Iberdrola ha inaugurado hoy una de las construcciones "más difíciles" de su historia. La eléctrica, tal y como aseguró su presidente, Ignacio Galán, ha puesto en funcionamiento el parque eólico marino de Saint-Brieuc, que ha supuesto uno de los mayores retos de la compañía desde el punto de vista de su ingeniería. Prueba de ello, es que la empresa comenzó a diseñar la instalación en 2011 y esta no entró en operación hasta el año 2024.
La eléctrica ha anunciado que invertirá 25.000 millones de euros en eólica marina hasta 2029. Para ello, la compañía cuenta ya con los 10.000 MW de derechos sobre lecho marino en Europa, EEUU, Australia y Japón.
La región de Bretaña, donde se ubica la planta, es una tierra de fuertes vientos y grandes mareas, características que han determinado la vida de la zona.
Dotado de una inversión de 2.400 millones, Saint-Brieuc aporta una producción de 1.820 gigavatios hora (GWh) al año, con los que cubrirá la demanda de 835.000 personas gracias a una capacidad instalada de 496 megavatios (MW) repartidos en 62 turbinas de 8 MW de potencia, que se extienden sobre una superficie de unos 75 km2 situada a unos 16 km de la costa francesa.
El proyecto ha contado con la participación de más de 100 empresas francesas y más de 60 españolas, entre las que figuran: Siemens Gamesa, Navantia-Windar, Van Oord, Prysmian. El desarrollo y la construcción de la instalación han generado más de 1.700 empleos en Francia, 500 de ellos en Bretaña.
Los 62 aerogeneradores instalados sobre plataformas eólicas marinas (jackets) descansan sobre tres patas. Cada una de ellas mide 75 metros de alto por 28 de ancho y pesa entre 1.100 y 1.200 toneladas.
Para la fijación de estas estructuras, la compañía ha utilizado por primera vez un dispositivo hidráulico denominado 'pile grippers' que aporta una fijación adicional y proporciona estabilidad durante la instalación. Estas cimentaciones están formadas por tres elementos: la parte inferior sumergida, la parte superior y la pieza de transición, donde posteriormente se coloca el aerogenerador. Estos dos últimos elementos están entre los 18 y los 30 metros sobre el nivel del mar (dependiendo de la marea).
Gracias a su estructura reticular, las plataformas suponen un impacto muy limitado en el medio ambiente, facilitan la circulación de las masas de agua y la biodiversidad y promueven el efecto de arrecife artificial.

Las plataformas eólicas marinas de Saint-Brieuc han sido fabricadas en las instalaciones de Navantia-Windar en Brest, Fene y Avilés, mientras que los pilotes se han construido en las instalaciones de Windar en Avilés. Su instalación ha corrido a cargo de Van Oord. De hecho, la compañía desarrolló fábricas para la creación de las propias piezas del parque.
El aerogenerador tiene una altura de 209 metros de alto desde el mar hasta la punta más alta de la pala. Las turbinas están dotadas con tecnología direct drive. Sus palas, de casi 82 metros de longitud, ofrecen un área de barrido un 18% superior al modelo anterior y una mejora de la producción anual de energía del 20% respecto a su predecesora. Para la fabricación de las turbinas, se llevó a cabo la creación de una nueva fábrica en Le Havre. En ella se han fabricado tanto nacelles como palas, contratando localmente a más de 1.000 trabajadores.
La subestación marítima se adjudicó a una joint venture entre Eiffage Métal y Engie Solutions (Equans). La primera realizó la ingeniería, suministro y construcción de la cimentación como de la cubierta que aloja los transformadores y resto de equipamientos eléctricos, mientras que la segunda llevó a cabo la ingeniería, suministro, instalación y puesta en marcha de equipos electromecánicos (excepto equipos principales).
La estructura que soporta esta subestación está formada por una cimentación de 63 metros de altura (jacket de 4 patas) una cubierta de unos 53 metros de largo, 31 metros de ancho y 21 metros de altura, con un peso total aproximado de 3.400 toneladas, instaladas offshore por el barco Saipem 7000, una de las dos mayores grúas marinas del mundo. Iberdrola adjudicó a GE Renewable Energy Grid Solutions el suministro y la instalación de los principales equipos eléctricos de la subestación. La compañía se ha encargado del diseño, fabricación, instalación y puesta en marcha del equipo eléctrico de alta tensión, así como del sistema de control y protección de la subestación. Para ello, diseñó y fabricó la GIS de 72,5 kV y 225 kV en su fábrica de Aix-les-Bains (Francia). La subestación se instaló con éxito en julio de 2022
El consorcio Navantia-Windar se ha hecho cargo de la construcción y el montaje de las 62 plataformas eólicas marinas (jackets) de la instalación, a través del mayor contrato hasta la fecha ejecutado por ambas compañías en eólica marina, que comprendía: La fabricación y ensamblaje de las estructuras, realizada en la instalación puesta en marcha por Navantia-Windar en Brest.
En esta planta, abierta a raíz del contrato, Navantia-Windar ha fabricado los 186 stabbings y plataformas intermedias de las piezas de transición y la estructura de celosía para 34 de las 62 estructuras del parque, generando 250 empleos. En estos trabajos han participado además las instalaciones del consorcio en Avilés y Fene. La fabricación de los pilotes que anclan los aerogeneradores al lecho marino, realizada en las instalaciones de Windar en Avilés.
En el contrato con este consorcio, de más de 350 millones de euros, han participado más de 15 empresas españolas de la ría de Ferrol y Avilés, y ha supuesto un gran efecto tractor al crear más de 2.000 empleos directos y miles de empleos indirectos.
Este acuerdo ha afianzado la relación de más de diez años entre Iberdrola y Navantia-Windar, que suma contratos por un valor superior a los 1.000 millones de euros en diversos parques eólicos marinos.
Por su parte, Siemens Gamesa ha puesto en marcha una nueva fábrica en Le Havre (Francia) para la producción de las turbinas, y se encarga del mantenimiento del parque eólico marino durante un período de 10 años. Este contrato se ha traducido además en nueva carga de trabajo para el astillero centenario en el País Vasco, Balenciaga, en la fabricación de un barco nuevo para la fase de operación y mantenimiento.
Por otro lado, la vasca Haizea Wind ha fabricado las 62 torres que sostienen los aerogeneradores. La empresa canaria IPROCEL (Ingeniería de Protecciones y Control Eléctrico) ha sido la adjudicataria de los servicios de puesta en marcha del parque y las empresas Eiffage Métal y Equans (Grupo Bouygues) han colaborado estrechamente con proveedores españoles para la ingeniería y construcción de la subestación.
La embarcación Goelo Enabler, con 83 metros de eslora y casi 19 metros de manga y construido en Zumaia (Gipuzkoa), ha sido la encargada de trasladar a los técnicos de mantenimiento al parque.