Energía

El apagón desata un boom inversor en el almacenamiento y el desarrollo de redes

  • Los fondos se sofistican para buscar mejoras de los ingresos de las futuras energías renovables
  • El sector espera cambios regulatorios cuando se conozcan las causas reales del apagón del 28-A
Una planta fotovoltaica

El apagón sufrido el pasado 28 de abril puede provocar un giro en las operaciones de renovables en el medio plazo. El aumento de la incertidumbre por los posibles cambios regulatorios que se produzcan tras conocerse las causas del apagón, así como el incremento del apetito de los inversores por operaciones más sofisticadas -con almacenamiento e hibridaciones- puede provocar un periodo de escasez de actividad de operaciones corporativas cuando ya se habían lanzado un buen número de ventas de carteras de plantas solares y eólicas.

Varios fondos y compañías han puesto en el mercado paquetes de centrales minihidráulicas que se pueden convertir ahora en algunas de las adquisiciones más deseadas o de las mejor pagadas.

Según informa Enerdatics, el primer trimestre de este año, la actividad de operaciones corporativas en Europa se mantuvo baja, continuando con la tendencia observada en 2024. Por contra, España fue testigo de una oleada de adquisiciones en el sector solar, con empresas como Masdar y Sonnedix adquiriendo más de 1 GW durante el trimestre. Esta actividad se concentró en activos operativos -instalados la mayor parte por Endesa- y respaldados por contratos a largo plazo (PPA) con la compañía.

Para Enerdatics, las crecientes incertidumbres en el mercado estadounidense están reorientando los flujos de capital global hacia oportunidades de alto crecimiento en Europa y augura un cambio en el tipo de operaciones que pasarán a priorizar proyectos individuales para gestionar los riesgos y simplificar los procesos normativos, frente a las adquisiciones de plataformas completas. Esta estrategia permite al capital enfocarse en activos de alto rendimiento y bajo riesgo en un momento donde los ingresos de las renovables mantienen importantes incertidumbres por la canibalización que genera la entrada de nuevas instalaciones y la falta de almacenamiento.

Tras el apagón del pasado 28A, Jorge Solaun, socio de Strategy & Value Creation de KPMG en España, explicó que "Esperamos que el evento tenga impacto en el apetito y prioridades de los inversores en el sector energético. Históricamente hemos presumido mucho de las capacidades de nuestros gestores de redes y de la capacidad de España de integrar renovables, aunque en los últimos meses veíamos con preocupación el incremento de los niveles de curtailment y de los ingresos por restricciones técnicas. El apagón es la constatación de la relevancia de estos problemas. Es lógico que los inversores cambien su percepción sobre determinados tipos de activos. Estamos anticipando un mayor apetito por las inversiones en redes y por las tecnologías de generación gestionables y síncronas. Esperamos mayor apoyo regulatorio al almacenamiento y mayores exigencias a las renovables para que proporcionen estabilidad e inercia".

Para César Álvarez, Socio del área Mercantil y experto en el sector energía de Ceca Magán Abogados, "el apagón puede tener un impacto relevante en el M&A del sector renovable en el mercado español, donde recordemos las causas de lo ocurrido el lunes 28 de abril no están claras. Los gobiernos pueden cambiar la actual normativa y/o introducir incentivos o barreras que alteren el atractivo de ciertos activos o mercados. Es esencial averiguar las causas del apagón, antes de tomar decisiones. Si finalmente las causas se deben a necesidad de inversión en redes o almacenamiento, aumentaría el apetito inversor; por el contrario, si se debe a riesgo regulatorio frenaría operaciones actualmente en marcha".

Para el responsable de energía de Ceca Magán, "los inversores están a la espera de eventuales cambios regulatorios, entre otros, principalmente en almacenamiento de la energía y en redes y, adicionalmente, a la evolución de los precios de la energía por lo que es probable que se ralentice la inversión en este sector".

Jesús Ruiz, consejero delegado de BIP, sostiene que "este apagón supondrá una mayor incertidumbre para nuevas inversiones en generación renovable, ligada a la posibilidad de tener que enfrentarse a restricciones de producción. En el mejor de los casos esto supondrá un retraso en la toma de decisiones, pero probablemente también comprometa la viabilidad de algunos proyectos".

Alfonso Lacave, socio responsable de M&A en infraestructuras de PwC, por contra, asegura que el apagón es "un hecho aislado, que no está teniendo impacto ni en los precios ni en el volumen de transacciones en el sector de las energías renovables. Los precios de los activos vienen descontando desde hace 18 meses el fuerte crecimiento de base instalada de fotovoltaica, precios en los cuales compradores y vendedores han encontrado ya un punto de encuentro para cada proyecto o activo, donde se van cerrando transacciones de forma recurrente.

Cabe destacar, que los debates generados a raíz del apagón, han despertado un mayor interés y diálogo alrededor de eventuales transacciones de proyectos en desarrollo de energía renovable (eólica y fotovoltaica) equipados con compensadores síncronos y baterías".

