Aramco es la empresa petrolera saudí, aunque también explota gas y productos petroquímicos. La compañía estatal, que tiene su sede en la ciudad de Dhahran, produce el 10% de todo el petróleo mundial y en 2023 volvió a ser la mayor productora de derivados petrolíferos del mundo.
De hecho, Aramco es una de las mayores compañías mundiales de cualquier sector tras su salida a bolsa en 2019, tanto por sus beneficios como por capitalización bursátil. En 2022, la empresa estatal saudí registró un beneficio neto récord de 161.100 millones de dólares, un 46,5% más que el año anterior, cuando alcanzó los 110.000 millones de beneficio. En 2023, la petrolera ingresó 121.300 millones de dólares, un 32,8% menos que en el año anterior, aunque la cifra aún constituye la segunda mayor de ingresos netos de la historia.
Este ascenso se debe en buena medida al alza de los precios por la guerra de Ucrania y la mayor demanda de petróleo tras la pandemia. En todo caso, la mayor empresa de petróleo del mundo produce actualmente cerca de 9 millones de barriles cada día (llegó a producir más de 10) y es propietaria de la mayor red de hidrocarburos del mundo, conocida como Master Gas System.
Aramco es también líder mundial exportando gas natural licuado, que distribuyó el año pasado por un valor aproximado de 781.000 millones de dólares, generándole unos ingresos de 168.000 millones de dólares, un 12% más que el año anterior.
Socio enérgetico de la FIFA
Aramco abarca multitud de empresas y negocios y también está presente en el ámbito deportivo. Patrocina golf femenino mediante las Aramco Team Series, pero sobre todo la petrolera del Gobierno saudí es el principal patrocinador de la Fórmula 1 y del equipo Aston Martin, en el que milita Fernando Alonso.
Además, Aramco acaba de convertirse en el principal socio mundial de la FIFA en exclusiva para el sector de la energía, con derechos de patrocinio en multitud de eventos, como la próxima Copa Mundial de la FIFA, que tendrá lugar en 2026; o la Copa Mundial Femenina de la FIFA de 2027.
Se supone que el acuerdo entre la compañía árabe y la FIFA tiene el objetivo de valerse del fútbol para crear grandes iniciativas sociales por todo el mundo, aunque aún está por verse.
Eso sí, Arabia ha fijado su mirada en el fútbol de élite y pretende tener una competición de referencia, aunque lo tiene más que complicado. El país lleva unos años atrayendo a algunos de los futbolistas más exitosos, como el portugués Cristiano Ronaldo o el brasileño Neymar, que ficharon por clubes saudíes atraídos por los altos sueldos, no por una competición que no llegaría a la altura de la Segunda B en España y que, además, apenas genera interés.
La llegada de Míchel
Como muchos otros futbolistas y entrenadores, los elevados emolumentos que se pagan en Arabia Saudí han llevado al país a numerosos actores vinculados con el fútbol, entre ellos a un mito del balompié español como es José Miguel González del Campo, más conocido como Míchel.
El exjugador madridista y del Atlético Celaya mexicano, de 60 años actualmente, fue el elegido para sustituir al inglés Robbie Fowler el pasado mes de octubre, con la competición liguera ya comenzada. De hecho, Fowler dirigió al equipo en 8 partidos, ganó 6 y empató 2, pero no fue suficiente para convencer a los gestores del club.
Fue así cómo Míchel fichó hace ocho meses por el Al Qadsiah de la Segunda dividión saudí, que es propiedad de Aramco, y ha acabado convirtiéndose en el 'empleado del año de la compañía' tras lograr el ascenso del Al Qadsiah, que era una prioridad para Aramco.
Ascenso y renovación
La compañía Aranco suma más de 87.000 empleados por todo el mundo, pero a buen seguro que uno de los más destacados este año es el técnico madrileño, que ha sacado el curso con nota y ha logrado ascender a su equipo a la Primera división de Arabia, pese que no era el entrenador con el que se contaba desde el inicio.
En la Liga española, la pasada temporada se ha llevado buena parte del protagoniso otro Míchel, Miguel Ángel Sánchez Muñoz, tras llevar al Girona hasta la tercera plaza y clasificarlo para la Champions League por primera vez en su historia, En Arabia, Míchel se ha ganado la renovación hasta 2025 tras situar a los suyos en la máxima categoría del fútbol árabe.
