
El crecimiento acelerado de las energías renovables en España ha generado un fenómeno preocupante: el aumento de los vertidos de energía limpia, especialmente en la zona suroeste del país donde se iniciaron los problemas de tensión que provocaron el apagón este pasado lunes. Este fenómeno, conocido como "curtailment", ocurre cuando la producción de energía renovable supera la capacidad de absorción de la red eléctrica, obligando a desconectar instalaciones para mantener la estabilidad del sistema.
Según datos de Aurora Energy Research, en 2024 se desperdiciaron 1,7 TWh de energía renovable en España, suficiente para abastecer a 600.000 hogares durante un año completo. Este volumen representa un aumento del 13% respecto al año anterior, evidenciando una tendencia al alza que podría intensificarse si no se toman medidas adecuadas.
El suroeste peninsular, con provincias como Badajoz, ha experimentado un incremento significativo en los vertidos. En 2024, Badajoz superó a Zaragoza en esta problemática, con restricciones técnicas que afectaron principalmente a la energía eólica, registrando un aumento del 29% respecto al año anterior.
La causa principal de estos vertidos radica en la falta de infraestructura adecuada para transportar la energía generada hacia los centros de consumo. Las redes eléctricas actuales no han crecido al ritmo de la implantación de renovables, creando cuellos de botella que obligan a frenar la producción.
Además, la alta penetración de energías renovables intermitentes, como la solar y la eólica, puede provocar oscilaciones en la frecuencia y el voltaje de la red eléctrica. Estas fluctuaciones comprometen la estabilidad del sistema, especialmente cuando la generación renovable supera la capacidad de absorción de la red o no existe suficiente capacidad de almacenamiento.
De hecho, Red Eléctrica está investigando la zona la búsqueda de la causa que detonó el apagón, más allá de la falta de previsión de su despacho de operación para contar con más energía síncrona en el sistema.
Para mitigar este problema, expertos proponen el desarrollo de sistemas de almacenamiento de energía a gran escala, como las centrales hidroeléctricas reversibles y las baterías de flujo. Estas tecnologías permitirían almacenar el excedente de energía para liberarlo cuando sea necesario, reduciendo los vertidos y mejorando la estabilidad de la red.
En conclusión, mientras España avanza hacia una matriz energética más limpia, es crucial abordar los desafíos asociados a la integración de renovables. La planificación adecuada de infraestructuras y la implementación de soluciones tecnológicas serán fundamentales para garantizar una transición energética eficiente y sostenible.