Los cultivos de marihuana proliferan en España y se llevan buena parte de la electricidad que se defrauda a las compañías. Endesa asegura que los casos de manipulación de las instalaciones eléctricas se han incrementado un 35% en España en solo 5 años y los que están vinculados a plantaciones de marihuana han aumentado casi un 70%.
La compañía afirma que solo en 2023, su filial de redes e-distribución desmanteló unos 150 fraudes al día y cifra en más de 2.000 millones de euros al año lo que le cuesta a los consumidores el fraude eléctrico, que viene a ser el equivalente a 69 euros al año por cada uno de sus puntos de suministro.
Así lo confirma José Manuel Revuelta, director general de Redes de Endesa, que alerta también de lo peligrosa que puede resultar esta práctica delictiva: "La manipulación de las instalaciones eléctricas supone un riesgo físico que puede provocar incluso la muerte de los implicados o de terceros que no tienen nada que ver con esta práctica ilegal, afecta a la calidad del suministro a los vecinos y cuesta dinero a todos los consumidores".
La filial de Endesa gestionó en 2019 un total de 39.300 casos de fraude eléctrico, que pasaron a ser 53.300 al finalizar 2023, con un consumo fraudulento equivalente a lo que demandarían 190.000 hogares.
Resulta evidente que los cultivos de marihuana han encontrado su nicho en España, además de otras prácticas fraudulentas como la actividad industrial descontrolada. Las plantaciones indoor concentran el 37% de la energía recuperada por Endesa, casi diez puntos más que un año antes.
Cada día de 2023, los técnicos de e-distribución desconectaron de la red una media de 7 plantaciones de marihuana. Los expedientes por enganches ilegales a la red eléctrica vinculados a cultivos en las zonas en las que opera e-distribución han crecido cerca de un 70% en los cinco últimos años, y la energía recuperada en estos expedientes ha aumentado un 83% en el mismo periodo.
Como 80 viviendas
Endesa alerta de que cada plantación de cannabis consume en promedio tanta electricidad como 80 hogares. Los cultivos consumen unos 2,2 TWh de electricidad, el equivalente al consumo de toda la ciudad de Sevilla en un año.
Los enganches ilegales, además, causan estragos a la red eléctrica, puesto que generan sobrecargas y provocan interrupciones del suministro e incluso incendios en líneas subterráneas y centros de transformación recién instalados. En 2023 se incendiaron 14 centros de transformación solo en Sevilla y Granada debido a sobrecargas provocadas por el fraude eléctrico.
Organizaciones policriminales
Defraudar fluido eléctrico está tipificado en España como un delito leve, cuya pena se plasma en una sanción económica, mientras que en países de nuestro entorno como Portugal, Francia, Italia o Alemania se considera un delito grave que puede acarrear incluso penas de prisión.
Endesa conoce el perfil de los defraudadores, que en la mayoría de los casos son organizaciones policriminales. En el último año, su filial e-distribución participó en cerca de 2.400 operaciones junto con las Fuerzas de Seguridad para desmantelar cultivos indoor.
Más inspecciones
La inteligencia artificial y las nuevas tecnologías son ya herramientas cotidianas que resultan imprescindibles para combatir el fraude eléctrico, que cada vez está más profesionalizado y en el que existe una alta tasa de reincidencia.
Las acciones de e-distribución para combatir el fraude de electricidad se concretaron el año pasado en cerca de 400.000 inspecciones por parte de la compañía, aunque para el periodo 2023-2026 estima que esas inspecciones ascenderán a un total de 1,5 millones.