
La asociación de electrointensivos (AEGE) ha aplaudido la iniciativa del Ministerio de Industria que ha concluido con la aprobación por parte de la Comisión Europea de la decisión que permite ampliar las ayudas por compensación de costes indirectos de CO2 hasta 2031.
Bruselas dio el visto bueno a incrementar en 5.600 millones de euros la partida de apoyo a las empresas con alto consumo energético, lo que eleva su importe a 8.510 millones para compensar los altos precios de la electricidad originados por la subida de los precios del CO2 en el sistema de comercio de emisiones. Se introduce, además, un requisito adicional por el que los beneficiarios con dotaciones superiores a 30.000 euros deben pagar a sus proveedores en un plazo máximo de 60 días.
En marzo del año pasado, Bruselas aprobó este programa de ayudas que ahora se prolonga. Un mecanismo por el que se compensa a ciertas compañías con un reembolso parcial de los costes indirectos de emisiones de CO2 de entre 2021 y 2030.
La industria en riesgo de fuga de carbono espera que con esta medida se pueda recuperar la pérdida de competitividad a la que se ha visto abocada este año. Concretamente, "el presupuesto para compensar el CO2 indirecto tan sólo alcanzó un 45% del máximo permitido por insuficiencia presupuestaria. Todo ello a pesar de que aún en el escenario de aplicación de la máxima intensidad de ayuda permitida por la Comisión, la cuantía de dicha ayuda se seguiría situando claramente por debajo del 25% de lo recaudado en las subastas de derechos de CO2, el límite fijado por la Ley de Cambio Climático y Transición Energética destinado a estas ayudas", señalan desde la patronal.
Una vez ha sido actualizada la senda de ayuda por la Comisión Europea, AEGE confía en que el Gobierno "acceda a la actualización efectiva de las cantidades pendientes del actual ejercicio, así como las de ejercicios futuros, para evitar aumentar la brecha competitiva que afrontan las industrias, permitiendo así la equiparación con los competidores de países de nuestro entorno que se están beneficiando del máximo permitido en ayudas por este concepto".
Para optar a este apoyo económcio, las empresas deben aplicar ciertas recomendaciones de ahorro energético, como que el 30% de su consumo eléctrico venga de fuentes libres de CO2, sea con instalaciones renovables in situ o con acuerdos de compra de energía. Además, deberán destinar la mitad de la ayuda a proyectos que contribuyan a la reducción de emisiones de efecto invernadero de sus plantas de producción. Por último, las empresas cuentan con tres años para cumplir con tales requisitos desde que se les haya concedido la ayuda.