Energía

La eólica comienza a recuperarse pero acarrea un agujero de 13.000 millones

  • Siemens Gamesa es el único fabricante que no logra mejorar por su crisis interna
Aerogeneradores.
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La industria eólica empieza a mostrar síntomas de una recuperación, pero todavía acarrea un agujero de 13.200 millones de euros. Las cuentas de resultados presentadas por los principales fabricantes de aerogeneradores (la alemana Nordex, la danesa Vestas y la estadounidense General Electric) recogen un recorte de las pérdidas tras casi cuatro años en declive.

El negocio eólico se ha visto lastrado por el incremento de los precios de las materias primas y las interrupciones en la cadena de suministro tras las crisis del Covid-19. A esto se suma una descoordinación en las medidas de defensa de los mercados, en un entorno marcado por una feroz competencia de los fabricantes chinos, así como un atasco administrativo a la hora de tramitar proyectos.


A diferencia de sus homólogos en Europa y Estados Unidos la situación de Siemens Gamesa es cada vez más crítica. La filial de Siemens Energy —que cuenta con España con 5.000 puestos de trabajo y nueve plantas—enfrenta una crisis interna adicional. Los poblemas tecnológicos detectados en varios de sus aerogeneradores (modelos 4.X y 5.X) no dan respiro a la compañía.


En su último ejercicio fiscal (de septiembre de 2022 a septiembre de 2023) el negocio eólico de Siemens Energy perdió 4.347 millones de euros. Esto se suma a los 2.485 millones de euros perdidos entre 2020, cuando se inició el parón de la pandemia, y 2022. En apenas cuatro años la compañía ha generado un resultado negativo que supera los -6.800 millones.


Precisamente esta situación es la que ha llevado al gobierno alemán y a compañías bancarias como Deutsche Bank a salir al rescate del grupo matriz, con avales bancarios de 12.000 millones. Siemens Energy también negocia o con el Gobierno de España una línea adicional de 3.000 millones y con la banca una ampliadión de un crédito sindicado de 2019, desde los 2.500 millones de euros firmados entonces hasta los 4.000, tal y como adelantó la semana pasada elEconomista.es.


Vestas es la compañía que más ha contenido los impactos de la crisis de los fabricantes. En los nueve primeros meses ha conseguido reducir un 95% sus números rojos, hasta los 71 millones. Aunque el año pasado registró pérdidas de 1.572 millones, los dos años previos logró mantenerse en positivo. En el cómputo de los casi cuatro ejercicios acumula pérdidas de -729 millones.


Nordex, filial de Acciona, se encamina por primera vez desde 2020 a mejorar sus cifras. Hasta septiembre redujo un 10% sus pérdidas, pero tiene un agujero de 1.192 millones. La división de energía renovable del gigante estadounidense General Electric también logró reducir a la mitad sus pérdidas, de 2.059 a 1.002 millones. En casi cuatro ejerciocios se ha dejado 4.449 millones.

Polémica con BASF


El director ejecutivo de la alemana BASF (que se acaba de asociar con el fabricante chino de turbinas MingYang) aseguró la semana pasada que los aerogeneradores de China son más baratos y mejores que los europeos.


Ante estas declaraciones, el presidente de la patronal eólica europea (WindEurope), Christoph Zipf, defendió que "otros promotores de parques eólicos en Europa están contentos con las turbinas europeas que han instalado y les gustaría poder seguir abasteciéndose de las mismas".


Zipf recordó la necesidad de invertir en la cadena de suministro europea para aumentar la capacidad de producción nacional, así como de implantar nuevos criterios medioambientales y de seguridad en las subastas de energía eólica, en línea con las medidas anunciadas en el Plan de Acción presentado el mes pasado por Bruselas.

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