
La semana pasada, el operador del mercado de la energía en Australia (AEMO) emitió dos advertencias relacionadas con su capacidad de producción energética. Al contrario de lo que cabría pensar, no, no faltaba electricidad. Sino más bien lo contrario: sobraba. En concreto, el operador detectó durante dos días consecutivos que la demanda energética era demasiado baja como para mantener de manera segura el sistema de electricidad.
Esta situación se dio los días 27 y 28 de septiembre, entre las horas centrales del día —a las que, por lo general, la energía fotovoltaica es más productiva—. Concretamente, entre las 10.30 y las 14.30.
"AEMO ha detectado que existe un riesgo elevado de demanda insuficiente para mantener un estado operativo seguro en la región de Victoria", señaló el operador. En esas mismas alertas, el operador indica que posee tres niveles de demanda mínima: 1865 MW, 1365 MW y 865 MW. Pues bien, en aquellos días, la demanda regional prevista fue de unos 1420 MW, si bien la demanda final fue finalmente superior en muchos de los tramos temidos.
Según recogen desde Xataka, el nivel de demanda de energía previsto por AEMO fue el más bajo de su historia reciente. Esto se debió principalmente a la capacidad para autoabastecerse que han alcanzado los hogares mediante energía fotovoltaica, donde una de cada tres viviendas unifamiliares ya cuentan con paneles solares.
En consecuencia, esa falta de respuesta del mercado puede provocar que, llegado el caso, AEMO "puede obligar a AEMO a tomar medidas o intervenir para mantener la seguridad del sistema eléctrico en Victoria.
¿Cómo podría intervenir AEMO para garantizar la seguridad del sistema? Desactivando paneles solares, limitando los vertidos de electricidad excedentes o reactivando líneas de alta tensión fuera de servicio. Sin embargo, la situación se solventó avisando a los propietarios de grandes baterías, para que las vaciasen antes de la franja horaria problemática.