Energía

Luis Contreras (Yingli Solar): "A veces no se mira al tecnólogo chino como un aliado, sino como una amenaza, y eso genera incertidumbre"

  • "Queremos que las ventas internacionales alcancen el 50% en el medio plazo"
  • "El apagón puede ser un gran impulsor para acelerar en la regulación en el ámbito de las baterías"
  • "En España trabajamos con proveedores que han desarrollado la tecnología para reciclar el 100% de los módulos"
Luis Contreras, director gerente en Yingli Green Energy Europe. Foto: A. Castaño

Yingli Solar lleva casi dos décadas en España, desde donde gestiona todas sus operaciones en Europa y Latinoamérica. El desarrollo tecnológico forma parte del adn de una compañía que busca ampliar su negocio internacional y que ve en el almacenamiento el complemento perfecto para el desarrollo del mercado fotovoltaico.

¿Cómo ha evolucionado la compañía y qué objetivos tienen en el medio plazo?

Yingli Solar es un fabricante de paneles solares de origen chino, con más de 80 GW de producto distribuidos e instalados a nivel mundial. Contamos con una solvencia financiera y económica muy fuertes, que nos permite reducir los riesgos de cara a los inversores. Nuestra tecnología se adapta a las necesidades de los clientes, desde instalaciones en suelo que ocupan grandes superficies, hasta las cubiertas de industrias y viviendas unifamiliares. Desde España gestionamos todas las operaciones que se producen en Europa y Latinoamérica. El año pasado la compañía cerró 25 GW distribuidos, de los que el 70% quedaron en el mercado chino y el resto fue a mercados internacionales, fundamentalmente Europa, Australia y Latinoamérica. El objetivo de la compañía es mantener estas cifras, pero intentando cambiar ese ratio, de manera que pasemos del 30% al 40-50% de ventas internacionales. Además de fabricar placas solares, actualmente tenemos una línea de negocio bastante fuerte y exitosa solamente para el mercado chino, dedicada al desarrollo y construcción de proyectos fotovoltaicos, algunos de los cuales son operados por la compañía, mientras que otros se venden a terceros.

¿Hay posibilidades de que una parte de la fabricación se desarrolle en España?

Dentro de la compañía siempre ha habido mucho interés en tratar de activar líneas fuera de China. En España se han hecho análisis periódicos de esta iniciativa, pero el problema siempre es el coste final que le puedes ofrecer al mercado. Y la realidad es que el mercado no te acepta un céntimo de euro o de dólar por encima del precio de mercado. Cuando vas a ofrecerle un producto fabricado 'Made in Europe' a un cliente final que compite en un gran mercado y que tiene que ofrecer mucha competitividad en su venta de energía, no le salen los números. Hay que vencer ese ratio de competitividad fabricando en Europa. Creo que eso es viable y que el camino está en cooperar con los grandes tecnólogos chinos, con ayuda de las administraciones, pero también por la iniciativa privada, para que se puedan implementar fábricas en el segmento más eficiente posible a nivel rentabilidad, y favorecer así la industria en Europa. Es difícil, pero no imposible y creemos que la industria de alguna manera se alinea en ese sentido.

¿Qué grado de importancia tiene la tecnología para una compañía como Yingli?

El desarrollo tecnológico forma parte del ADN de la compañía. Es imposible avanzar en este mercado si no invertimos en tecnología. Llevamos desde 2009 fabricando N-Type, una tecnología que hoy en día es tendencia en el mercado y en la que nosotros somos expertos. Concretamente estamos apostando por la tecnología N-Type TOPCon, que permite mayor eficiencia, mayor potencia en el mismo espacio, menor degradación, mejor comportamiento a altas temperaturas y buen comportamiento a bajas irradiancias. Actualmente, nuestro módulo más grande tiene una potencia de 730 Wp y una eficiencia del 23,5%. En un momento de extrema competitividad, nuestra estrategia se basa en el desarrollo tecnológico y en acompañar a nuestros clientes dándoles el mejor servicio.

¿Cómo cree que afectarán los aranceles de EEUU?

