
Repsol ha anunciado una inversión de 2,5 millones de euros en su planta de especialidades ubicada en Palencia para la puesta en marcha de una nueva línea de fabricación de perlas de parafina, una decisión que refuerza el compromiso de la compañía multienergética con la industria nacional, la sostenibilidad y el desarrollo económico local.
Con esta inversión, la capacidad de producción de la factoría aumenta en un 33%, lo que permitirá abastecer con mayor eficiencia a sectores clave como el de velas, neumáticos, tableros y construcción. La iniciativa supone también la creación de nuevos puestos de trabajo directos en la ciudad, consolidando a la planta como un motor de empleo y dinamización económica.
El acto de presentación de la nueva línea, celebrado este jueves en la propia fábrica, ha contado con la participación de representantes institucionales y directivos de la compañía. La alcaldesa de Palencia, Miriam Andrés, ha destacado la importancia de esta ampliación para el futuro económico de la ciudad: "Repsol sigue demostrando su compromiso con Palencia, no solo manteniendo, sino ampliando y diversificando su producción, lo que significa más empleo y riqueza para nuestra comunidad".
Por su parte, la presidenta de la Diputación de Palencia, María Ángeles Armisén, ha subrayado que "apostar por Palencia es apostar por el talento, la calidad de vida y el potencial de una provincia con ambición". También ha intervenido el director general de Industria de Castilla y León, Mariano Muñoz, quien ha recordado el apoyo de la Junta a iniciativas industriales mediante múltiples líneas de subvención y financiación.
Desde Repsol, Sebastián Mussini, director de Lubricantes, Aviación, Asfaltos y Especialidades, ha asegurado que "esta nueva línea representa un paso clave en la modernización y expansión de nuestra fábrica", mientras que el gerente de la planta, Francisco González Nieto, ha reiterado el compromiso de la compañía con la calidad y la innovación.
Más de 80 años de historia
La planta de Palencia, construida en 1942 y adquirida por Repsol en 1987, ha ido adaptando su actividad desde la producción de vitaminas a la fabricación actual de perlas de parafina y emulsiones. Hoy en día, más de 30 profesionales cualificados trabajan en esta instalación, que cuenta con un laboratorio propio para asegurar los máximos estándares de calidad en todos sus productos.
En los últimos años, la compañía ha impulsado mejoras en eficiencia energética, como la instalación de placas solares y nuevas calderas. Esta transformación responde al objetivo de Repsol de avanzar hacia una industria más sostenible y respetuosa con el entorno.