
El presidente ejecutivo, fundador, máximo accionista y antiguo CEO de Grenergy, David Ruiz de Andrés, ha lanzado a la compañía al estrellato. La firma ha recibido los parabienes de gurús de la inversión como Bank of America —BofA— por su estrategia en el desarrollo de baterías, pero la propia compañía energética afirma tener una "especial" dependencia de Ruiz de Andrés, según se desprende del documento para la renovación del último pagaré de la compañía depositado en el Mercado Alternativo de Renta Fija (MARF).
Dentro de los riesgos que reconoce la firma, establece como una amenaza la dependencia de los principales miembros de su equipo directivo. "Estas personas resultan claves para el presente y, sobre todo, para el futuro de Grenergy y la implementación con éxito del Plan de Negocio". Y prosigue: "De especial relevancia resulta la figura de David Ruiz de Andrés, que sigue siendo el mayor accionista de la sociedad y una persona clave en el desarrollo y gestión del grupo, aunque el gobierno corporativo se haya reforzado de manera significativa en los últimos años (...) La salida de David Ruiz de Andrés (especialmente) o de alguna de estas personas podría tener un impacto sustancial negativo en las actividades, los resultados de explotación y la situación financiera de Grenergy".
Prácticamente todas las firmas que presentan esta clase de documentos reconocen en sus escritos los riesgos de dependencia del personal directivo y, en especial, a los máximos accionistas, como es el caso de Ruiz de Andrés que cuenta con en torno al 53% de la propiedad de Grenergy. No obstante, otras firmas del sector como Gransolar o Audax Renovables, que han recurrido a estos mismos instrumentos, no hacen el especial hincapié de Grenergy.
La firma ha venido reforzando su estructura corporativa en los últimos años con miembros del consejo con pasado en grandes firmas cotizadas como BBVA o Glovalia y, el pasado mayo, repartió parte del poder dentro de la compañía con Pablo Otín, que ocupa las funciones de consejero ejecutivo de Grenergy.
Estos nombramientos buscan fortalecer la estructura de la compañía de cara al fuerte crecimiento que espera la firma. Grenergy se encuentra en pleno desarrollo del mayor proyecto de baterías del mundo, llamado Oásis de Atacama de 4,1 GWh de almacenamiento. Las perspectivas de la firma han hecho que el equipo de análisis de BofA ha pasado de ver a sus acciones en los 52 euros a estimarlos ahora en los 56 euros, lo que aumenta el potencial de la compañía en bolsa hasta el 65% sobre precios actuales -frente a una cotización actual de 34,95 euros-.