El futuro de las renovables en España está ligado al almacenamiento energético. Los proyectos de baterías arrancan en nuestro país a la espera de un marco regulatorio claro y definido. Y es que para que la inversión llegue a este sector es fundamental que se establezca seguridad jurídica. Es necesario que estos proyectos, donde la digitalización juega un papel fundamental, se valoren a largo plazo. Estas son algunas de las conclusiones del observatorio Almacenamiento energético - El futuro de las renovables en España organizado por elEconomista.es de la mano de FRV en el que participaron distintos expertos del sector.
España está en una situación de competencia con otros mercados. "Los inversores tenemos que decidir donde ponemos el dinero y vamos a ir donde nos aporte mayor claridad y estabilidad de mercado. Esto empieza a crear una urgencia para que en España se clarifique la regulación. Si nuestro país no da el paso y crea ya el marco para permitir o facilitar esta inversión, corremos el riesgo de que se vaya fuera", apunta Felipe Hernández, chief Innovation Officer de FRV.
Sin embargo, España no parte de cero, ya que existen mercados para tomar como ejemplo. Es el caso de Reino Unido, donde el proceso fue paso a paso. Primero se sacaron unas licitaciones específicas para garantizar la rentabilidad de los proyectos y que, a la vez, el regulador y el operador pudiesen entender en qué consistía y cómo tenían que adaptar los procedimientos. En base a ese aprendizaje, se sentaron las bases para la llegada de los inversores. "Es necesario que se entienda que la batería es un consumidor que aporta flexibilidad y que es complementario a los otros", dice Hernández.
Con este tipo de operaciones, Hernández añade que "te conviertes en un actor activo y el valor lo generas en la operación. Hay que tener unos equipos de mercado muy potentes, una tecnología que sea capaz de adaptarse y entender que los ingresos van a fluctuar".
La principal fuente de baterías es poder hibridar con las mismas la planta fotovoltaica y eólica. "Si por hibridar te quitan la prioridad de despacho, las empresas no van a hibridar, ya que podrían perder mucha generación", indican desde FRV.
Felipe Hernández (FRV): "Buscamos mercados donde las baterías son necesarias y sostenibles a largo plazo"
Desde hace casi dos décadas, FRV desarrolla proyectos de energía renovable y está presente en el mundo de las baterías desde hace cuatro años. El primer proyecto de este sector fue en Reino Unido, donde tiene unos 300 MW/hora en operación. "Nuestro principio ha sido buscar aquellos mercados donde las baterías son necesarias y sostenibles. Las ayudas públicas están bien para iniciar y dar el primer empujón, pero hay que buscar la sostenibilidad a largo plazo", comenta Felipe Hernández, chief Innovation Officer de FRV.
En los proyectos que ha realizado la compañía, no ha usado ningún tipo de subvención y se han hecho basándose en los esquemas de mercado y retribución existentes. En base a la experiencia adquirida, "hemos sido capaces de analizar otros países, explorar nuevos mercados y ahora mismo estamos a punto de empezar la construcción de otros 700 megavatios/hora en Australia", resalta Hernández.
Respecto al almacenamiento, dice que "España tiene los fundamentales para desarrollar el mercado de baterías, tiene la necesidad y la oportunidad, por lo que se debe trabajar en conjunto para encontrar ese ángulo de sostenibilidad del negocio y que no dependa a largo ni a medio plazo de ayudas públicas, sino de un esquema de mercado donde se retribuyan los servicios que se dan y haya suficientes señales para poder operar. Esos servicios contribuyen a la confiabilidad de un sistema donde las renovables con generación intermitente tiene un papel principal".
Los desarrolladores han aprendido que hay que basarse en los fundamentales, ser conscientes de cómo es el sistema del país, lo que necesita y la política y regulación del mismo. En base a eso, "hay que entender si el almacenamiento va a ser una necesidad y entra en los planes. Nuestra visión a largo plazo es fundamental. Hay que hacer un análisis profundo de cómo a va a ser el mercado en 20 o 25 años para entender si tiene sentido hacer la apuesta en un país de esta tecnología", apunta el chief Innovation Officer de FRV.
La clave, indica Hernández, "está en entender que el almacenamiento no tiene que ser un coste, sino que te puede ayudar a reducir esos costes del sistema derivado de todas las ineficiencias que hay. Los estudios que existen de países como Australia y Reino Unido, donde ha habido esta integración, dicen que los costes del sistema finales para las familias se han reducido".