El técnico español no ha estado solo en ese objetivo, ya que Aranco hizo una potente inversión y llevó al equipo a futbolistas como el argentino Luciano Vietto, el peruano André Carrillo, el senegalés Mbaye Diagne, el alemán Alexander Hack, el inglés Max Power o los también españoles Joel Robles y Álvaro González.
Su hijo Adrián, en el cuerpo técnico
Aunque el fichaje más notorio del Al Qadsiah la pasada temporada que acaba de concluir fue Adrián González, hijo mayor del propio Míchel, que ya estuvo a sus órdenes como futbolista en el Getafe.
Adrián, de 35 años y padre de tres hijos con la influencer Natalia Coll, colgó las botas antes de iniciarse la pasada temporada y ahora es parte del equipo técnico de su padre. Llegó a Arabia gracias a una apuesta personal de Míchel y con su padre ha alcanzado también el éxito.
Míchel asegura que tenía ofertas de algunos equipos españoles, de México, de Turquía, de Rusia y de algunas selecciones, pero el entrenador se decantó por un equipo de la Segunda división de Arabia Saudí, porque en esta categoría los sueldos también son altísimos y además el objetivo, ya cumplido, era el ascenso, que le reportará aún mayores beneficios económicos la próxima campaña.
Sueldos millonarios
Míchel llegó a la ciudad de Khobar, sede de su club, acompañado de su equipo de trabajo, integrado por Carlos Mandía, Quique Sanz y ahora por su hijo, Adrián González.
En Khobar, que es parte del área metropolitana de Dammam, la tercera ciudad más imporante de Arabia Saudita, con una población que supera ampliamente los 4 millones de habitantes; Michel ha coincidido, además, con otro técnico de renombre y estrella del Liverpool como jugador, el inglés Steven Gerrard, entrenador de otro de los grandes equipos de la ciudad, el Al-Ittifaq.
Eso sí, el sueldo de Gerrard es de casi 18 millones de euros al año, que en el caso de Míchel, aunque no ha trascendido, lo cifran algunos medios locales en unos 3,5 millones de euros anuales tras lograr el ascenso, cantidad que sería casi el doble de lo percibido este año en Segunda división.
Escaso interés
Míchel afirma que en Arabia Saudí los extranjeros cobran hasta tres veces más que en la Segunda española, aunque el hándicap es que el fútbol no genera afición. La Liga saudí se refuerza cada año tanto en Primera como en Segunda, pero a los estadios apenas acude público. Se trata de una competición muy avanzada en lo económico pero que apenas genera interés y tampoco grandes ingresos.
Pese a ello, Míchel permanecerá al menos una temporada más en el país árabe, y con él su hijo Adrián. Se hizo cargo del equipo con la Liga comenzada y eso no fue obstáculo para que el entrenador madrileño convirtiera al Al Qadsiah en campeón de la Segunda el pasado 13 de mayo, tras vencer a Al Najma por 4-2.
Aramco no ha dudado en ofrecer al técnico madrileño la renovación, aunque se preveía que fuera por tres campaña y finalmente solo se le ha dado la opción de una.
Inversión garantizada
En cualquier caso, el club estatal en el que está Míchel le garantiza una amplia inversión para tratar de hacerse notar también en Primera.
Tras sentarse en los banquillos de Rayo Vallecano, Castilla, Getafe (en dos etapas), Sevilla, Olympiakos (en dos etapas), Marsella, Málaga y los Pumas de UNAM de México, el técnico seguirá entrenando al Al Qadsiah de Arabia Saudí, con el nuevo objetivo de encumbrarlo también a Primera, a la Saudi Pro League.
Aranco quería al Al Qadsiah en la máxima categoría del fútbol saudí para seguir creciendo también en el mundo del fútbol, donde ve amplias posibilidades, y lo ha conseguido de la mano de Míchel. Obviamente, la compañía acumula una solvencia económica que le permite trazarse nuevos objetivos, aunque sea en campos inéditos hasta ahora. De ahí que el logro de Míchel le haya convertido en uno de los empleados más destacados de Aramco este 2024.