Estamos pendientes de lo que pueda pasar, aunque es cierto que este asunto presiona al sector y creemos que algunas de las inversiones se van a retrasar o a paralizar. Para seguir creciendo, los fabricantes chinos tenemos que mirar a otros mercados. Además de Australia y África, uno de los mercados más importantes para Yingli es Europa, con presencia y ventanas de oportunidad en países como Alemania, Reino Unido, Italia, Francia, Polonia o Rumanía. Pero también lo es el mercado latinoamericano, donde tenemos el foco puesto en países como Brasil, Argentina, México, Colombia, Perú, República Dominicana, Chile, Guatemala, Panamá o El Salvador.

¿Esperan una evolución de la demanda?

Depende del mercado. En el caso de España, no creemos que el mercado se pare, pero no va a crecer al ritmo que lo estaba haciendo en años anteriores, debido a que el precio de la energía ha bajado y el PPA es menos competitivo. Donde sí vemos un impulso importante es en el desarrollo de las baterías como complemento de la fotovoltaica. El apagón que sufrimos el 28 de abril puede ser un gran impulsor para una correcta regulación o una aceleración de la misma en el ámbito de las baterías, que permita la hibridación con eólicas y fotovoltaicas de una manera más solvente.

¿Están haciendo algo en el negocio de las baterías?

La compañía trabajó durante mucho tiempo en baterías basadas en volantes de inercia. Ese proyecto se dejó atrás y, aunque está en la mente del equipo de dirección de la compañía arrancar líneas de desarrollo de baterías, hoy en día no hay una actividad en este sentido, más allá de de alianzas con socios tecnológicos que nos permitan ofrecer al mercado soluciones conjuntas.

¿Tiene alguna opinión sobre el apagón?

Hay poca información todavía. El sistema ha fallado, pero hay que dejar a Red Eléctrica que esclarezca lo que ha pasado más allá de que se pueda discutir el tiempo que se invierta para mostrar la información al país. Lo que sí está claro es que la fotovoltaica es una tecnología que no entiende de ideología y que necesita una regulación y unos protocolos claros. La fotovoltaica no es una tecnología nueva. Es ya una tecnología convencional. Vino para quedarse, aportando flexibilidad al sistema, cumpliendo normativa y requerimientos del operador de red, así como competitividad en costes y velocidad de implementación. Por otro lado, brinda algo muy importante para un país como España, con recursos minerales limitados y que es una isla energética con respecto al centro de Europa, que es independencia energética.

Actualmente hay oportunidades corporativas en Europa ¿Se están planteando entrar en alguna operación en algún momento?

Esta vía puede ser una oportunidad y dependerá de la compañía de la que estemos hablando y cuál sea su núcleo de negocio. Sin lugar a dudas, entrar a revalorizar, por decirlo de otra manera, compañías históricas en el sector que no solamente tienen una gran presencia de marca, sino que tienen un conocimiento tecnológico en sus equipos humanos muy fuerte, sin lugar a dudas para cualquier fabricante asiático puede ser una oportunidad de establecimiento en Europa. El problema es que, en esta situación en la que estamos, a veces se habla de manera muy beligerante sobre la cadena de suministro y no se mira al tecnólogo chino como un aliado, sino más bien como una amenaza, y esto genera un cierto grado de incertidumbre.

¿Tienen alguna iniciativa en reciclaje de paneles?

Yingli ha sido pionera en estas iniciativas. Fue el primer fabricante chino en incorporarse al Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) y uno de los primeros fabricantes chinos en entrar en la iniciativa PV Cycle. Actualmente, trabajamos con desarrolladores de tecnología de reciclado en China para dar salida a esos productos y reciclar el 100% del material al final de su ciclo de vida. Concretamente, desde España trabajamos con algunos de nuestros proveedores de encapsulantes más importantes, que han desarrollado la tecnología para el reciclado del 100% del producto con el objetivo de implementar su primera planta de reciclado en Europa. Consideramos que el reciclado podría contribuir a incentivar la repotenciación de plantas que están al límite de su eficiencia o fuera de los cuadros económicos, de manera que vuelvan a entrar en el sistema con una mejor tecnología, dotando de mayor flexibilidad a la red, sobre todo en hibridación con baterías. Por otro lado, de manera principal, el reciclado ofrece una segunda vida a la materia prima tanto para producción de nuevos equipos solares de forma más local, como para su uso en otras industrias y aplicaciones. Creemos que no tardaremos más de cuatro años en ver plantas de reciclado en funcionamiento industrial masivo.

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