
La Asociación de Gases Licuados reclama una revisión de la retribución que perciben por el reparto de la tradicional bombona de butano.
Según esta asociación, el actual sistema de precios regulados, que se estableció de manera transitoria en 1998, no ha sido ajustado para reflejar los aumentos en los costes del sector.
En el caso del GLP es el llamado Coste de Comercialización -conocido como término C- el que debe reflejar dicho costes en los que incurren los operadores y la cadena de transporte y distribución. En este caso concreto, lleva sin ser correctamente actualizado desde 2015 (Orden IET/389/2015), debido a que no permite trasladar el impacto de la inflación ni la pérdida de escala por decrecimiento del mercado.
Esto ha provocado, según la Asociación, que los operadores y las empresas de distribución, muchas de ellas pequeñas y medianas empresas, operen con pérdidas.
La diferencia entre el aumento del IPC desde la entrada en vigor de la Orden IET/389/2015 (21,9%) y el ajuste del término C (solo 8,6%) refleja esta desconexión y, por ello, reclaman una regulación adecuada para equilibrar los costes de las empresas.