
España se sumará al mecanismo de subasta como servicio que permite la Comisión Europea a los países para apoyar los proyectos que se sumen a las pujas comunitarias, financiados por el Fondo de Innovación de la UE. Bajo este mecanismo, los países podrán repescar a aquellos proyectos presentados al programa, pero queden fuera de la lista definitiva. En este sentido, España, Lituania y Austria se suman a Alemania, que se adhirió al mecanismo en 2023, participarán del mismo y podrán ayudar financieramente a los desarrollos con fondos propios y sin necesidad de convocar una subasta propia.
Con estos mimbres, España asignará entre 280 millones y 400 millones de euros al régimen de subastas como servicio, utilizando fondos de su Plan de Recuperación y Resiliencia (PRR). La ayuda total disponible dependerá del importe de los fondos utilizados en el actual régimen de ayudas estatales del país para agrupaciones y valles de hidrógeno, que también se financia con cargo a los recursos del PRR.
El importe exacto de la ayuda se confirmará en la primavera de 2025, en función del resultado del programa H2 VALLES lanzado por el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), dependiente del MITECO, de incentivos a grandes clústeres industriales.
Esta línea nacional de ayudas está dotada de inicio con 1.200 millones de los 1.600 millones que la Adenda RePowerEU añadió a las inversiones en hidrógeno renovable en España, pero la cantidad podría aumentar hasta los 1.320 millones si fuera necesario para completar la subvención a todos los proyectos de valles que resulten elegidos en concurrencia competitiva.
El diferencial hasta los 1.600 millones de la Adenda será lo que España aporte al sistema de subastas como servicio (AaaS) del Banco Europeo del Hidrógeno.