Energía

Así son las diez grandes amenazas al sector eléctrico que planificó el Gobierno

  • De pandemias a ciberataques, desastres naturales o sabotajes internos
Sara Aagesen, vicepresidenta de Transición Ecológica

El Ministerio para la Transición Ecológica ha elaborado un ambicioso Plan de Preparación frente a los Riesgos en el Sector Eléctrico para blindar el suministro de electricidad en España ante situaciones críticas. El documento identifica diez grandes escenarios de crisis que podrían poner en jaque la continuidad del servicio eléctrico en el país.

Desde pandemias hasta ataques cibernéticos o desastres naturales, el Gobierno traza un mapa de riesgos cada vez más complejo en un contexto marcado por la transición energética, la digitalización y la volatilidad geopolítica.

Estas son las diez amenazas clave que se han incorporado en la planificación oficial:

  1. Pandemias: Las crisis sanitarias, como la vivida con la COVID-19, pueden afectar al personal esencial del sistema eléctrico. La falta de operarios en centros de control o plantas puede comprometer la estabilidad del suministro. El plan contempla refuerzos operativos, teletrabajo en entornos críticos y protocolos de contingencia sanitaria.
  2. Tormentas extremas: Episodios meteorológicos severos pueden dañar infraestructuras críticas como líneas de alta tensión o subestaciones. La amenaza de eventos extremos vinculados al cambio climático obliga a reforzar la resiliencia de las redes y establecer planes de respuesta rápida ante temporalidades destructivas.
  3. Ciberataques a sistemas de control: El sistema eléctrico depende de sistemas digitales (como SCADA) que pueden ser vulnerables a ataques informáticos. Un ciberataque coordinado podría alterar el equilibrio entre generación y demanda, o incluso provocar apagones en cascada.
  4. Ciberataques a equipos físicos críticos: Además del software, los dispositivos físicos que regulan y protegen la red también pueden ser blanco de sabotajes digitales. El plan prevé refuerzos en seguridad electrónica y renovación tecnológica para blindar estos componentes.
  5. Ataques físicos a centros de control: Los centros neurálgicos desde los que se gestiona el sistema eléctrico son objetivo potencial de ataques físicos. El plan clasifica estas instalaciones como infraestructuras críticas y prevé medidas de protección y redundancia operativa.
  6. Ataques a activos estratégicos del sistema: Subestaciones, transformadores, líneas de transporte o parques de generación pueden ser objeto de sabotajes o atentados. El documento prevé medidas de seguridad física, vigilancia y coordinación con las Fuerzas de Seguridad del Estado.
  7. Incendios o explosiones en instalaciones clave: Fallos técnicos o accidentes pueden causar graves daños a infraestructuras críticas. El plan incluye revisiones periódicas, protocolos de emergencia y planes de sustitución rápida de activos afectados.
  8. Sabotaje interno: El riesgo de acciones maliciosas por parte de empleados con acceso privilegiado no se descarta. El plan incorpora controles internos reforzados, limitaciones de acceso y monitorización constante de perfiles sensibles.
  9. Incendios forestales: Con el aumento del riesgo por el cambio climático, los incendios pueden afectar a infraestructuras en zonas rurales o boscosas. Las actuaciones preventivas y la coordinación con cuerpos autonómicos son esenciales para evitar desconexiones masivas.
  10. Erupciones volcánicas: Aunque poco frecuentes, las erupciones como la de La Palma en 2021 demostraron su capacidad para aislar sistemas eléctricos insulares. El Gobierno ha reforzado el mallado de las redes no peninsulares y apuesta por el almacenamiento energético como barrera de seguridad.

España se suma así a otros países europeos en la definición de un plan nacional integral de preparación ante crisis eléctricas. El documento subraya que garantizar la continuidad del suministro es una prioridad estratégica que requiere planificación, cooperación institucional y anticipación tecnológica.

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