
La Comisión Nacional de Mercados y Competencia acaba de aprobar la compra de Ballenoil por parte de Cepsa. La operación ha recibido el visto con la condición de desprenderse de cuatro estaciones de servicio en Málaga y Cádiz, lo que en la práctica supone una aprobación prácticamente limpia, al igual que la que ha recibido Eni con la adquisición de Atenoil.
Cepsa mantendrá la marca Ballenoil, así como su modelo de negocio y actual estructura, para consolidar su posición en el segmento low cost y ofrecer al mercado una gama de combustibles con precios económicos que faciliten la movilidad en un contexto de alta volatilidad en el precio de la energía, mayor inflación y fuerte crecimiento en la demanda del modelo low cost.
Con este acuerdo, la red de estaciones Ballenoil desarrollará un plan de crecimiento para alcanzar las 500 estaciones en 2027. Asimismo, Cepsa se fija como objetivo convertir a Ballenoil en el referente en materia de sostenibilidad en el segmento low cost, para lo que reforzará progresivamente la oferta de puntos de recarga eléctrica e incorporará la venta de biocombustibles.
Cepsa mantendrá en paralelo su modelo premium de estaciones de servicio en las que los clientes pueden disfrutar de una oferta multienergía y de ultraconveniencia, incluyendo servicios adicionales de restauración, supermercado, recogida de paquetes o parafarmacia y seguirá desarrollando su programa de fidelización para dotar de mayores descuentos y ventajas a sus clientes.
Cepsa ha sido asesorada por A&O Shearman en materia de competencia para esta operación.