
Más de una veintena de empresas del sector eléctrico involucradas en la industria nuclear española han firmado este martes un Manifiesto en favor de la extensión de vida de las centrales nucleares españolas. Con este manifiesto, pretenden dar argumentos al Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico para abordar la cuestión entre el Gobierno y las compañías que ostentan la titularidad de las centrales.
"Instamos a la apertura de un diálogo y a la regeneración del acuerdo de 2019 sobre el cierre escalonado de las centrales nucleares. Dicho acuerdo se adoptó en un contexto industrial, geopolítico, social y económico completamente distinto al actual", señala dicho manifiesto.
Entre las empresas adheridas se encuentran algunas como EAG (Empresarios Agrupados – GHESA), Siemens Energy o Chepro, filial de OHL Industrial; también, algunas consultorías de ingeniería, así como instituciones académicas como el Consejo Superior de Colegios de Ingenieros de Minas, la Escuela de Minas y Energía de la Universidad Politécnica de Madrid o la Escuela de Ingeniería de Bilbao.
Impacto económico sobre la industria
"Siempre que abordamos esta cuestión, hablamos de las centrales nucleares, de la autonomía energética o del cambio climático, y no solo se trata de eso. Si nos enfrentamos a un cierre nuclear, el impacto sobre la industria española sería altísimo", ha considerado Ignacio Araluce, presidente de Foro Nuclear, durante la presentación del manifiesto ante los medios.
Según indican las entidades adheridas al manifiesto, el sector nuclear genera más de 20.000 puestos de trabajo "estables y altamente cualificados", entre los que se incluyen trabajos de ingeniería, fabricación de componentes y servicios de apoyo. Su previsible cierre, consideran, no solo afectaría a las regiones en las que operan las centrales, sino que afectaría a la competitividad de la industria nacional y debilitaría el tejido productivo vinculado a la energía.
Más allá del impacto económico, los firmantes creen que la prolongación de la vida operativa de las centrales nucleares, "en línea con las recomendaciones de la Agencia Internacional de la Energía, de la Comisión Europea y de las medidas que están implementando países europeos, permitiría garantizar la sostenibilidad de nuestro sistema energético, en creciente demanda, sin poner en peligro la seguridad del suministro ni la expansión de infraestructuras renovables".
"España tiene un precio de la electricidad muy competitivo gracias al mix energético que tenemos, en el que la nuclear aporta un 25% de electricidad. Si se prescinde de ella, requeriríamos más gas, aumentando la volatilidad de los precios", asegura Héctor Dominguis, presidente y Consejero Delegado de GDES Corporate.
De iniciarse una conversación entre el Gobierno y las titulares, los firmantes creen que un buen punto de partida sería abordar la fiscalidad. "Si ese PNIEC fuese a revisarse, sería bajo iniciativa de la Administración. Las eléctricas han manifestado que ese negocio [el de las nucleares] con esa fiscalidad no es rentable, y que con otra fiscalidad sí sería rentable. En este juego del ratón y el gato, los españoles vamos a terminar pagando", augura Javier Perea, consejero delegado de EAG (Empresarios Agrupados - GHESA).