La drástica bajada de la tarifa de gas regulada (TUR) por el Gobierno ha hecho saltar las alarmas en las comercializadoras de energía. La caída de entre el 20% y el 25% que se ha producido este abril deja completamente fuera del mercado a las tarifas liberalizadas que ofrecen las comercializadoras con ofertas que llegan incluso a doblar el precio regulado, tal y como se aprecia en la comparativa de la Comisión Nacional de Mercados y Competencia.
En estos momentos, según los datos del comparador de tarifas de la CNMC, el precio medio para un cliente de gas natural regulado asciende a 409,32 euros al año.
La primera oferta del mercado libre, es decir, la más económica de las registradas corresponde a la compañía Doméstica Gas y Electricidad y se sitúa en 535,87 euros, lo que supone una diferencia del 30,9% más que la regulada.
Si acudimos a la décima oferta existente, correspondiente a Pepenergy ya se sitúa en los 709,42 euros, un 73,31% más caro y si nos vamos a la oferta más cara -entre la selección de las más baratas de la CNMC- alcanza los 793,81 euros, lo que ya marca la sorprendente diferencia del 93,9% y que corresponde a la compañía GeoAlternativa.
Desde mediados de 2024, la tarifa regulada TUR ya no tiene limitados los posibles incrementos de precios, como ocurrió durante la crisis energética, ni tampoco las bajadas de los mismos.
En la revisión del pasado octubre, la TUR registró un fuerte incremento que se repitió en la revisión para el primer trimestre de 2025. Sin embargo, de cara al segundo trimestre, los precios han experimentado una fuerte rebaja, que se traduce en un ahorro de 150 euros al año para un hogar medio con un consumo anual de 9.000 kWh: la factura anual pasa ahora de 731 euros a 581 euros, según los cálculos de la OCU.
Y en el mercado libre, que reúne a 6 de cada 10 hogares, sigue sin haber alternativas mejores tal y como se aprecia en la comparativa de la CNMV. Para la organización de consumidores, solo estaría justificado mantenerse en el mercado libre si se cuenta con una buena tarifa que, aunque sea un poco más elevada que la tarifa TUR, garantice un precio fijo que se vaya a mantener durante parte del invierno que viene.
Ante este escenario de precios, OCU destaca que la TUR es la tarifa más recomendable para las comunidades de propietarios por lo que anima a revisar en profundidad las tarifas contratadas ya que acceder a la tarifa regulada TUR puede suponer para algunas comunidades ahorros en su factura muy importantes.
OCU denuncia además la falta de conocimiento que tienen los usuarios sobre esta tarifa regulada y las frecuentes irregularidades en la comercialización que, mediante llamadas telefónicas confusas o engañosas, provocan que los consumidores que la tengan contratada salgan al mercado libre con una tarifa peor a la que tenían contratada.
Por ello, la OCU realiza tres peticiones claras: que se obligue a las comercializadoras a hacer públicas todas sus tarifas activas, también aquellas que no son ya contratables, para aumentar la transparencia, que la medida de reducir el IVA del gas y la electricidad se recupere para convertirla en una medida definitiva y que se persiga de manera decidida el fraude en la comercialización de gas y electricidad.
El número de clientes suministrados a tarifa de último recurso (TUR) se estabilizó en el tercer trimestre del año pasado -último sobre el que hay datos- en el entorno de los 3,1 millones, sin apenas variaciones respecto a junio de 2024 (disminuye en unos 1.000 clientes), y suponen el 38,9% del total.
Las comercializadoras reguladas siguen lideradas por Naturgy (52,6%), Iberdrola (20,7%), Endesa (15,2%) y TotalEnergies (11,5%). El mercado libre, por contra, lo lidera Naturgy (37,3%), Endesa (23,8%), Iberdrola (11,9%), TotalEnergies (11,2%) y el resto de comercializadoras (15,8%). Ahora podría haber un trasvase fuerte de clientes del libre al mercado regulado.