Barcelona
La patronal Foment del Treball ha alertado este lunes sobre los efectos perjudiciales de consolidar de forma permanente el impuesto extraordinario a las energéticas aprobado por el Gobierno en 2022. Lo ha hecho el mismo día en que se ha sabido que Repsol trasladará uno de sus proyectos en hidrógeno verde fuera de España como consecuencia de la medida del Ejecutivo central.
En un comunicado, la patronal presidida por Josep Sánchez Llibre tilda de "discriminatoria" la decisión del Gobierno. "Fue una medida excepcional, dijo el Gobierno, que sería temporal y solo en relación con la crisis del momento [se refiere a las tensiones inflacionarias de 2022 y 2023]. Pero ahora se ha sabido que el Ejecutivo pretende hacerlo permanente y Foment del Treball debe alzar la voz para pedir la retirada de este gravamen", sigue el texto.
"Este golpe fiscal se convierte en un elemento desestabilizador entre los territorios y la libre competencia", advierte la organización. Además, considera que este impuesto resta competitividad a la industria local frente a operadores que producen fuera de España o importan a la Unión Europea.
Foment llega a alertar de que "podría estar en entredicho el futuro del polo químico de Tarragona", lo que a su vez "aumentaría la dependencia energética española del extranjero así como enquistaría los planes de transformación energética del país". En el caso de Repsol, la petrolera tiene comprometidos 1.100 millones de euros en Tarragona en diversos proyectos de transición energética.
Llamamiento al 'Govern'
Por otro lado, la patronal considera que este gravamen perjudicaría la economía de los hogares ya que elevará "el precio del gasoil, la gasolina y derivados".
Por otro ello, Foment hace un llamamiento al Govern para que "tome todas las medidas" para revertir el alargamiento del impuesto a las energéticas. Aunque la consolidación del gravamen aún se ha materializado, previsiblemente se hará mañana en la reunión del Consejo de Ministros.