenado.
La falta de actividad ha llevado a operadores como Uniper a amenazar con cerrar las instalaciones que no generen beneficios. Alemania necesita gas para los sectores industriales que impulsan su economía, por lo que las autoridades están estudiando la posibilidad de explotar las reservas estatales.
La Reserva Estratégica de Petróleo de EEUU es el mayor suministro mundial de crudo de emergencia, lo que la convierte en un importante elemento disuasorio frente a los cortes de las importaciones de petróleo y en una herramienta clave en política exterior, según la página web del Departamento de Energía.
Algunos miembros de la UE, como Italia y Austria, ya disponen de reservas estratégicas de gas controladas por el Estado que no están a disposición del resto del mercado. Según la Red Europea de Gestores de Redes de Transporte de Gas, las reservas estatales representan por término medio el 11% de la capacidad total de almacenamiento del bloque.
La cuestión es especialmente pertinente en el sur de Alemania, donde la demanda de gas de la industria es elevada. Aunque el Gobierno rebajó recientemente los objetivos de almacenamiento de gas para aliviar la presión de los precios sobre las reservas, mantuvo unos requisitos de llenado más elevados para cuatro emplazamientos cercanos a las fronteras suiza y austriaca.
Según una de las personas consultadas, Rehden, uno de los mayores emplazamientos de este tipo Europa, es uno de los que se han barajado como polo estratégico para Alemania, pero ahora se considera menos adecuado. Otras opciones, como el almacenamiento en cavernas, son más fáciles de llenar y más económicas.
El gas almacenado a corto plazo en las terminales de importación de gas natural licuado (GNL) del país también podría utilizarse como reserva estratégica. Alemania amplió su capacidad durante la crisis energética para sustituir el gas de los gasoductos rusos, y actualmente tiene tres terminales en funcionamiento.