
Solarprofit no se aleja del ojo del huracán. Tras verse afectada por el frenazo del autoconsumo, la firma decidió reconocer en su primer balance semestral de 2023 -último disponible después de que fuera suspendida de cotización- un crédito fiscal valorado en más de cuatro millones de euros, correspondiente a las pérdidas de ese periodo. Según las cuentas publicadas hasta junio, los números rojos ascendieron a 16 millones de euros antes de impuestos y a 12 millones al aplicar el beneficio fiscal. La empresa catalana consideraba que su plan estratégico a largo plazo, que incluía un plan de reducción de costes, "evidencia" su capacidad de compensar dicho crédito. No obstante, el auditor de la energética incluyó en el informe financiero de la cotizada salvedades al considerar que, con las cuentas en la mano, no se puede asegurar que dicha desgravación en Sociedades pueda ser activada.
"El grupo ha puesto en marcha una batería de acciones (...) tendentes esencialmente a la reducción de costes operativos, el aumento de los ingresos y la adecuación de su estructura de deuda al nuevo contexto del mercado", lee el documento elaborado por el auditor. Debido a que estas medidas no serán visibles hasta el "medio plazo", el auditor afirma no disponer de información suficiente para evaluar si se cumplen los requisitos para mantener el crédito fiscal.
La Ley de Impuesto de Sociedades permite a las empresas desgravarse las pérdidas de las empresas en ejercicios posteriores. En este caso, la normativa especifica tres supuestos en los que una firma puede percibir sus ahorros. En primer lugar, que el motivo por el que se haya incurrido en pérdidas sea un hecho "no habitual" en la gestión de la empresa. Por otro lado, que se considere que las causas que originaron los números rojos hayan desaparecido y, en último lugar, estar en posición de obtener beneficios fiscales que permitan la compensación de los números rojos.
En este último punto, el auditor desconfía de la capacidad de Solarprofit de reconvertir sus pérdidas en ganancias y de poder cobrarse el crédito fiscal. De cumplirse esta salvedad, las pérdidas de la firma de autoconsumo se dispararían en cuatro millones de euros hasta los 16 millones.
Planes de restructuración
Tras la invasión a Ucrania y la escalada en vertical de los precios energéticos, el autoconsumo vivió un bum. Empresas como Holaluz o Solarprofit anunciaron contrataciones masivas para abastecer los pedidos y, en el caso de la empresa fundada por Roger Fernández y Óscar Gómez, se auguraba elevar por cuatro o por cinco el número de empleados en cuestión de dos años. No obstante, la suavización de los precios eléctricos rebajo la demanda de la instalación de elementos de autoconsumo, lo que ha dado la vuelta a las cuentas de resultados de muchas empresas del sector.
Solarprofit prometía revisar la financiación y aseguraba estar en conversaciones con entidades financieras y algunos de sus proveedores para adaptar a temporalidad de los compromisos existentes "a la realidad de la nueva situación" hasta que los ingresos fueran superior. Estas obligaciones, solo en 2025, ascendían a 689.677 euros en créditos por operaciones comerciales y 4,7 millones en vencimientos financieros.
También auguraba elevar los ingresos mediante medidas de eficiencia de procesos y con alianzas comerciales. Sin embargo, la principal medida de la cotizada en el BME Growth fue un ERE que inició en septiembre del año pasado y con el que recortó el 28% de la plantilla, con un coste de 800.000 euros en indemnizaciones y un ahorro estimado de 8 millones de euros al año. No obstante, la empresa anunció otro ERE el pasado abril para despedir al 90% de su plantilla.