Dentro del esfuerzo que supone realizar la transición energética, "en España creemos firmemente en el valor que los proyectos de almacenamiento pueden aportar al sistema eléctrico, desde el punto de vista de sostenibilidad y confiabilidad del mismo", apunta Hernández. Así, desde FRV están comprometidos con el desarrollo de este mercado en nuestro país y confían que sea una realidad en un corto periodo de tiempo.
Andrés Hernando (Huawei): "La transición energética se basa en la digitalización y tiene que ir acompañada del dato"
"El almacenamiento energético se basa, principalmente, en la digitalización", está es la visión de Huawei que ofrece Andrés Hernando, CTO PV Business de la firma. La empresa contribuye con el cambio y la transición energética, que, "lógicamente, va a ir acompañada del dato y hay que hacer la transición del dato", resalta Hernando. Sin embargo, no todas las empresas pueden acompañar en este cambio.
Este es el foco y la estrategia de Huawei, que desde el inicio es una empresa muy digital y no una mera firma de electrónica de potencia. "Hablamos de operar con mucho dato y esas acciones se ven directamente en los modelos de negocio".
Dentro de esa digitalización, Huawei da prestaciones a los desarrolladores para dar un coste de energía más ajustado. "Se va a desplegar mucho almacenamiento en España y Huawei tiene una de las características principales, el tema de la seguridad en los sistemas de almacenamiento, y se consigue también gracias a la digitalización", apunta el experto.
Respecto a la parte económica, "en la fotovoltaica cuesta vender que te gastes el dinero en la parte digital para la operación y el mantenimiento, pero es que en el caso del almacenamiento, ya no solamente es la operación y mantenimiento, sino que la parte digital va a afectar a tu modelo de negocio", matiza el CTO PV Business de Huawei.
En este sentido, tienen que convivir la interpretación financiera y de los ingenieros, y aquí la tecnología vuelve a jugar un papel fundamental a la hora de unir esos dos mundos y apreciar el producto que se va a vender. "El modelo financiero tiene sus velocidades y, lógicamente, tiene que ir más rápido para que haya gente que invierta, pero es necesario que entienda la parte técnica y el desarrollo tecnológico". Ambos mundo tienen que complementarse y el experto lamenta que "algunas empresas no se están viendo preparadas a incorporar el perfil tecnológico que entiende el mundo financiero".
Para Huawei la cadena de valor está relacionada con la empleabilidad. "Siempre enfocamos la cadena de valor a la fábrica. Hacen falta expertos en el código de red para certificar un producto. Hace falta dar un buen soporte en la fase de desarrollo. Hace falta un buen servicio pre- y post-venta. Hace falta un tecnólogo que acompaña al desarrollador", indica Hernando, en definitiva, "hace falta talento, ya que la fábrica hoy puede estar aquí pero mañana en otro sitio".
Huawei trabaja dando esa cadena de valor colaborando con distintas universidades y centros tecnológicos. La compañía, con presencia en 170 países en todo el mundo, está en pleno crecimiento y en la oficina que dispone en Madrid cuenta con 800 empleados, y generando unos 10.000 empleos indirectos. Huawei está explorando nuevas opciones y mercados porque Europa se está industrializando. En el Viejo Continente, la compañía ya tiene presencia en España, Italia, Alemania o Suecia con proyectos de almacenamiento energético.
Alejandro Bonitch (Cuatrecasas): "España ha dado pasos de cara a establecer un marco legal que dé certidumbre a los inversores"
En la búsqueda de flexibilidad en el suministro energético, el almacenamiento es un sector fundamental para la seguridad y la accesibilidad del sistema. De cara a que la inversión llegue a nuestro país, Alejandro Bonitch, socio en Cuatrecasas, resalta la necesidad de una seguridad jurídica que pasa porque tengamos un marco regulatorio claro y definido. "España ha dado pasos importantes de cara a establecer un marco regulatorio legal que dé certidumbre a los inversores, pero queda mucho camino", apunta Bonitch.
