La petrolera rusa Lukoil intenta desembarcar en España para comercializar gas natural mediante una filial con sede en Suiza. Litasco (Lukoil International Trading and Supply Company) presentó al Ministerio de Transición Ecológica su solicitud el pasado 19 de junio de 2023 acompañada de todos los requisitos legales para ejercer la actividad de comercialización en España y el Gobierno pidió informe a la CNMC.
El organismo que preside Cani Fernández aprobó el pasado 21 de diciembre su respuesta al Gobierno en la que indica que Rusia es un mercado fuertemente intervenido, con presencia de empresas monopolísticas controladas por el estado y cuyo modelo regulatorio dista mucho del liberalizado de la Unión Europea.
En dicho documento, se asegura que la petición de Lukoil se produce en un contexto político de fuerte deterioro de las relaciones entre la Unión Europea y la Federación rusa, derivadas de la invasión de Ucrania y el uso del aprovisionamiento de gas como herramienta de presión geopolítica.
Como respuesta a la invasión de Ucrania, y al chantaje gasista de Rusia, la Unión Europea impuso sucesivos paquetes de sanciones, que se suman a las ya existentes desde 2014 por la anexión de Crimea, pero no prohibió la compra de gas. De hecho, Rusia se convirtió el año pasado en el tercer suministrador de España con una cuota cercana al 20%, según los datos que facilita Enagas.
La intención de Lukoil es llevar a cabo actividades en el mercado mayorista sin realizar suministro a consumidores finales, por lo que la llegada no tendría efectos sobre la competencia.
En junio de 2022, la Comisión Europea limitó la compra, importación o transferencia de petróleo ruso por vía marítima a partir dle 5 de diciembre de 2022 y de productos refinados desde el 5 de febrero de 2023, cubriendo así el 90% de las importaciones de petróleo ruso, ya que seguía permitiendo la compra por oleoducto a precios tasados.
Deterioro de la seguridad
La CNMC considera que "la concesión de la autorizaciónde comercialización de gas a la empresa rusa Litasco podría producir un incremento adicional de las importaciones de gas ruso a España" y sostiene que "puede derivar en un deterioro de la seguridad de suministro energético a España".
Bruselas considera que existe un riesgo en el aprovisionamiento desde Rusia y limitó su entrada en las compras de gas conjuntas y en los procesos de agregación de demanda.
La petrolera rusa opera en España en el mercado de los hidrocarburos a través de Lukoil Benelux desde junio de 2012. En los últimos años, su actividad se ha limitado al mercado mayorista (importación, compraventa a otros operadores y, en menor medida, exportación) aunque el producto no se ha destinado al mercado interior.
Hasta octubre de 2023, la compañía llevó a cabo importaciones que equivalen al 17% del total de importaciones que se realizan de este producto en España. Este gasóleo procede mayoritariamente de Italia, Bélgica y Estados Unidos, con un peso del 26% cada uno, no habiéndose producido ninguna importación desde Rusia, mientras que el año anterior un 77% provino de Rusia, frente al 14% de Bélgica o el 9% de Italia.
Lukoil Benelux llevó a cabo también importaciones de biodiésel, aunque menos significativas que el gasóleo, ya que en 2021 representaron el 6% y en 2022 el 7%. Este año no ha habido ninguna importación de biodiésel.
Lukoil Benelux almacena sus productos principalmente en terminales del Puerto de Barcelona, entre ellas, la instalación de Meroil. La compañía participó al 50% en la ampliación de dicho terminal en 2012 tras lo cual se convirtió en la segunda mayor planta de almacenamiento de carburantes.
Litasco justifica que su intención es operar exclusivamente en mercados mayoristas de gas y capacidad sin realizar suministro a consumidores finales, por lo que no tendría ningún impacto en la competencia en el sector minorista y añade que cumple con los requistos de Transición Ecológica de separación de las actividades. En estos momentos, Litasco no aparece como comercializadora autorizada de gas, lo que hace prever que el Gobierno tiene que decidir aún si autoriza o deniega- como parece previsible- esta petición.
Lukoil ya intentó en 2008 desembarcar en el capital de Repsol de la mano de Luis del Rivero, por entonces presidente de Sacyr.