Redeia quiere convertirse en el monopolio de la red eléctrica marina. La compañía que preside Beatriz Corredor busca nuevos nichos de negocio para reforzar el crecimiento de la compañía y ha puesto el ojo en el desarrollo de las energías marinas, principalmente, la eólica.
Según varias fuentes del sector consultadas por este diario, el operador del sistema ha mostrado ya su interés al Gobierno para hacerse cargo de la red de subestaciones marinas, así como de las conexiones a tierra que serán necesarias para dar cabida a los 3.000 MW de eólica offshore que el Ejecutivo ha planeado que se instalen hasta 2030.
La primera pista de esta intención ya la dio la propia presidenta de REE en la presentación de la Coalición Offshore para la Energía y la Naturaleza en el Mediterráneo (MED OCEaN), una iniciativa impulsada por Renewables Grid Initiative (RGI), donde aseguró que "creemos que para que sea un éxito debe prevalecer el modelo TSO, es decir, uno en el que el transportista y operador del sistema eléctrico construye, opera y mantiene las infraestructuras de la red marina hasta su conexión con la red terrestre, aportando todo su conocimiento y experiencia. Este modelo, predominante en Europa, ha demostrado que aporta eficiencias técnicas y económicas, beneficios en términos de robustez y seguridad del sistema y que, además, garantiza el acceso neutral a las infraestructuras de redes marinas permitiendo un desarrollo ordenado, con un menor impacto en el medio marino, y un acceso no discriminatorio de este tipo de generación. Desde Red Eléctrica estamos listos para hacerlo".
La medida, según explican los promotores consultados, tiene toda la lógica ya que abriría el acceso a las subestaciones a otras futuras tecnologías (fotovoltaica flotante) o podría llegar incluso a facilitar un incremento de las interconexiones marinas con otros países.
Riesgo de retrasos
En todo caso, la decisión de conceder este monopolio a Redeia supone también un punto de alerta ya que será clave la rapidez en la construcción de estas instalaciones que, ahora mismo, mayoritariamente las planifican y preparan dentro de los proyectos los propios promotores en gran parte de Europa, lo que podría generar retrasos indeseados para los propietarios de las plantas.
Según fuentes conocedoras, Red Eléctrica trabaja ya en proyectos con la industria para entender cómo va a evolucionar el mercado.
El diseño de las subastas que ha puesto sobre la mesa el Gobierno prevé que en la adjudicación de los proyectos se concederá el espacio marítimo, la conexión a la red y la tarifa pero aún queda pendiente la convocatoria de las primeras subastas, un extremo que se espera que se produzca en los próximos meses.
Los promotores y tecnólogos consultados indican que el modelo de control por parte del gestor es algo que está evolucionando en los países que ya llevan bastante tiempo en la eólica marina. Inicialmente, todo el mundo empezó con las subestaciones dentro del proyecto a cargo del promotor y en muchos sitios ya es el gestor del sistema el responsable.
Por ese motivo, desde el sector se considera que una de las opciones que podrían ser aceptables pasaría por continuar en un primer momento con los trabajos planificados y luego -como ya capacita la Ley del Sector eléctrico- proceder a la venta de estas instalaciones a un precio de mercado a Redeia.
Según explican, la decisión de otorgar este monopolio supondría a la vez la necesidad de desarrollar una metodología de retribución regulada para estas instalaciones, que ahora mismo no disponen de un marco retributivo específico sino que se pagarían con los ingresos de la venta de electricidad de estos parques.
La medida además reduciría a los promotores las necesidades de inversión en los desarrollos de parques eólicos e incluso podría optimizarlas, en caso de instalaciones que estuvieran cercanas.
Ahora mismo, la Dirección General de Política Energética tiene que solicitar al operador del sistema informe sobre la capacidad de acceso de los nudos reservados para concurso en los que sea factible técnicamente evacuar energía generada por instalaciones renovables marinas a través de la red de transporte.
Este informe deberá contener al menos la capacidad de acceso disponible para evacuar energía generada por este tipo de instalaciones y un análisis de las posibilidades de conexión. Con el fin de incorporar los aspectos de viabilidad de conexión el operador del sistema podrá solicitar informe al transportista.
La Hoja de Ruta para el desarrollo de la Eólica Marina y de las Energías del Mar en España, en la que se fija un objetivo de potencia instalada de eólica marina de 1 a 3 GW en 2030 y de 40 a 60 MW para las energías del mar.
La Planificación se prepara para la eólica marina
La futura Planificación de la red eléctrica para el periodo 2025-2030 en la que trabaja el Gobierno ya pretende dar respuesta a la necesidad de evacuar futuros proyectos de eólica marina. Para ello, según el borrador al que ha tenido acceso elEconomista.es, se asegura que se han de tener en cuenta los "Planes de Ordenación del Espacio Marítimo" (POEM).
En estos se incluye una zonificación para los futuros proyectos eólicos marinos en España y se proponen 19 zonas de alto potencial de eólica marina en áreas no protegidas que cumplen tener un recurso eólico superior a 7,5 m/s y donde la profundidad no supere los 100 metros. Dentro de ellas, algunas se designan como zonas de uso prioritario. Se considera que las ubicaciones con mayor probabilidad de éxito son aquellas que se ubican en estas zonas, ya que integran criterios de recurso y criterios medioambientales, y en las que además se haya constatado un interés por parte de promotores para poder desarrollar proyectos en dichas ubicaciones.