Este interés por las baterías lo ratifica Carmen Izquierdo, consejera delegada de nTeaser, una compañía especializada en buscar inversores para renovables, que considera que el apagón no ha generado un cambio estructural en las valoraciones, pero sí ha reforzado un mensaje que ya se venía consolidando: necesitamos más almacenamiento y más rápido.

En los últimos días, nTeaser ha recibido más interés que nunca por baterías stand-alone o hibridaciones con baterías. "No es una moda, es una necesidad del sistema y el apagón lo ha dejado claro". Según explica la directiva, "estamos actualmente comercializando más de 20 carteras de proyectos BESS, esenciales para dotar al sistema de robustez. Aunque solo hayan pasado unos días, ya hemos visto mayor interés, que podría trasladarse a un aumento de precios de estos proyectos. Sin embargo, muchos de ellos no podrían estar operativos hasta 2027. Es imprescindible una mayor agilidad por parte de los organismos públicos para acelerar su tramitación y reducir el riesgo de que eventos como el del lunes 28 de abril se repitan".

En cuanto a precios de fotovoltaica, nTeaser coincide con las consultoras, en que "estos precios ya venían corrigiéndose tras varios años de valoraciones demasiado infladas. Ahora entramos en una fase más realista: los precios se han estabilizado y reflejan mejor la rentabilidad real. Sigue habiendo bastantes operaciones activas, pero con una mirada más exigente y selectiva: ya no todo vale, y eso es bueno para el sector".

Para los data centers, Izquierdo indica que "al principio pensamos que el apagón podía tener un impacto más negativo, pero la respuesta operativa de players como Merlin, cuyos centros de datos mantuvieron la actividad con normalidad, envía un mensaje de confianza. Esto abre la puerta a que España se consolide como una superpotencia en data centers, si va acompañada de inversión necesaria en la red".

La rápida recuperación del sistema tras el apagón demuestra que hay músculo, pero también deja claro que urge reforzarlo. Confiamos en que REE y el Gobierno prioricen inversiones en una red más flexible, moderna e inteligente.

Fermín Garbayo, socio de energía de Dentons, indica que "el apagón no ha tenido, por sí mismo, un impacto directo en la valoración de los activos renovables y, por el poco tiempo transcurrido, tampoco en el apetito de los inversores, pero ha contribuido al clima de incertidumbre ya de por sí existente en el mercado. Si nos limitamos al análisis de lo ocurrido el pasado 28 de abril, la cosa debería abordarse desde un punto de vista meramente técnico de las medidas necesarias para su adecuada gestión por parte de REE. Lo realmente preocupante es la politización del debate sobre las causas del fallo del sistema, con las principales fuerzas políticas utilizando el episodio para culpar o exonerar tecnologías antes de que se haya completado el análisis técnico. A pesar de los mensajes lanzados por el gobierno en pro de las renovables, esta instrumentalización partidista del cero energético no ha hecho más que aumentar la cautela entre los inversores, que ya venían mostrando una actitud más conservadora. En realidad, este episodio se suma a una serie de factores que pesan sobre el sector -como la guerra arancelaria impulsada por Trump, el encarecimiento de componentes clave para fotovoltaica y eólica, o la creciente oposición de algunas plataformas vecinales y ecologistas- y que están afectando tanto al apetito inversor como a la ejecución de operaciones en curso".

Francisco Solchaga, socio de mercantil de Araoz y Rueda, explicó que "el precio de las operaciones sigue muy influenciado básicamente por dos factores: las curvas de precio de venta de la energía y el precio al que los promotores están dispuestos a vender. La presión de las curvas a la baja ha provocado que los precios de los proyectos hayan bajado de manera relevante y que muchos compradores hayan vuelto al mercado. No creemos que el apagón impacte en una reducción de los precios (más bien al revés), ni en la falta de interés en comprar si el precio es interesante."

De hecho, añade que, "los desarrolladores tienen una oportunidad de aumentar el precio de los proyectos hibridándolos o vendiéndolos con la posibilidad de hibridar. Esos proyectos van a tener más valor tras el apagón y van a ser más demandados. Está por ver cómo se refleja en precios este valor añadido, que en muchos casos va a ser una expectativa o un proyecto en estado embrionario".

Para Solchaga, "a corto plazo, hasta que no se planifique y se implemente una solución, el apagón llevará a que se incremente el porcentaje de tecnologías gestionables que entren desde el primer momento en el pool (nuclear, gas e hidráulica), lo que hará que aumente el precio de la energía, lo que es bueno para los proyectos, aumenta su rentabilidad, subirán los precios de los PPA y mejorará la visión de los bancos sobre los ingresos futuros. Esto hará los proyectos más atractivos y pudiera aumentar su precio a medio plazo. Por el contrario, la discusión entre renovables y nuclear, con una alta carga ideológica, perjudicará a la imagen de las renovables y nos devolverá a tiempos pasados. Puede aumentar la oposición a los proyectos y aumentar la litigiosidad".

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