En este sentido, el abogado señala dos elementos principales donde falta un desarrollo normativo. El primero es la tramitación y obtención de permisos, lo que se conoce como permitting. El abogado indica que "no funciona esa idea inicial del legislador de asimilar el almacenamiento a una instalación de generación clásica, una planta fotovoltaica o un parque eólico, se tienen que buscar mecanismos de regulación adaptados porque se va a demostrar que esto va a generar problemas el día mañana. Y es que, precisamente, hablamos de dos realidades distintas. Ese es un tema que debe ser atajado en el corto plazo porque ya hay muchas instalaciones en tramitación". Por ello, hay que buscar esquemas de tramitación que sean flexibles y que se adapten a la realidad.
En segundo lugar, vinculada a esa tramitación, el acceso y conexión. "Nos encontramos en un contexto donde no hay reglas claras sobre cuáles son los criterios que tienen que determinar la capacidad que es atribuible a una batería. El papel de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) va a ser fundamental para establecer unos criterios claros que permitan dar seguridad sobre cuáles son las variables para determinar el acceso y conexión y que permitan esa primera piedra para la tramitación de esos permisos", explica el socio de Cuatrecasas.
Para cerrar la reflexión económica que va inherente a cualquier mecanismo incipiente como son las baterías, "aquí creemos que el mercado de capacidad va a ser, junto con la participación en el mercado eléctrico y de los servicios de ajuste, un elemento fundamental", añade.
Actualmente, nos encontramos en un contexto cambiante, por lo que el abogado destaca que hay que mirar los proyectos a largo plazo y no solo desde la perspectiva de la generación de los instrumentos que van a dotar de flexibilidad y hasta el almacenamiento, sino también de las nuevas necesidades de demanda.
Este es el caso de los centros de datos (data centers) o el hidrógeno, donde la energía va a tener un papel fundamental. "El mundo energético es muy amplio y tiene muchas variables, pero sin duda el almacenamiento va a ser un vector fundamental en el futuro", concluye el experto.
Ignacio Cobo (AFRY): "Estamos en un momento crítico a la hora de llegar a la consecución de los objetivos renovables"
El momento actual "es crítico a la hora de llegar a la consecución de los objetivos renovables", explica Ignacio Cobo, senior principal en AFRY. Dichos objetivos para 2030 deben ir acompañados de una buena capacidad de almacenamiento. "Empezamos a sufrir momentos de precios cero, lo cual va a afectar bastante a las inversiones renovables, entonces hace falta darle este empujón al almacenamiento, que es bastante crítico a la hora de asegurar que podemos acompañar a renovables y llegar a esos objetivos tan ambiciosos", señala Cobo.
En el caso de la situación energética en España, el experto indica que "si queremos ser ambiciosos en renovables, tenemos que serlo en almacenamiento, porque si no se desmorona todo, al final estos son bloques que tienen que ir de la mano. Ahora mismo estamos impulsando muchas renovables, pero el almacenamiento está quedando o atrás", por lo que es necesario potenciar estos proyectos.
Desde AFRY consideran que en nuestro país "no sólo tenemos que apuntar a esos 22 gigas de almacenamiento, sino que podemos ser más ambiciosos, mirar a un objetivo mayor porque es lo que consideramos que puede acabar minimizando los costes del usuario final".
Esos 22 gigas de almacenamiento es uno de los objetivos que recoge el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030. El PNIEC persigue una reducción de un 23% de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) respecto a 1990. Este objetivo de reducción implica eliminar una de cada tres toneladas de gases de efecto invernadero que se emiten actualmente.
Entender lo que va a pasar en el mercado en los próximos años es fundamental para llevar adelante los proyectos de almacenamiento. "Le damos a nuestros clientes la información para que entiendan su modelo de negocio, hacia dónde va a ir, qué riesgos tiene y que con ello puedan tomar la decisión de seguir o no adelante con el proyecto teniendo en cuenta lo que puede pasar". Desde la consultora apuntan que "en Reino Unido muchos jugadores apostaron en ciertos mercados que a día de hoy están saturados, ciertas ayudas que en la actualidad no existen, o un mercado de capacidad que a partir de ahora va a aportar unos revenues muy pequeños", señala Cobo.
El experto resalta que el paradigma está cambiando totalmente, ya que antes la secuencia era lineal y ahora el tecnólogo y el consultor tienen que mantener una relación directa para ver si la operación que se propone es factible con la tecnología disponible. "Empiezan a aparecer unas interacciones y una complejidad que antes no teníamos", apunta Cobo, quien añade que "es un poco lo que vemos que todavía falta en España, ese salto para que la gente entienda que lo que valía antes ya no y que todo va a cambiar".