Energía

Aragón rechaza "radicalmente" el plan estrella de Ribera de instalar plantas solares en los embalses

  • El presidente Azcón considera que los pantanos "necesitan agua, no placas" 
  • La normativa, que será aprobada antes de agosto, contempla 3 plantas por embalse
  • En España hay un centenar de embalses estatales donde se podrían construir
Planta flotante de Acciona en Cáceres. Foto: Acciona.

El Gobierno de Pedro Sánchez aprobará en las próximas semanas, antes del periodo vacacional del mes de agosto, el real decreto que permitirá la instalación de plantas fotovoltaicas flotantes en los embalses, que permitirá aumentar la producción de las centrales hidroeléctricas y optimizar las infraestructuras de evacuación. Un plan que el presidente de Aragón, Jorge Azcón, ha rechazado "radicalmente".

"Los embalses de nuestra comunidad autónoma necesitan agua, no placas fotovoltaicas", ha aseverado el jefe del Ejecutivo autonómico, que considera que "las prioridades tienen que estar claras". "Aragón produce energía más que suficiente y tiene un extenso territorio" para ubicar esas placas fotovoltaicas en otros emplazamientos diferentes a las infraestructuras hidráulicas.

"Primero, el agua para los agricultores" ha insistido el presidente, que considera "incomprensible" que el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico quiera poner placas fotovoltaicas en lugares como el pantano de Lanuza.

"Lo que queremos es agua para los agricultores y que se impulsen las obras de infraestructura necesarias para que se puedan poner hectáreas de regadío en nuestra comunidad", ha defendido Azcón.

Demoras en la tramitación

El Ejecutivo sometió a consulta pública la tramitación de la normativa el 30 de marzo de 2022, pero Ribera explicó durante la sesión de control al Gobierno en el Senado de este martes, que la demora se produce porque el Consejo de Estado presentó varias sugerencias que están siendo solventadas.

En concreto, la ministra apuntó que la principal demanda del Consejo de Estado fue que se articulara una ventanilla única para tramitar los proyectos con representación de las autoridades de agua y de energía, además de tener en cuenta a las comunidades autónomas. Además, mostró su disposición a que estas instalaciones puedan recibir ayudas del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia por tratarse de energías renovables innovadoras.

Según la consulta pública del real decreto, el Gobierno considera que en España hay alrededor de un centenar de embalses de titularidad estatal sobre los que podrían ubicarse plantas fotovoltaicas flotantes.

Esta capacidad solar flotante se sumará a la energía producida por las centrales hidroeléctricas y permitirá aumentar la producción de las instalaciones y optimizar las infraestructuras de evacuación. Estas plantas, además, tendrán mayor rendimiento energético que los sistemas terrestres gracias a los efectos de enfriamiento del agua y la disminución de presencia de polvo.

Tres plantas por embalse

La normativa contemplaba un máximo de tres plantas por embalse y una cobertura parcial según el estado trófico de cada uno: cuanto peor sea la calidad de sus aguas, mayor podrá ser su cobertura.

En este sentido, se limitará el porcentaje máximo de superficie total cubierta a un 5% si el embalse está catalogado como mesotrófico, es decir, si tiene un nivel moderado de productividad biológica; a un 15% si es eutrófico, que tiene una productividad biológica alta; y a un 20% si es hipereutrófico.

En principio, no se instalarán plantas en embalses oligrotróficos (con poca productividad biológica y por tanto buena calidad del agua), ni en lagos o lagunas de origen natural.

El Gobierno propuso que las instalaciones de generación eléctrica solar fotovoltaica flotante en el dominio público hidráulico se otorgarán mediante concesiones temporales con una duración máxima de 25 años. Los interesados deberán tener permiso de conexión a un punto de la red de transporte o distribución de energía eléctrica y presentar estudios sobre el posible impacto de estas placas en la masa de agua.

Efectos en el medio ambiente

Por su parte, los organismos de cuenca podrán reclamar al concesionario informes técnicos para valorar los efectos de la instalación sobre la gestión del dominio público hidráulico, la seguridad y explotación de infraestructuras, la compatibilidad del aprovechamiento con el respeto del medio ambiente y la garantía de los caudales ecológicos o las demandas ambientales previstas en la planificación hidrológica.

La instalación de estas plantas será beneficiosa tanto para la producción energética como para el medioambiente. Entre otras ventajas, se espera una reducción de la evaporación de las masas de agua y una menor presencia de floraciones de algas en agua dulce gracias a la sombra que proporcionarán estas placas sobre la superficie líquida. También evitarán la modificación de los terrenos que se produce en las instalaciones en tierra firme.

Dado que el concepto de fotovoltaica flotante aún es reciente, se establecerán programas de seguimiento para conocer mejor las características de estas instalaciones, plantear los posibles impactos que pueden tener y estudiar los requisitos que sean necesarios para su puesta en marcha.

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